La primera edición del Pre Festival de Verano con la Sinfonietta evidentemente estuvo marcada por la pandemia, pero también por la esperanza, pues se constató toda la potencia con la que vuelve la música en los escenarios y ganas que hay por parte de los músicos por volver a encontrase por el público.
Morelia, Michoacán, 4 de julio (SinEmbargo).– La primera edición del Pre Festival de Verano con la Sinfonietta llegó a su fin. La noche de este sábado, el Teatro Ocampo fue testigo de la culminación del trabajo de 39 jóvenes guiados por el director de orquesta colombiano Juan Felipe Molano.
Este evento que se desprende del Festival de Música de Morelia funcionó como aliciente para la música de cámara de México, pues gracias a su realización regresaron de nueva cuenta los conciertos con público presencial después de 16 meses de inactividad que representó para muchos músicos la pandemia.
“El Pre Festival de Verano ha sido en renacer, volver a los escenarios, volver a encontrarse a músicos en persona, hacer música, pasar de la desafinación a la afinación, pasar de la desincronización a la sincronización. Han sido dos semanas muy emotivas, muy llenas de emociones”, destacó en conferencia Juan Felipe Molano.
Este fue el quinto concierto de la Pre Temporada de Verano engalanado por la flautista estadounidense Eleanor Weingartner con la que se presentó repertorio de Wolfgang Amadeus Mozart.
Durante este encuentro también se presentó “Noche Mexicana“ del michoacano Miguel Bernal Jiménez y obra del compositor ruso Ígor Stravinski.
EL REGRESO DE MÚSICA DE CÁMARA
Ser nuevamente director de la Sinfonietta en tiempos de pandemia significó todo un reto para Juan Felipe Molano, quien señala que el artista es un ser emotivo y ahora con las medidas sanitarias uno debe abstenerse de la efusividad y cuidarse todo el tiempo.
“Es un reto de muchas índoles, está el social cuando todos estamos en orquesta nos abrazamos, repartimos mucho, y en esta ocasión teníamos que medir el distanciamiento social, teníamos que estar cuidándonos”, detalla.
“A veces pienso que en otra vida era músico y ahora volví a ser músico tras 16 meses”, destaca.
El Pre Festival dio muestra de que al Sinfonietta, que fue conformada por nuevas promesas en la música provenientes de nueve estados del país, es una gran iniciativa que impulsa a la formación y perfeccionamiento para jóvenes músicos.
La música misma, a través de cada historia de estos jóvenes, ha demostrado que el arte es parte fundamental en la vida del ser humano y muchas veces salva.
Molano reflexiona justo en el papel que ha tomado el arte en medio de la pandemia por la COVID-19 y acusa que aún queda mucho trabajo que hacer respecto a la representación y valor que debería tener sobre todo para la sociedad y los más jóvenes:
“Tenemos que trabajar mucho para que las artes realmente se conviertan un derecho fundamental, de todos. Para que los niños puedan tenerlos en sus escuelas como parte de su formación, que los jóvenes puedan ir a eventos y conciertos como parte de su formación también, al igual que los adultos, que al arte se vuelva en algo esencial”.
“Algo que descubrimos (en la pandemia) es que cuando se decían cuáles eran las actividades esenciales, y como recuerdan no éramos nosotros, y lo entendíamos porque estamos en el comienzo de una pandemia y habría que restringir todo, pero mi reflexión es que debemos seguir trabajando todo desde muchos lados para que el arte sea esencial que realmente veamos esa necesidad”.
La primera edición del Pre Festival de Verano con la Sinfonietta evidentemente estuvo marcada por la pandemia, pero también por la esperanza, pues se constató toda la potencia con la que vuelve la música en los escenarios y ganas que hay por parte de los músicos por volver a encontrase por el público.