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Abusos sexuales contra menores y agresiones generan protestas en centros de migrantes de EU

04/08/2018 - 12:10 pm

Otro dramático caso se presenta en un centro de detención para inmigrantes en Texas, donde una mujer embarazada con 32 semanas de gestación sigue retenida por ICE a pesar de su delicada condición.

La mujer ha mostrado gran cantidad de síntomas preocupantes en la última semanas incluyendo fatiga, dolor abdominal y “sangrado vaginal serio”. Ella se encuentra detenida con sus tres hijos menores de 12 años.

El Centro para la Educación y Servicios Legales de Refugiados e Inmigrantes (RAICES, en inglés), organización de defensa de los inmigrantes y refugiados, confirmó ayer viernes que decenas de padres indocumentados retenidos en el centro de detención de Karnes, en San Antonio (Texas), realizaron una huelga de hambre para pedir que los pongan en libertad junto a sus familias.

Ciudad de México, 4 de agosto (AP/La Opinión/SinEmbargo).- La crisis que miles de migrantes viven en Estados Unidos, con la política de Tolerancia Cero del Presidente Donald Trump, ha exhibido también las diversas violaciones a sus derechos humanos y malos tratos a los que se han tenido que enfrentar en los Centros de Detención.

Los recientes casos de abuso sexual contra menores migrantes en estos centros se han recrudecido. Esta semana se informó de la detención de un ex empleado de uno de estos centros en el área de Phoenix. Levian Pacheco está acusado de abusar sexualmente de ocho adolescentes varones. También se informó que el detenido es VIH positivo y que algunos de los adolescentes que fueron víctimas han optado por someterse a exámenes de detección del virus.

Documentos de la corte muestran que Levian Pacheco enfrenta varios cargos a raíz de incidentes que presuntamente ocurrieron entre agosto de 2016 y julio de 2017 en el centro Southwest Key, en Mesa. ProPublica fue el primer medio en reportar el caso.

Las autoridades afirman que Pacheco sostuvo relaciones sexuales con dos chicos y tocó a otros seis, todos entre 15 y 17 años en ese entonces.

Además, un empleado en otro centro de Southwest Key, Fernando Magaz Negrete, es sospechoso de abusar sexualmente de una migrante de 14 años.

De acuerdo con las autoridades, Magaz besó y manoseó a la menor en su habitación dentro de las instalaciones el 27 de junio. Su compañera de cuarto, de 16 años, fue testigo de los hechos. La policía señaló que las grabaciones de las cámaras de vigilancia muestran a Magaz, de 32 años, acercándose a la habitación varias veces durante la noche, aunque la habitación en sí estaba fuera del alcance de la cámara.

Southwest Key ha despedido a Magaz. Se desconoce si cuenta con un abogado.

La organización sin fines de lucro con sede en Texas, la más grande en ser contratada por el gobierno de Estados Unidos para hospedar a menores migrantes, se encuentra bajo escrutinio por sus prácticas en varios albergues en el suroeste del país. Muchos de los más de 2 mil niños que fueron separados de sus padres después de cruzar la frontera sin autorización legal han sido retenidos en centros de Southwest Key

En las últimas semanas, ProPublica ha dado a conocer un reporte en el que se indica que desde 2014 la policía respondió a por lo menos 125 llamadas sobre delitos sexuales en albergues que hospedan principalmente a niños migrantes. El reporte detalla un incidente ocurrido en 2015 en un albergue operado por Southwest Key en Tucson, Arizona, en el que las autoridades dijeron que un empleado tocó la entrepierna de un hondureño de 15 años por encima de su ropa. El trabajador fue despedido y posteriormente acusado de abuso sexual.

Un centro de detención de migrantes de Southwest Key. La organización sin fines de lucro con sede en Texas se encuentra bajo escrutinio. Foto: AP

MUJER EMBARAZADA DETENIDA, EN RIESGO

Otro dramático caso se presenta en un centro de detención para inmigrantes en Texas, una mujer embarazada con 32 semanas de gestación sigue retenida por ICE a pesar de su delicada condición.

La mujer ha mostrado gran cantidad de síntomas preocupantes en la última semanas incluyendo fatiga, dolor abdominal y “sangrado vaginal serio”, informó el Daily Beast.

La mujer fue recluida en el centro de detención de familia Dilley en Texas el 27 de julio con sus tres hijos, todos menores de 12 años. A su esposo lo enviaron desde entonces a otro centro de detención.

