Antes de ser conocido por ocupar puestos estratégicos, Alfredo Castillo Cervantes se desempeñó como Subprocurador Regional del municipio de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, e incluso encabezó la Procuraduría de esa entidad. Fue en 2014, cuando por encomienda del propio Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que se instaló como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, donde cobró relevancia a nivel nacional, pero ese puesto significó también su peor momento. De Michoacán, Castillo salió en medio de acusaciones por ligas con el crimen y de reclamos por el encarcelamiento del doctor José Manuel Mireles. Desde abril de 2015 se refugió en la Conade, donde su gestión no ha pasado desapercibida, pues puso a México en riesgo de quedar fuera de los juegos Olímpicos de Río 2016.
Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).– El ahora presidente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes, de oficio abogado, ha recibido innumerables señalamientos por parte de atletas de alto rendimiento desde que comenzó su gestión en dicho organismo. Antes, el mismo personaje fungía como cabeza de seguridad en Michoacán, una entidad incendiada por la violencia y la fuerte penetración del crimen organizado entre las autoridades. Ahí fue acusado de pactar con células criminales y se le responsabilizó de haber dejado un legado de desapariciones y ejecuciones, así como por el encarcelamiento del líder de los autodefensas, el doctor José Manuel Mireles Valverde.
En el sector público, Alfredo Castillo Cervantes ha ocupado diversos cargos en la Procuraduría General de la República (PGR), donde en 2002 fungió como asesor del entonces Procurador Rafael Macedo de la Concha; posteriormente estuvo en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) como director de Concertación, Modernización y Profesionalización, y ahí fue también director de Servicios de Seguridad Privada; luego se desempeñó como director del área de Planeación de la ahora extinta Agencia Federal de Investigación (AFI). También fue Subprocurador regional del municipio de Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México.
En 2010, el entonces Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, designó a Castillo Cervantes la Procuraduría General del Estado de México (PGJEM), luego del escándalo que su antecesor, Alberto Bazbaz, protagonizó por la desaparición y muerte de la niña Paulette. Castillo fue Procurador del Edomex hasta 2012, y luego se integró al equipo de Peña Nieto en busca de la Presidencia de la República.
Uno de los golpes más polémicos de Castillo al frente de la Procuraduría mexiquense fue la detención de 17 personas involucradas en el robo y la violación de siete menores que se encontraban en un campamento, en el lugar conocido como “El Colibrí”, en el municipio de Chalco. La presentación del video en el interrogatorio a los detenidos y la crudeza con la que se hablaba de los hechos, principalmente las violaciones, generó una serie de críticas por su difusión en los medios de comunicación.
Castillo Cervantes también presentó ante las cámaras de la prensa nacional la detención de Armando Librado Legorreta, mejor conocido como “El Coqueto”, un chófer de autobús de transporte público que transitaba por el Estado de México y acusado de siete feminicidios, seis de ellos ocurridos en la entidad mexiquense y el otro en la capital del país. Sin embargo, una vez atrapado se dio a la fuga en la Subprocuraduría de Barrientos, en Tlalnepantla, debido a un descuido de los policías que lo resguardaban, esto según la versión oficial que ofrecieron las autoridades.
Posteriormente, con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, en diciembre de 2012, Alfredo Castillo se integró a la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la Procuraduría General de la República (PGR), cargo que dejó en mayo de 2013 cuando el Jefe del Ejecutivo lo nombró titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), tras la salida Humberto Benítez, por el escándalo del cierre de un restaurante el cual se llevó a cabo por órdenes expresas de la hija de este, y a quien luego los usuarios de redes bautizaron como #LadyProfeco.
CASTILLO COMO BASTIÓN EN UN MICHOACÁN INCENDIADO
En menos de un año, Alfredo Castillo fue removido del cargo para se nombrado, en enero de 2014, Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán. El funcionario llegó a esa entidad en medio de una crisis de inseguridad, que el gobierno del entonces Gobernador Fausto Vallejo Figueroa fuera incapaz de frenar, detonada por los enfrentamientos entre grupos de autodefensas y el cártel de “Los Caballeros Templarios”.
Su arribo a Michoacán, significó el punto más alto de su carrera: Alfredo Castillo tenía como enmienda pacificar una de las entidades más violentas del país. Sin embargo, su salida de la entidad fue más un “rescate” del Gobierno federal, que la finalización de una gestión productiva.
