Científicos pretenden sustituir el consumo de drogas alucinógenas a través de la realidad virtual para combatir los graves efectos que causan.
Por Marcos Merino
Ciudad de México, 4 diciembre (TICbeat/SinEmbargo).- Las sustancias alucinógenas alteran la composición química del cerebro y pueden causar efectos secundarios graves. Por ello, muchos científicos pretenden sustituir el consumo de dichas causas por alternativas más sanas: y una candidata idónea para ellos es la tecnología. Ahora, investigadores del Centro Sackler para la Ciencia de la Conciencia de la británica Univ. de Sussex han hecho público un estudio sobre la posibilidad de emular de forma satisfactoria los efectos de las drogas alucinógenas recurriendo únicamente a la realidad virtual y a la tecnología Deep Dream de Google.
Este (perturbador) algoritmo funciona a través de un sistema de aprendizaje a partir de una serie inicial de imágenes en las que identifica algunos elementos característicos, de forma que después puedes pedirle al algoritmo que interprete lo que ve en otras imágenes a través de un sistema de capas que muestra lo que Deep Dream ha “reconocido”. De este modo, busca imitar un fenómeno llamado pareidolia (el caso en que las personas ven rostros u objetos en grupos aleatorios de patrones visualmente percibidos).
El equipo de científicos comenzó a probar su nueva “máquina alucinógena” en la zona de la Universidad de Sussex: las imágenes difundidas permiten observar cómo este sistema transforma todo lo que la rodea en… animales deformes donde predominan las cabezas de perro:
Los investigadores aseguran desconocer el por qué de este efecto y explican que el algoritmo parece haber mezclado una docena de razas de perros al azar. Con el objetivo de poder confirmar si este tipo de alucinaciones son similares a las que provocan las drogas, Anil Seth, codirector del Centro Sackler, y el resto de su equipo decidió mostrar el vídeo a 12 voluntarios que afirmaron que, efectivamente, éstas se asemejan a las provocadas por la psilocibina, el ingrediente activo de los ‘hongos mágicos’.