El Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, optó este miércoles por el silencio oficial mientras no se aclare el vencedor.
Por Eduard Ribas i Admetlla
México, 4 noviembre (EFE).- Tras una noche de infarto, México contiene este miércoles la respiración mientras espera a que el recuento de las elecciones de Estados Unidos defina si se abre una nueva etapa con Joe Biden y sus promesas migratorias o hay que lidiar cuatro años más con el impredecible Donald Trump.
Mientras sigue el recuento en estados clave como Michigan o Pensilvania, todavía no está claro si Biden arrebatará la presidencia a Trump, quien ya ha denunciado sin pruebas un fraude electoral, abriendo la puerta a una crisis institucional que inquieta a México.
COMPLETO SILENCIO OFICIAL
Pero en su firme postura de no intervenir en asuntos exteriores, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, optó este miércoles por el silencio oficial mientras no se aclare el vencedor.
“No podemos opinar nada hasta que se termine el conteo y la autoridad correspondiente de el ganador. Es una elección cerrada y no podemos nosotros dar ninguna opinión”, dijo en conferencia de prensa López Obrador.
Tampoco la Secretaría de Relaciones Exteriores ni los principales partidos de la oposición se han pronunciado, a pesar de que la atención mediática al recuento es total, con un seguimiento minuto a minuto en la mayoría de medios de comunicación mexicanos.
Durante todo el proceso electoral, el Gobierno de México se ha intentado mantener al margen de los comicios, a pesar de que la reunión de López Obrador y Trump en la Casa Blanca el pasado julio generó malestar en las filas demócratas.
“López Obrador se ha mostrado bastante mesurado hoy y durante la campaña. Sabe que no sacará ningún beneficio de manifestarse por un candidato u otro”, dijo a Efe Eduardo González, profesor de relaciones internacionales del Tecnológico de Monterrey.
Lo cierto es que, en contra de lo que se podía esperar, López Obrador ha tejido una buena sintonía con Trump que le ha permitido sortear algunas amenazas. Para algunos analistas esto beneficiaría al Gobierno mexicano si fuera reelegido Trump, mientras otros auguran menos sobresaltos con una victoria de Biden.
“Para López Obrador es más cómoda la reelección de Trump que comenzar una relación con Biden. Al final, tanto los republicanos como los demócratas nos aprietan igual las tuercas en el tema migratorio y el narcotráfico”, opinó González.
LA ECONOMÍA RESISTE, DE MOMENTO
A diferencia de la elección de Trump en 2016, cuando el peso mexicano tuvo una caída histórica por la incertidumbre comercial que representaba el republicano, este miércoles amaneció estable y se intercambiaba en 21 unidades por dólar.
Además, la bolsa mexicana registraba a media jornada una ganancia del 0.86 por ciento, mientras que López Obrador celebró que las elecciones no han provocado “ninguna alteración” a la economía mexicana.
“Después de la montaña rusa que seguimos en la noche, los mercados están en tensa calma. Los tipos de cambio anticipan que habrá un claro ganador en Estados Unidos y no se han concretado los disturbios que se auguraban en Estados Unidos”, explicó a Efe la directora de análisis económico-financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
No obstante, advirtió que el peso mexicano “es una moneda muy sensible” y no descartó “periodos de alta volatilidad” si ganara Biden y Trump se negara a aceptar la derrota.
UN PAÍS PENDIENTE DEL RECUENTO
Donald Trump es enormemente impopular en México desde que en la campaña de 2016, tras una polémica reunión con el entonces presidente Enrique Peña Nieto, prometió que los mexicanos pagarían por el muro fronterizo que pretendía construir en la frontera para frenar la migración.
“Estoy muy al pendiente porque tengo familia allá (Estados Unidos) y me tuve que regresar. Estamos muy pendientes de lo que pasa porque repercute a toda la comunidad latina en Estados Unidos y en México”, dijo a Efe Faustino, un joven mexicano que fue deportado de territorio estadounidense.
Aunque cree que “va a ganar Trump”, este joven prefiere a Biden porque “por lo menos no nos ha llamado criminales y violadores”, y aspira a una reforma migratoria que regularice a millones de indocumentados en ese país.
Por contra, el 51 por ciento de los empresarios mexicanos cree que una reelección del republicano sería buena para México, según una encuesta de Vestiga Consultores.
Aunque Trump generó recelos entre los empresarios mexicanos por querer acabar con el libre comercio en América del Norte, la llegada a buen puerto del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tranquilizó a muchos.
Manuel, un mexicano cuya familia se dedica a negocios inmobiliarios en Estados Unidos, dijo a Efe que Trump es “racista” pero opinó que sus propuestas económicas son mejores que las de Biden.
“Lo que conviene a la ciudadanía mexicana es Donald Trump porque es un perro que ladra mucho y muerde poco. En el caso de Biden podría ser como un (Barack) Obama. Por mi experiencia en la economía nacional veo a Trump como muy buena opción”, señaló.