Como comisionado, Castillo Cervantes se vio inmiscuido en más de lo que aparentaba su cargo. Grupos del crimen organizado estaban haciendo del estado una guerra civil entre bandos del crimen con grupos de autodefensa que pronto se unieron para conjugar otro grupo de choque. Unos, los buenos, protegían a los habitantes de los poblados arrasados por el hambre y la violencia desmedida, el otro, formados por las células diseminadas por los cárteles de la droga, se mantenían inamovibles, pues su principal fuerza, según afirmaron los propios habitantes, era el Gobierno estatal.
Después de haber dimitido como sacerdote de La Ruana, Michoacán, el sacerdote José Luis Segura Barragán, acusó al ex Comisionado de haber legalizado a los grupos delictivos para operar en la zona, tal como fue el caso del cártel de “Los Caballeros Templarios”.
Por su parte, Ana Valencia, esposa de José Manuel Mireles Valverde, fundador de los autodefensas en esa entidad, y encarcelado durante la gestión de Castillo, dijo que su marido había sido traicionado por el funcionaril.
A principios de 2013, el doctor Mireles Valverde se levantó en armas para echar a los “Caballeros Templarios” de Michoacán. A la llegada del Gobierno federal a la entidad, Mireles y grupo colaboraron para recuperar territorios en manos del crimen organizado, pero no aceptó pegarse a la Fuerza Rural que proponía el entonces Comisionado federal Alfredo Castillo. Lo que, para muchos, le costó la prisión en junio de 2014.
Mireles Valverde fue enviado a prisión luego de también haber denunciado públicamente la colusión entre el crimen organizado y el Gobierno priísta de Michoacán, encabezado entonces por Fausto Vallejo Figueroa.
Manuel Mireles, quien fue líder y vocero de las autodefensas en en el municipio de Tepalcatepec, fue acusado por delitos contra la salud y presunta portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
En mayo de 2014 se creó la Fuerza Rural Estatal como parte de un cuerpo de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad y se inició el proceso de transición a la legalidad de las autodefensas ciudadanas. No obstante, muchos presuntos infiltrados del crimen organizado se sumaron a este brazo policial: uno de ellos fue Luis Antonio Torres, “El Americano”, o Estanislao Beltrán, alias “Papá Pitufo”, ligados a un grupo denominado como “Los Viagras”.
Hipólito Mora fue quien desde un inicio informó a las autoridades de los posibles nexos entre “rurales” y criminales, pero a cambio obtuvo un enfrentamiento en Apatzingán, en diciembre de 2014. La refriega dejó como saldo 11 muertos, entre ellos su hijo Manuel Mora.
LA DESPEDIDA DE CASTILLO… EN MICHOACÁN
En sus últimos meses en el cargo, Castillo se tuvo que enfrentar a varios conflictos como el de La Ruana, donde murieron 11 personas entre ellas el hijo del fundador de las autodefensas Hipólito Mora, y otro ocurrido en Apatzingán: un enfrentamiento que terminó con 9 personas muertas y señalamientos de detenciones arbitrarias.
Para el 22 de enero de 2015, luego de un año de haber presidido la función, Castillo Cervantes volvió a ser removido de su cargo. Esta vez en medio de una serie de acusaciones por haber cobijado a los cárteles en la entidad y por cientos de reclamos por el encarcelamiento de Mireles. Fue el propio Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien anunció la dimisión de Castillo y la desaparición de la figura del Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral.
“Porque es indudable que los logros alcanzados han marcado, como dijo el señor Gobernador [entonces Salvador Jara] un antes y un después, logros que están a la vista de todos y que son reconocidos por los michoacanos, quienes piden que la labor del comisionado en el estado continúe, pero también ha habido voces de distintos partidos, candidatos, aspirantes, que de cara al proceso electoral han buscado politizar su permanencia y opacar los resultados, precisamente por ello y porque el presidente de la República confiere la mayor importancia a las instituciones democráticas, a sus procesos y tiempos ha tomado la decisión de que el comisionado Alfredo Castillo concluya su encomienda para incorporarse a nuevas responsabilidades en el gobierno de la República”, dijo en su momento Osorio Chong.
