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El Dr. Manhattan representa una incógnita en la serie Watchmen, ya que no vive en la Tierra y Laurie deja al aire la pregunta sobre si los mensajes le llegan o no al vigilante.
Madrid, 4 de noviembre (EuropaPress).- Dr. Manhattan es una de las figuras clave de los cómics de Watchmen pero su papel aún es una incógnita en la serie de HBO. Dado que el Dr. Manhattan ni siquiera vive en la Tierra, después de haber ido a Marte 30 años antes, se ha convertido en un personaje de lo más misterioso en la serie. A pesar de esta ausencia, el tercer capítulo de la ficción ha indagado en el rol del héroe en la versión televisiva.
El episodio comienza con una mujer que resulta ser Laurie Blake, también conocida como “Espectro de Seda”, quien hace una llamada telefónica a Marte, donde comienza a contarle al Dr. Manhattan un chiste. Empieza con un chiste sobre un padre que quiere enseñar a su hija a ser albañil. La narración de chistes al Dr. Manhattan es una constante durante el episodio.
En una de esas llamadas, Laurie le cuenta un chiste sobre tres héroes muertos que van a encontrarse con Dios y revela que se trata de Búho Nocturno, Ozymandias y el propio Dr. Manhattan, enviados todos al infierno. Sin embargo, al final de la broma menciona a una mujer que Dios no conoce, pero revela que es la niña del primer chiste, a la que se le cae un ladrillo, mata a Dios y lo envía al infierno.
Tras acabar el chiste, Laurie continúa con tono triste asegurando que el Dr. Manhattan ni siquiera escucha estos mensajes, aunque ella encuentra algún tipo de consuelo en ellos. Laurie también habla de que tal vez los seres humanos y la Tierra realmente no valen la pena, como él mismo sintió cuando dejó la Tierra para ir a Marte.
Con Rorschach muerto, Ozymandias dado por muerto, Búho Nocturno aparentemente en prisión y el Dr. Manhattan en Marte, Laurie es la única de los héroes que quedan, lo cual le hace sentirse sola. Ahora ella trabaja para el FBI cazando vigilantes pero Dr. Manhattan sigue siendo una figura importante en su vida.
Después de que Laurie, triste y solitaria, envíe su mensaje al Dr. Manhattan, sale de una cabina telefónica y mira hacia el cielo. Entonces ve el planeta Marte brillando y se ríe, dejando en el aire si estos mensajes están llegando o no al vigilante.