Defensores de la comunidad inmigrante están preocupados por la salud de la mujer que atraviesa la mitad de su tercer trimestre de gestación, situación que podría estar violando la política del gobierno.

Katy Murdza, directora de defensa del proyecto Dilley Pro Bono, que representa a la mujer, dijo a Daily Beast que la mujer recibió vitaminas prenatales pero no ultrasonido, ya que la instalación no tiene un ginecólogo.

“Está preocupada por lo que sucedería si comienza su trabajo de parto en el centro de detención”, le dijo Murdza al Daily Beast. “Estamos a una hora y 15 minutos de San Antonio. Ahí es donde está el hospital más cercano “.

Bajo el gobierno de Barack Obama ICE tenía como política liberar a las mujeres embarazadas por defecto, excepto cuando las circunstancias eran “extremas”.

En marzo de este año, bajo los nuevos lineamientos del gobierno Trump la agencia anunció que estarían anulando esa regla y que ya no liberarían automáticamente a las mujeres embarazadas bajo custodia.

Sin embargo, en el mismo anuncio ICE sostuvo que “en general, en ausencia de circunstancias extraordinarias, ICE no detendrá a una mujer embarazada durante el tercer trimestre del embarazo”. Sin embargo este caso estaría yendo en contra de esta directriz.

Murdza asegura que este es el tercer caso que su organización ha visto recientemente. Cinco mujeres embarazadas dijeron a Buzz Feed que habían sufrido abortos espontáneos debido a las pésimas condiciones de las instalaciones del gobierno, algunas dijeron fueron esposadas ​​alrededor del estómago.

MANIFESTACIONES

El Centro para la Educación y Servicios Legales de Refugiados e Inmigrantes (RAICES, en inglés), organización de defensa de los inmigrantes y refugiados, confirmó ayer viernes que decenas de padres indocumentados retenidos en el centro de detención de Karnes, en San Antonio (Texas), realizaron una huelga de hambre para pedir que los pongan en libertad junto a sus familias.

La asociación con sede en San Antonio, señalaron a EFE que disponen de cartas y grabaciones de llamadas telefónicas que confirman que los progenitores efectuaron el jueves una huelga de hambre.

Según Jorge Estévez, portavoz de esta organización, unos 80 padres con sus hijos se ubicaron en el campo de fútbol dentro del recinto y se rehusaron a recibir alimentos.

“Los menores, que reciben clases de educación, tampoco asistieron ni desayunaron”, dijo Estévez, quien agregó que los agentes del centro de detención se acercaron para pedir a los detenidos a que no continúen la huelga de hambre.

Por su parte la oficina en Texas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas rechazó que se hubiera realizado una huelga de hambre y que se trató mas bien de una reunión de “al menos 50 personas en uno de los espacios del centro de detención que buscaban respuestas a sus dudas sobre el proceso que se le sigue”.

“El Servicio de Inmigración y Aduanas no es en realidad una agencia que promueva la transparencia”, opinó Estévez en declaraciones a EFE.

El portavoz concuerda que efectivamente los agentes se acercaron a los detenidos para ver qué estaba pasando y quizás lo hicieron “para ponerles un alto”.

En una de las cartas difundidas por RAICES, un padre de familia detenido en Karnes y que ha sido recientemente reunificado con sus hijos, solicita a un juez de inmigración que los ayude “a ser liberados”.

De acuerdo a Estévez, hay un malestar generalizado y acrecentado con la detención de los inmigrantes que fueron separados de sus hijos y vueltos a juntar después de varios meses.

“La situación es delicada para los más de 450 padres detenidos, muchos de ellos con hijos. Lo único que podemos hacer es charlar con ellos y tener cautela porque no sabemos si existe algún tipo de represalia en su contra”, señaló.

MEXICANA MUERE EN CUSTODIA DEL ICE

El pasado 26 de julio, Augustina Ramírez-Arreola, de 62 años, recluida en el Centro de Detención de Otay-Mesa a la espera de deportación, murió después de ser sometida a una cirugía en un hospital de La Mesa (California).

Según ICE, la mexicana, que había intentado ingresar en 2013 a EU, solicitó la admisión al país en el puesto fronterizo de San Ysidro (California) el pasado 21 de mayo.

Un juez de inmigración ordenó la deportación de la mexicana el pasado 23 de julio.

Según ICE, la mexicana, que había intentado ingresar en 2013 a EU, solicitó la admisión al país en el puesto fronterizo de San Ysidro (California) el pasado 21 de mayo.

Un juez de inmigración ordenó la deportación de la mexicana el pasado 23 de julio.

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