Comienza una semana electoral clave en Estados Unidos: el expresidente republicano Donald Trump intentará regresar a la Casa Blanca, mientras la vicepresidenta Kamala Harris buscará mantener al Partido Demócrata en el poder. Los resultados de las elecciones del martes dependerán de siete estados donde la votación se avizora muy reñida: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Washington, Nueva York y Ciudad de México, 4 de noviembre (AP/Europa Press/SinEmbargo).– Estados Unidos es un país de por sí complejo, violento, socialmente enfermo. Y ahora padece una elección cerrada entre dos fuerzas (republicanos y demócratas) que en lo esencial son lo mismo pero que ahora llevan sus diferencias al plano electoral. Donald Trump, extremista, virulento; que expresamente no quiere ni a los migrantes cafés o negros ni a los mexicanos; y Kamala Harris, de un sector más progresista que depende de un polo que en los hechos no es mejor para México o para migrantes. ¿Qué puede resultar de esa confrontación?
No es un panorama alentador ni para el monstruo, que va de jaqueca en jaqueca, ni para los que observan desde lejos.
Aunque unos 240 millones de estadounidenses están citados el 5 de noviembre para elegir entre Kamala Harris y Donald Trump para otorgarles la Presidencia, el resultado de las elecciones dependerá de unos miles de votos en un puñado de estados clave. Esto se debe al sistema de democracia indirecta que existe en Estados Unidos.
Al final, es un organismo llamado Colegio Electoral el que determina quién gana la contienda.
“En el ideal estadounidense, las elecciones son momentos de patriotismo, un momento para que los ciudadanos resuelvan sus diferencias en las urnas, sin importar cuán ardientes sean los desacuerdos. En la realidad de 2024, las urnas están, en algunos lugares, literalmente ardiendo. Así sucede en una elección que ha sido más oscura que cualquier otra en la memoria reciente. La nación entra en este día de elecciones nerviosa por posibilidades que alguna vez parecían inimaginables en los Estados Unidos del siglo XXI: violencia política, intentos de asesinato y promesas de represalias contra los oponentes”, alerta The New York Times apenas unas horas antes de las votaciones.
“Para muchos votantes, la ansiedad que invadió las últimas elecciones, una contienda socialmente distanciada que tuvo lugar en medio del brote de coronavirus, se ha transformado en un sentimiento mucho más sombrío de aprensión. En docenas de entrevistas durante el último fin de semana de la campaña, estadounidenses de todo el espectro político informaron que se dirigieron a las urnas en estados en disputa con la sensación de que su nación se estaba desmoronando. Aunque algunos expresaron alivio porque la larga temporada electoral finalmente estaba llegando a su fin, fue difícil escapar de la corriente subyacente de inquietud sobre el día de las elecciones y lo que podría seguir después”.
Comienza una semana electoral clave en Estados Unidos: el expresidente republicano Donald Trump intentará regresar a la Casa Blanca, mientras la vicepresidenta Kamala Harris buscará mantener al Partido Demócrata en el poder.
Los resultados de las elecciones del martes dependerán de siete estados donde la votación se avizora muy reñida: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
En sus últimos eventos de campaña Harris se presentó en Michigan donde dijo que confía en el recuento de votos, en tanto que Trump manifestó su recelo sobre el sistema electoral en un mitin en Pensilvania.
Este lunes, Donald Trump anunció que si es elegido Presidente le informaría desde el primer día a la nueva Mandataria de México, Claudia Sheinbaum, que debe frenar el flujo de migrantes y drogas hacia Estados Unidos o que se arriesga a que se imponga una tarifa de 25 por ciento a las importaciones mexicanas.
México es el primer socio comercial de Estados Unidos.
“Si no detienen este embate de criminales y drogas que vienen a nuestro país, voy a imponer inmediatamente una tarifa de 25 por ciento a todo lo que envíen a Estados Unidos”, dijo Trump a sus simpatizantes en Raleigh.
