María Eugenia tiene cuatro colecciones, la primera de ellas es la colección Maya. Una colección muy especial basada en 33 glifos mayas que contienen energía positiva y de la que arranca toda su joyería. Los elementos de su joyería son la magia de las piedras y la simbología. “Combino la energía de las piedras con la simbología, se complementan muy bien y al final se vuelven como talismanes o amuletos que es el origen de la joyería: de protección”.
Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- Piezas únicas, energía y mucho sentido son las características de la joyería de María Eugenia Sánchez, una artista mexicana que diseña y crea colecciones de manera orgánica y artesanal.
La artista mexicana recibió a Magazine en su estudio-taller en el que ya lleva trabajando más de 10 años y del que cabe resaltar son técnicas tradicionales y artesanales, sólo la laminadora es eléctrica pero todo lo demás es completamente artesanal.
“Después de acabar la prepa yo estaba estudiando fotografía y me voy a tomar un curso de fotografía [a Florencia, Italia] y había una hora de joyería y allí fue donde conocí la joyería, que también traía de mi abuela; en frente de casa de mi abuela había un joyero y siempre decía ‘yo quiero que me haga esto’, nunca me hacía nada pero traía el gusanito de hacer las cosas yo y traigo muy desarrollado las manualidades por mi mamá: bordado, tejido, todo lo que te imagines me enseñó mi mamá y de ahí me conecté luego luego, con esa hora ya dije esto es lo mio”, dijo.
Al regresar a México se integró al taller de Francisco Ortíz en Coyoacán en donde permaneció durante 7 años aprendiendo joyería. Sánchez ha asistido durante once años a ver y aprender de todas las piedras y sus gamas, además de una investigación constante y actualización.
María Eugenia tiene cuatro colecciones, la primera de ellas es la colección Maya. Una colección muy especial basada en 33 glifos mayas que contienen energía positiva y de la que arranca toda su joyería. “Quería hacer joyería con sentido y me puse a estudiar de la cultura maya”, dijo Eugenia. El estudio de estos glifos y cultura maya le llevó seis años y otros 6 meses para sacar la colección porque tenía demasiadas ideas y tuvo que canalizar todo el conocimiento para elegir los glifos y revisar la energía para que trabajara a favor.
“Todo lo de los mayas es impresionante la información, nunca acabas”.
“A partir de que empecé con esto [los glifos mayas] empezaron a aparecer todas las piedras y todo, o sea fue como lo que canalizó a que llegará yo a las piedras. Me empezó a llegar información, yo vivía en Cancún y estaba estudiando los mayas y me llegó un curso de actualización para aprender a montar, para hacer biseles y me fui a Tucson a tomar el curso y era en un lugar donde estaba todo el show de piedras entonces se empezaron a abrir caminos para llegar a las piedras y todo se ha ido acomodando”.
Entonces surgieron sus otras colecciones:
Enigma. Esta colección combina la geometría sagrada y la simbología con el magnetismo de los minerales y las piedras preciosas.
Eugenesia. Diseños únicos que tienen como característica principal la belleza de las piedras preciosas y minerales. “Trato de que las piedras en toda esta colección o en la de Eugenesia, sean fuera de lo común y con detallitos”, Fantasycut.
Esplendor. El lujo del oro con las piedras preciosas; en la que conjunta minerales, diseño y oro.
Las piezas en bruto son algunas de sus favoritas pero una especial es el citrino amarillo porque ella pieza fue tallada por ella ya que es algo que está aprendiendo, además esta piedra le llevó cinco años para poder pulirla y es la que más trabajo le ha costado.
Sánchez no compra las piedras en serie, sino que las elige para hacer de cada pieza algo único y realizar diferentes combinaciones y elementos, ya sea con glifos, piedras en bruto o en diferentes colores. “La imaginación es el limite”, dice la artesana mexicana y la joyería te permite transportarte a otros mundos.
Los elementos de su joyería son la magia de las piedras y la simbología. “Combino la energía de las piedras con la simbología, se complementan muy bien y al final se vuelven como talismanes o amuletos que es el origen de la joyería: de protección”.
“[La joyería] es mi más grande pasión porque todo se puede, si estoy triste agarro las piedras me pongo a trabajar con ellas y me cambia la energía si estoy alegre también, canalizo la energía y salen piezas divertidas; me permite comunicarme con todo”, agregó.
Los collares, anillos y piezas de sus colecciones han llegado a lugares como Nueva York, Francia y Alemania y se pueden adquirir a través de su página oficial y en la boutique de Macario Jiménez.