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Todos sobrevivimos a algo en este mundo y eso nos da fortaleza: Susana de Murga

04/07/2023 - 3:41 pm

La escritora Susana de Murga habló con SinEmbargo sobre su novela El dolor de la memoria, un texto en donde expone la dolorosa realidad del narcotráfico y las otras violencias a las que estamos expuestos todos, incluso en nuestro propio hogar.

Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).– “Todos en este mundo somos sobrevivientes de algo y eso nos va dando fortaleza”, compartió en entrevista la escritora Susana de Murga al hablar sobre su novela El dolor de la memoria (HarperCollins), una historia en la que Mariano, el protagonista, es secuestrado y llevado a través de un periplo desde el Estado de México a Guerrero, un trayecto que desencadenará heridas y violencias que lo lastimaron en la infancia.

La escritora comentó que la inspiración sobre esta novela vino de un secuestro real que ocurrió en el Estado de México hace algunos años. “Tuve acceso a entrevistar a una de las personas que tuvo la mala fortuna de estar ahí, y él me cuenta toda su historia, todas estas peripecias y de ahí surge la necesidad de compartir esta historia, sobre todo porque al ser un secuestro múltiple a cargo de un brazo armado del narcotráfico me pareció que representaba un poco la situación social que estamos viviendo”.

Y bueno, señaló, “como es el dolor de la memoria, en el camino apareció este otro dolor que guardaba el personaje y que abre otra línea narrativa, pero que me pareció que convergen muy bien y además se amalgaman, no para perjudicarlo sino para ayudarlo”.

El dolor de la memoria, de Susana de Murga.

Así mientras Mariano, un joven estudiante de medicina, trata de enfrentar la situación a la que lo tienen sometido sus captores —quienes lo secuestran una tarde en la que disfruta de un paseo en moto con sus amigos— de su pasado le converge el abuso que vivió de menor, el cual había enterrado en su interior.

“A mí me asombra que el proceso de interiorización de ese dolor lleva años, es la verdad, y eso quise dejarlo muy claro en la novela para un niño que no puede hablar o para cualquier violentado que no puede hablar, necesita de verdad mucho tiempo para poderlo externar y, además, sucede algo que es muy triste, el cuerpo y la mente se acostumbran a que no hablando se protegen, entonces cuando se denuncia por primera vez algo de ese tamaño se siente como si uno mismo se estuviera traicionando y la verdad es que no es así, lo cierto es que hablar es liberador, pero ha sido tanto el silencio por años que se siente como una autotraición, entonces dices ‘hasta ahí llega el daño de un abuso’”, expresó la autora.

Susana de Murga indicó en ese sentido que la memoria no sólo está constituida por pensamientos o recuerdos de imágenes sino también por sensaciones, entonces, explicó, es muy común que un recuerdo que está enterrado en lo más profundo de la memoria aflore, cuando se repite esa sensación que se guardó.

En la novela, además de las tramas centrales se tocan otros tópicos de manera tangencial, uno de ellos el narcotráfico, a través de una visión de sus integrantes que trata de explorar el lado “humano” de estas personas.

“Había una intención de humanizar a los captores, no por redimirlos sino simplemente porque me parece que esa es la realidad, todos vamos tomando en esta vida decisiones y definitivamente los secuestradores toman la decisión de secuestrar o de aliarse al crimen organizado, pero eso no les quita sus papeles, sus diferentes roles, de padres de hijos”, señaló.

De esta manera el lector irá viendo cómo en el trayecto que hacen Mariano junto a un grupo de personas privadas de su libertad, verá como poco a poco se va quedando sólo con sus captores al tiempo que las circunstancias lo obligarán a relacionarse con ellos de una manera imprevista.

“Viajan realmente porque los empieza a buscar el ejército, empiezan a caminar, pero cuando quise meter esto del pasado me pregunté ‘¿no está demasiado dramático, no van a decir qué mala suerte tiene este tipo? y dije ‘no, entra perfectamente, porque en la vida no nada más nos pasa una vez una cosa’ y, además, precisamente en esta situaciones límites es cuando aparecen estos recuerdos escondidos, aquí no se trata de coincidencias sino de caminar sobre lo que nos sucede a diario a todos, y que a través de Mariano podemos hacerlo”, puntualizó.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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