Estudios recientes constatan que el tabaquismo representa un riesgo de contraer síntomas graves de COVID-19, además de afectar la salud independientemente de la edad del fumador.
Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).- La nicotina, sustancia encontrada en el tabaco, no sería un factor protector contra el nuevo coronavirus, tal como indica un nuevo artículo de The Guardian, donde se hace un recuento de los estudios que refutan esta teoría.
La errónea suposición surgió de un estudio publicado por el New England Journal of Medicine, en febrero. A partir de los casos de COVID-19 en China, la investigación encontró que un 85 por ciento de los casos positivos procedían de personas no fumadoras, mientras el 13 por ciento correspondía a fumadores y un escaso 2 por ciento a ex fumadores, indica en el texto la reportera Elena Johson, quien señala que los resultados llevaron a algunos científicos a considerar la posibilidad de que la nicotina podría proteger del virus.
Sin embargo, estudios recientes han constatado que dicha afirmación se encuentra incompleta y, de hecho, es refutable. Una reciente investigación de la Universidad de California, en San Francisco, analizó los datos de más de 8 mil jóvenes que contestaron la Encuesta Nacional de Salud, y contrastó la información con los indicadores de riesgo determinados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, con la intención de averiguar la vulnerabilidad de los jóvenes a contraer la COVID-19, señala Johnson en el diario británico.
Los resultados del estudio constataron que, si bien el 32 por ciento de los encuestados contaba con condiciones preexistentes que les pondría en riesgo, al eliminar de la ecuación a los fumadores y a quienes usaban cigarrillo electrónico para contemplar exclusivamente a los no fumadores, el porcentaje se redujo a un 16 por ciento, la mitad del resultado original, indica The Guardian.
Por su parte, La Sociedad para la Investigación de la Nicotina y el Tabaco examinó a más de 11 mil enfermos de COVID-19 y determinó que un 30 por ciento contaba con el tabaco en sus antecedentes, además de constatar que su enfermedad evolucionó de formas más graves, en contraste un 17.6 por ciento de los no fumadores registró un síntomas críticos. El artículo de Johson informa que el estudio concluyó que "el tabaquismo es un factor de riesgo para la progresión de la enfermedad", además de que los fumadores cuentan con una probabilidad de desarrollar síntomas graves de casi el doble.
“Recent evidence indicates that smoking is associated with a higher likelihood of #COVID19 progression, including increased illness severity, ICU admission or death,” says UCSF's Sally Adams, author of a new study of the disease's impact on young adults. https://t.co/RbR1FharP8
— UCSF Health (@UCSFHospitals) July 13, 2020
FUMAR NO ES BENEFICIOSO PARA LA SALUD PULMONAR
El doctor David Christiani, profesor de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard señala en el artículo que "los productos del tabaco causan inflamación en las vías respiratorias y afectan la inmunidad pulmonar, lo que hace a las personas más susceptibles a la infección en general".
Así, los fumadores cuentan con una probabilidad mayor de contagio, gravedad de los síntomas y de fallecimiento, según afirma Michael Siegel, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.
A los riesgos para la salud por el consumo de tabaco, se suma el papel contraproducente que conlleva la nicotina en la pandemia. Pese a ser "joven y muy sano", un fumador de cigarrillos electrónicos "si tiene COVID-19, sólo hace falta mirar esa nube de humo a su alrededor para suponer que podría haber virus activos en toda la nube", indica Christian.
Además, Johnson afirma que, independientemente de la distancia social, un fumador habitual no suele hacer uso de la mascarilla por lo que las partículas presentes en el humo de cigarro podrían dispersarse por ráfagas de viento y penetrar en algunas mascarillas diseñadas sólo para proteger de las gotas.
Pese a que la recomendación de los expertos es la de deshacerse de este hábito, para quienes utilizan el cigarro electrónico como el primer paso para dejar de fumar, la situación se complica. "Lo ideal sería que esas personas dejaran de usar cigarrillos electrónicos. Sin embargo, la realidad es que si intentan dejarlo, existe la posibilidad de que vuelvan a fumar", explica Siegel.