La edición más cara viene en su propia caja de madera, con figuras de los famosos gnomos de jardín que aparecen en la portada del álbum.
Por Mark Kennedy
NUEVA YORK, 4 de agosto (AP).— El emblemático álbum de George Harrison “All Things Must Pass” celebra su tardío 50 aniversario y el hijo del difunto exBeatle cree que una nueva colección remezclada podría ser la banda sonora perfecta después de la pandemia.
“Creo que el mensaje de este disco está más listo para ser recibido ahora que cuando salió”, dijo Dhani Harrison. “El mensaje es más claro y ahora es más claro desde el punto de vista del sonido. Esta es una pieza musical realmente importante”.
La colección original fue audaz para su época: el primer álbum de estudio triple en la historia del rock, una ráfaga virtual de vinilo. Las ediciones de aniversario de esta semana hacen que se vea pintoresco, con ocho LPs (o cinco CDs) más un disco de audio en Blu-ray, con el álbum remezclado, demos, tomas descartadas y sesiones improvisadas.
Tiene notas de archivo reimpresas, anotaciones de pistas, fotos y recuerdos. La edición más cara viene en su propia caja de madera, con figuras de los famosos gnomos de jardín que aparecen en la portada del álbum. Pero primero está la música, que Rolling Stone incluye entre los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.
“No estamos tratando de que suene moderno”, dijo el ingeniero Paul Hicks, ganador de tres premios Grammy. “No estoy tratando de ponerle ningún tipo de sello. Somos muy respetuosos con las mezclas que estaban allí y las seguimos tanto como es posible”.
El esqueleto de “All Things Must Pass” se grabó durante dos días a fines de mayo de 1970. El 26 de mayo, Harrison grabó 15 canciones respaldadas por Ringo Starr y su viejo amigo, el bajista Klaus Voormann. Al día siguiente, tocó 15 canciones adicionales para el coproductor Phil Spector solo con una guitarra acústica.
El álbum original de 23 canciones, incluyendo los éxitos “Isn’t It a Pity”, “What Is Life” y “My Sweet Lord”, fue remezclado para las ediciones de aniversario de Capitol/ UMe y ahora incluye 47 demos y tomas descartadas, 42 de ellas inéditas.
Las cintas de la sesión de 1970 produjeron 25 horas de música, incluidas varias canciones que no formaban parte del álbum, como “Cosmic Empire”, “Going Down To Golders Green”, “Dehra Dun”, “Sour Milk Sea” y “Mother Divine”.
Dhani Harrison y Hicks comenzaron a trabajar en las ediciones de aniversario hace cinco años, redigitalizando y escuchando cada canción y cada toma realizada durante las sesiones. Fue una inmersión cada vez más profunda que las reediciones del 30 y 40 aniversario. Hicks lo calificó como un trabajo “forense”.
Salieron de la bóveda con unas 110 canciones diferentes y Harrison y su equipo tuvieron que decidir cómo presentar lo que había encontrado. Recordó haber escuchado una vez un estuche de los Beach Boys que tenía 10 versiones de cada canción y no quería ir por ese camino.
En cambio, quería llevar al oyente al proceso de grabación para que escuchara cómo habían evolucionado las canciones. “Lo que buscábamos eran las que realmente se destacaban y realmente gritaban algo nuevo”, dijo Harrison.
Los oyentes familiarizados con la canción del álbum “Let It Down”, una melodía dinámica que fue sometida al Muro de Sonido (Wall of Sound) de Spector y que se asemeja a un tema de James Bond, podrán quedar atónitos al escuchar la versión demo acústica sencilla y sincera que Harrison grabó el segundo día.
Hay una versión más lenta de “Isn’t It a Pity” que es incluso más triste que la del álbum, y una versión sublime de “Art of Dying” que es posiblemente mejor que la final. Algunas canciones fueron aceleradas y otras fueron ralentecidas durante el proceso, lo que podría hacer volar la mente de cualquiera que pensara que las versiones finales eran de alguna manera la única forma de reproducirlas.
“Una vez que lo oyes, no puedes dejar de escucharlo. Cambia la forma en que escuchas todo el disco para siempre. Pero no arruina la experiencia de conocer el disco”, dijo Harrison.
También se puede escuchar a un George Harrison muy humano en la mezcla. Lo capturaron pidiendo jugo de naranja, mientras tocaba una versión genial de “Get Back”. Su “Going Down to Golders Green” es Harrison haciendo su mejor personificación de Elvis, un verdadero placer. También está su grabación de “It’s Johnny’s Birthday”, un regalo para conmemorar el cumpleaños número 30 de John Lennon.
Las demos revelan el origen de una muy arraigada “Woman Don’t You Cry For Me”, que se convertiría en la pista de apertura de su álbum de 1976, “Thirty Three & 1/3″. Y durante la 14ta toma de “Isn’t It a Pity”, un artista harto se sale del guion para cantar: ”¿No es un fastidio? / ¿Por qué hacemos tantas tomas?”
Harrison y Hicks han apodado el disco 5 de la colección, que contiene tomas de sesión e improvisación, el “disco de la fiesta”. “Queríamos mostrar que los chicos se estaban divirtiendo”, dijo Hicks. “Es un álbum muy pesado emocionalmente. Toca muchos temas profundos. Así que realmente queríamos mostrar un lado más ligero del contenido”.
Harrison reunió una gran cantidad de músicos para ayudarlo en “All Things Must Pass”, incluidos Eric Clapton, Bob Dylan, Ringo Starr, Billy Preston, Delaney y Bonnie Bramlett, Pete Drake e incluso un joven Phil Collins (cuyo trabajo de bongo no terminó en el álbum).
“Fue un escuadrón de personas bastante increíble el que reclutó, ¿me entiendes? Como que no estaba jugando con este disco”, dijo Harrison.
El joven Harrison también investigó historias detrás de las canciones, como la que abre el álbum, “I’d Have You Any Time”. Se enteró de que Clapton a veces tenía problemas para tocar las notas de Harrison. “Fue increíble escuchar a Eric decir lo difícil que fue porque es un tipo al que no le cuesta mucho tocar la guitarra”.
Las sesiones de grabación de “All Things Must Pass” comenzaron apenas seis semanas después del anuncio de abril de 1970 de la ruptura de los Beatles y el joven Harrison señala que su padre estaba pasando por muchas cosas durante ese tiempo: además de la ruptura de la banda, perdió a su madre y también estaba dejando a una amante.
“Es una cápsula del tiempo familiar y hay mucho amor en ella”, dijo Dhani Harrison. “Fue valiente al hacer esto cuando lo hizo. Es un rayo en una botella. No creo que esas condiciones se presenten quizás una vez en la vida para un artista”.