Castillo dejó tras de sí vestigios de una entidad salpicada de corrupción y violencia, pero además el cinismo ahogó en sus propias palabras al ahora titular de la Conade.
“Aunque algunas voces pregonen lo contrario, hoy Michoacán ya no es como antes: la estructura criminal está prácticamente desarticulada, la gran mayoría de la dirigencia criminal ha sido abatida o capturada”, presumió el funcionario a su salida de la entidad.
Si algo ha caracterizado a Castillo Cervantes es sin duda su función de apagafuegos de Peña Nieto, y sus actuaciones han estado permanentemente bajo los reflectores mediáticos.
EL NUEVO VERDUGO DE LOS ATLETAS
Castillo Cervantes olvidó pronto el legado de impunidad en Michoacán y se incorporó a la Comisión de Cultura Física y Deporte en México (Conade), el 17 de abril de 201. El ahora deportista Alfredo Castillo sustituyó a Jesús Mena Campos, ex clavadista ganador de una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Dicha designación fue hecha por el Presidente Enrique Peña Nieto a casi tres meses de haber dejado Michoacán.
Alfredo Castillo llegó a la Conade sin ningún antecedente en este rubro. Sin embargo, detrás de él llevaba arrastrando una serie de escándalos. Con esa misma retórica incursionó en el deporte y no ha defraudado a su historial turbulento.
El primer paso de Castillo Cervantes fue fiscalizar el dinero que la Conade daba a las federaciones y al encontrar irregularidades –como facturas falsas, largos periodos de dirigencia, abusos de autoridad y desfalcos– decidió abanderarse en una cruzada que tuvo a la participación mexicana en Río 2016 pendiendo de un hilo.
Las medidas despertaron inconformidades de inmediato. Sin embargo, lejos de relajar su imposición decidió llevar las cosas un paso más allá y pidió a federaciones internacionales que desconocieran a sus filiales en México; además realizó otro tipo de maniobras, como apoyar las ligas de beisbol profesional para que se desvinculen de su Federación.
La primera “desconocida” internacionalmente fue la Federación de Lucha Olímpica y ante la situación otras nueve federaciones mexicanas [box, atletismo, pesas, boliche, lucha, tiro con arco] se unieron para emitir un comunicado al Comité Olímpico Internacional (COI) que explicaba lo que se estaba viviendo.
Carlos Padilla, titular del (Comité Olímpico Mexicano) COM, se encargó de enviar el mensaje a Thomas Bach, titular del COI y, según Padilla, éste consideró que ya es una intromisión excesiva del Gobierno federal, acción que va en contra de la Carta Olímpica.
MALA ADMINISTRACIÓN, PÉSIMAS DECISIONES
La Conade ha dejado de darle recursos a algunas federaciones, sin importarle que dicho presupuesto estuviera etiquetado desde 2014. Esto ha afectado a atletas, como los de tiro con arco, entre los que se encuentra la medallista olímpica Aída Román, que deben pagarse sus viajes para competir o los boxeadores que “botearon” en la calle para ir al Mundial, por plaza olímpica.
“Castillo sabrá de política, de cómo meter a la cárcel a delincuentes y desafortunadamente estamos recibiendo un trato como si fuéramos delincuentes, yo me siento así”, expresó Aida Román, medallista olímpica mexicana.
Las federaciones nacionales en México son Asociaciones Civiles que reciben dinero del Gobierno federal para desarrollar su deporte. Sin embargo, a pesar de que deben comprobar ese recurso a la Conade, la rendición de cuentas de todo su trabajo se la deben a sus federaciones internacionales.
La Conade ha dejado de darle recursos a algunas federaciones, sin importarle que dicho presupuesto estuviera etiquetado desde hace dos años.
LA OTRA DICTADURA, AHORA CON ATLETAS MEXICANOS
Atletas de alto rendimiento incluso denunciaron represalias por parte de la Conade en diciembre pasado. Reunidos en la mesa de debate “Deportistas Sin Miedo”, el fondista Juan Luis Barrios, el marchista Éder Sánchez, y la velocista Zudikey Rodríguez, así como los remeros Patrick Loliger y Alan Armenta exhibieron algunas de las conductas adoptadas por las autoridades deportivas.
