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Gustavo de Hoyos Walther

04/07/2023 - 12:04 am

La ciudadanía al poder

“La verdad sea dicha: el método beneficia a quienes cuentan con estructuras partidistas a su servicio. Esto es particularmente cierto en el caso del requisito de obtener cientos de miles de firmas en un plazo reducido”.

“Se esperaría que el proceso aprobado estableciera una plataforma para que las ideas y proyectos de los candidatos de extracción ciudadana fueran conocidos por los ciudadanos”. Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro.

La gran novedad política, en el último par de años, es el ascenso de la sociedad civil a un lugar prominente.

Muchos ciudadanos se dieron cuenta de que su voz debe ser escuchada y que su participación es determinante para el futuro de México. Un gigante despertó.

Esta sociedad civil activa ha actuado con sabiduría, pues en ningún momento ha tratado de sustituir a los partidos políticos y más bien ha buscado trabajar en colaboración con ellos para pensar, juntos y unidos, el país que todos anhelamos.

El reciente acuerdo cívico-partidista para definir un método de elección de la candidatura presidencial común de la oposición representa, sin duda, un gran avance en la dirección correcta. Los partidos mostraron vocación democrática al renunciar a elegir, de la manera tradicional, al candidato presidencial. Todo esto debe convocar nuestra aprobación.

No obstante, la premura con que se ha realizado el acuerdo ha hecho que existan imperfecciones y riesgos de orden jurídico y político. Quizás el más relevante de ellos sea el que se refiere a las barreras para que una candidatura de extracción totalmente ciudadana pueda tener éxito.

La verdad sea dicha: el método beneficia a quienes cuentan con estructuras partidistas a su servicio. Esto es particularmente cierto en el caso del requisito de obtener cientos de miles de firmas en un plazo reducido.

En adición a eso, la medición de reconocimiento mediático desde el principio del proceso, determina un desbalance competitivo que pone en desventaja a los aspirantes que no tienen origen en la clase política, al competir con políticos tradicionales con exposición mediática de 20 o más años.

Se esperaría que el proceso aprobado estableciera una plataforma para que las ideas y proyectos de los candidatos de extracción ciudadana, o que no han participado tradicionalmente en la política, fueran conocidos por los ciudadanos. Lamentablemente, no fue así.

Para lograrlo, se debieron introducir mecanismos de acción afirmativa en favor de quienes no cuentan con el apoyo de los partidos. Habría sido una buena idea poner el piso parejo.

Pero no hay que bajar los brazos. Si, por ahora, está vedado el camino para un candidato no partidario a la Presidencia de la República, no tiene porqué ser así en el caso de candidaturas a gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales, alcaldías, regidurías y sindicaturas.

Es necesario abrir estas posiciones de representación popular a ciudadanas y ciudadanos con capacidad de liderazgo. Hay mucha gente con buenas ideas y proyectos que sólo necesita que le den un pequeño impulso para contribuir a la grandeza de México y a un país ganador. Esa es la base del nuevo acuerdo que está llamada a construir la oposición si quiere tener éxito electoral.

Desde Alternativas por México, una asociación civil conformada para acelerar el desarrollo de liderazgos de la sociedad civil, pronto se fortalecerá un gran esfuerzo nacional para que muchas mexicanas y mexicanos de gran valor, puedan dar el paso del activismo social a la política. Ya es la hora de los ciudadanos.

Gustavo de Hoyos Walther
Abogado y empresario. Ha encabezado diversas organizaciones empresariales, comunitarias, educativas y filantrópicas. Concentra su agenda pública en el desarrollo de líderes sociales (Alternativas por México), la participación ciudadana en política (Sí por México) y el fortalecimiento del estado de derecho (Consejo Nacional de Litigio Estratégico).

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