La votación, que es obligatoria para las y los chilenos, partió temprano con electores mayormente adultos, que tradicionalmente son los primeros en sufragar.
Por Eva Vergara
SANTIAGO (AP).— Los chilenos acuden el domingo a un plebiscito que decidirá si el país tendrá una nueva Constitución o seguirán con la que actualmente rige y que fue legada por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Diversas encuestas han señalado que triunfaría el “rechazo” a la nueva Carta Magna, redactada por una Convención Constituyente, en parte por la oposición a algunos puntos polémicos, como la autonomía de los pueblos indígenas y el reconocimiento a su sistema de justicia.
Hay, sin embargo, algunos que piensan que tiene posibilidades de ganar el “apruebo” para lograr una nueva Constitución. La analista política Pía Mundaca, del centro de estudios Espacio Público, consideró que el resultado “sigue muy abierto” y que pese a que es la primera elección de participación obligatoria en una década se desconoce cuántos de los 15 millones de electores convocados sufragarán en realidad.
A continuación un vistazo a qué sucederá en caso de que se apruebe o rechace la propuesta de nueva Constitución:
¿QUÉ PASA SI GANA EL “APRUEBO”?
El Presidente Gabriel Boric tendrá cinco días para convocar al Congreso en pleno y promulgar la nueva Constitución, que entrará en vigencia diez días después de publicada en la Gaceta Oficial, momento a partir del cual quedará derogada la vigente y heredada de la dictadura militar chilena.
Luego, el Congreso deberá aprobar más de un centenar de proyectos de ley necesarios para implementar la mayoría de los 388 artículos escritos previamente por una convención dominada en un 76 por ciento por la izquierda.
¿QUÉ PASA SI GANA EL “RECHAZO”?
Si se impone la opción del “rechazo”, seguirá vigente la Constitución legada por los militares.
Sin embargo, la oposición representada en el Congreso y que se opone a la nueva Carta Magna, se ha comprometido a promover una decena de reformas a la actual Constitución, entre ellas una para sustituir el actual Estado subsidiario por uno social de derechos.
La oposición prometió “garantizar el acceso y adecuado ejercicio” de los derechos sociales en educación, salud y vivienda, en un país donde quienes tienen dinero acceden a mejores y más rápidos servicios privados.
El Congreso aprobó el 10 de agosto una ley que rebajó los votos necesarios para reformar la Constitución heredada de los militares (de 66 por ciento a 57 por ciento), anticipándose a un posible triunfo del “rechazo”.
LOS ESCENARIOS PARA EL PRESIDENTE BORIC
El Presidente Boric se involucró en la campaña a favor de la nueva Constitución, la que deberá promulgar si gana el “apruebo”.
No está del todo claro los pasos que tomaría en caso de que triunfe el “rechazo”, aunque un par de senadores de centroizquierda han dicho que promoverán un proyecto de ley de rápida aprobación —que el Ejecutivo aún no hace suyo— para reformar el actual artículo 142 y que Boric pueda convocar a la conformación de otro órgano constituyente que trabaje en otra elección.
El Servicio Electoral ha dicho que necesitaría al menos de 140 días para convocar a otra elección.
E independientemente de lo que suceda, analistas han dicho que el mandatario tendrá que llevar a la práctica su plan con el que prometió transformar el país y que incluye reformas tributarias, a la salud, pensiones, educación, las cuales quedaron en espera hasta después de la celebración del plebiscito.