Acusan que se lleva una “guerra sucia”en contra de los deportistas que critiquen o estén en desacuerdo con el organismo que encabeza Alfredo Castillo Cervantes. También se habló de amenazas dentro de la Federación de Atletismo que dirige Antonio Lozano.
“En atletismo estamos totalmente amenazados. La gente que está en contra del presidente de esta Federación nos bloquean. En atletismo hay entrenadores amenazados si hablan y castigan a sus deportistas si clasifican a eventos internacionales”, dijo Israel Benítez, ex velocista veracruzano.
Desde que Castillo Cervantes recibió esta designación ha buscado siempre la confrontación, amenazando con destituciones, cárcel y auditorias. De esta forma pretende poner orden en las federaciones deportivas y a sus atletas, “alineándolos” a cómo dé lugar.
Por tal forma de mando, Castillo estuvo a punto de poner a México fuera de los Juegos Olímpicos de Río 2016, próximos a celebrarse.
La Senadora y ex atleta Ana Gabriela Guevara había afirmado que “es injusto lo que está pasando, es injusto que a México se le señale porque tiene problemas de delincuencia. El deporte es lo más bueno que puede tener un país y lo estamos ensuciando desgraciadamente”.
Sin embargo, el titular de la SEP, Aurelio Nuño, ha respaldado tácitamente las acciones emprendidas por Castillo desde su llegada:
“[Alfredo Castillo] tiene mi respaldo. Necesitamos seguir avanzando en poder tener mayor claridad y orden en materia de deportiva. Tiene mis instrucciones de poder seguir avanzando pero generando los consensos y acuerdos que se requieren”.
Esto después de haberse iniciado una disputa entre el Comité Olímpico Mexicano y la Conade sobre la injerencia de la dependencia gubernamental en ratificar o no las federaciones de cada deporte. Se envió una carta al Comité Olímpico Internacional (COI) firmada por 10 federaciones mexicanas del deporte en la que se denunció la intervención de la Conade.
En respuesta, el COI había alertado que México podría ser suspendido de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 si la Conade no ponía fin a la injerencia sobre las federaciones y los comités deportivas nacionales.
Días después se dio a conocer el acuerdo con el Comité Olimpico Mexicano en el que expresó su respeto al COI y a la Carta Olímpica, pero a su vez exigió a las federaciones deportivas la correcta comprobación de recursos financieros.
En el convenio de cinco puntos, el COM reconoce a la Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) como la instancia máxima del deporte nacional en el país y la Conade reconoce al COM como la máxima instancia del deporte olímpico federado. El documento fue revelado tres días después de que el COI desestimara la posibilidad de que México sea excluido de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
En el documento, Castillo expresó su respeto al principio de autonomía del movimiento olímpico y se comprometió a evitar realizar cualquier actividad que pudiese interferir con el mandato interno del COM y de las federaciones deportivas locales.
FASTUOSIDAD Y EL DESDÉN A LOS JÓVENES ATLETAS
La desorganización y falta de atención, así como de sensibilidad ha provocado que se ignoren decisiones fundamentales y sobre todo, se subestime el apoyo que se debe de otorgar a futuras generaciones de atletas profesionales en el país.
El pasado 12 de junio decenas de niños procedentes del estado de Tamaulipas se vieron obligados a dormir en el suelo del lobby de un hotel, después de que, supuestamente, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte no pagara las habitaciones para que pudieran descansar a su llegada a Mazatlán, Sinaloa, para participar en la Olimpiada Juvenil 2016 que se desarrolla en dicho municipio.
Los más de 100 niños llegaron a territorio sinaloense y al intentar entrar a sus habitaciones se encontraron con la sorpresa de que no estaban pagadas.
A través de las redes sociales los padres de los niños que acompañaban a sus hijos en el viaje informaron que la Conade era la institución encargada de costear el hospedaje, situación que no aconteció, por lo que tuvieron que pasar la noche en el lobby del hotel.
Además, los padres denunciaron que la transportación de los niños no fue la adecuada, ya que no hubo recursos para el traslado a las sedes del evento deportivo, por lo que los menores fueron llevados en camionetas de carga.
Sin embargo, reportes periodísticos señalan que la Conade cubrió los gastos de Castillo a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, donde además le fue cubierta la cuota de comidas, telefonía celular, Internet y demás sin que las facturas o recibos fueran exhibidos.