Las mujeres que informaron que la duración del ciclo habitual era de 40 días o más entre los 18 y 22 años y entre los 29 y 46 años tenían más probabilidades de morir prematuramente que las mujeres que informaron una duración de ciclo habitual de 26 a 31 días en los mismos rangos de edad.
MADRID, 04 de noviembre (EUROPA PRESS).- Los ciclos menstruales irregulares y largos son comunes entre las mujeres en edad reproductiva y se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas importantes, como cáncer de ovario, enfermedad coronaria, diabetes tipo 2 y problemas de salud mental. Pero la evidencia que vincula los ciclos menstruales irregulares o largos con la mortalidad es escasa.
Por eso, el equipo de investigadores con base en Estados Unidos se propuso evaluar si los ciclos menstruales irregulares o largos a lo largo de la vida se asocian con la muerte prematura (antes de los 70 años). Y lo que descubrió, y que ha sido publicado en The BMJ, muestra que así es.
Estas asociaciones fueron más fuertes para las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares y cuando los ciclos largos e irregulares estuvieron presentes de manera constante durante la adolescencia y la edad adulta. También fueron ligeramente más fuertes entre las mujeres que fumaban.
Los resultados destacan la necesidad de considerar el ciclo menstrual como un signo vital de la salud general en las mujeres a lo largo de su vida reproductiva, dicen los investigadores.
Sus hallazgos se basan en datos de 79 mil 505 mujeres premenopáusicas (edad promedio de 38 años) sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, cáncer o diabetes que participaban en el Nurses Health Study II. Las mujeres informaron la duración y la regularidad habituales de sus ciclos menstruales a las edades de 14-17 años, 18-22 años y 29-46 años. Durante 24 años de seguimiento, se documentaron 1.975 muertes prematuras, incluidas 894 por cáncer y 172 por enfermedad cardiovascular.
Después de tener en cuenta otros factores potencialmente influyentes, como la edad, el peso, el estilo de vida y los antecedentes médicos familiares, los investigadores encontraron que las mujeres que informaron tener siempre ciclos menstruales irregulares experimentaron tasas de mortalidad más altas que las mujeres que informaron ciclos muy regulares en los mismos rangos de edad.
Las tasas de mortalidad por mil personas-año para las mujeres que informaron ciclos muy regulares y las mujeres que informaron ciclos siempre irregulares fueron de 100 y 123 entre los 14 y 17 años, 100 y 137 entre los 18 y 22 años y mil y mil 68 entre los 29 y 46 años.
De manera similar, las mujeres que informaron que la duración del ciclo habitual era de 40 días o más entre los 18 y 22 años y entre los 29 y 46 años tenían más probabilidades de morir prematuramente que las mujeres que informaron una duración de ciclo habitual de 26 a 31 días en los mismos rangos de edad.
Estas relaciones fueron más fuertes para las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares que para el cáncer o las muertes por otras causas. La mayor mortalidad asociada con ciclos menstruales largos e irregulares también fue ligeramente más fuerte entre las fumadoras actuales.
Este es un estudio observacional, por lo que no se puede establecer la causa, y los investigadores señalan algunas limitaciones pero, como no es posible asignar al azar a las mujeres a diferentes características del ciclo menstrual, estudios como éste representan la evidencia más sólida posible para esta cuestión.
Sin embargo, las fortalezas incluyeron la gran cantidad de participantes con una alta tasa de seguimiento durante muchos años y la disponibilidad de datos del ciclo menstrual en tres puntos diferentes a lo largo de la vida reproductiva.
Los investigadores dicen que los mecanismos subyacentes a estas asociaciones probablemente estén relacionados con el entorno hormonal alterado. Y concluyen que sus resultados \”enfatizan la necesidad de que los proveedores de atención primaria incluyan las características del ciclo menstrual a lo largo de la vida reproductiva como signos vitales adicionales al evaluar el estado de salud general de la mujer