Trump announces that he intends to place 25 percent tariffs on all Mexican imports unless Mexico shuts down its border pic.twitter.com/7AfuCBl0kA
— Aaron Rupar (@atrupar) November 4, 2024
Más de 75 millones de personas ya habían emitido su voto hasta el sábado en las elecciones de Estados Unidos, lo que representa más del 48 por ciento del número total emitido en las elecciones presidenciales de 2020, cuando votaron 154.6 millones de estadounidenses. Las últimas encuestas del domingo muestran una carrera reñida entre la candidata demócrata a las presidenciales, Kamala Harris, y su contrincante republicano, Donald Trump.
En el caso del voto anticipado en persona, el nivel de participación supera ya el total de votos depositados de este modo en las elecciones presidenciales de 2020 y muestra cómo la manera de votar de los estadounidenses está cambiando. La opción del voto anticipado (tanto por correo, como en persona), que se hizo más popular durante la pandemia, muestra que los votantes ya no están esperando al día de las elecciones, sino que son muchos los que prefieren emitir su voto o por correo o votando de manera anticipada en un centro de votación.
La propia Kamala Harris dijo el domingo que votó anticipadamente. “De hecho, acabo de rellenar mi papeleta por correo”, declaró a periodistas en el estado clave de Míchigan cuando faltan dos días para los comicios. Añadió que la papeleta está “en camino a California”.
LUCHA POR LOS ESTADOS CLAVE
En Georgia -uno de los estados clave para estas elecciones-, más de 4 millones ya han votado, lo que marca casi el 80 por ciento de la participación total del estado en 2020, según el rastreador de votación anticipada del Laboratorio Electoral de la Universidad de Florida. Mientras que en otros estados en disputa, como Arizona y Carolina del Norte, aproximadamente la mitad de los votantes ya han ejercido su derecho al voto.
Si bien aún no se conocen los candidatos elegidos por los votantes anticipados, los datos sobre quiénes emitieron esos votos brindan pistas. Según un análisis de NBC News, Pensilvania ha visto un aumento de nuevas mujeres registradas como demócratas, mientras que Arizona ha visto un aumento de la participación de hombres registrados como republicanos.
Donald Trump ha animado en esta ocasión a hacer uso del voto anticipado, después de haberlo desanimado en las anteriores con alegaciones infundadas de que el voto por correo propiciaba el fraude. “El destino de nuestra nación está en vuestras manos. El martes, tienen que ponerse en pie”, dijo Trump en su primer mitin del día en Pensilvania, donde volvió a agitar el fantasma del fraude electoral. Y tildó de “encuesta falsa” una que le daba la victoria a Harris en Iowa, tradicional bastión republicano.
EMPATE EN LAS ENCUESTAS
Una nueva encuesta de NBC News revela hoy que la vicepresidenta y el expresidente están prácticamente empatados a nivel nacional entre los votantes registrados. En los sondeos en los que se tuvieron en cuenta a otros candidatos de terceros partidos, el 47 por ciento apoya a Trump y el 46 por ciento a Harris. En las encuestas que solo tienen en cuenta a los dos candidatos principales, Harris y Trump están empatados con un 49 por ciento cada uno.
No obstante, la última encuesta nacional de ABC News/Ipsos muestra que la vicepresidenta Harris tiene una estrecha ventaja sobre el magnate republicano, con un 49 por ciento frente a un 46 por ciento de apoyo a Trump. Con los resultados de la nueva encuesta incorporada, el último promedio de encuestas nacionales de CNN Poll of Polls revela que el 48 por ciento de los votantes en todo el país respaldan a Harris y el 47 por ciento apoyan a Trump, sin cambios con respecto al promedio anterior.
La encuesta final del New York Times/Siena realizada el domingo señaló algunos cambios en los estados clave en disputa, pero los resultados de los siete “estados bisagra” o “estados pendulares” se mantienen dentro del margen de error.