Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo revela que el sueldo mensual promedio del 10 por ciento más rico alcanza los 7 mil 475 dólares (142 mil 25 pesos a tipo de cambio de 19 por dólar) y el del 10 por ciento más pobre sólo llega a 22 (418 pesos), por lo que los más pobres tendrían que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que logra el 10 por ciento más rico en un año.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).– El 10 por ciento de los trabajadores con los sueldos más altos recibe casi la mitad (48.9 por ciento) de las remuneraciones mundiales, mientras que los que ganan los salarios más bajos percibe sólo el 6.4 por ciento, revela un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el que se alerta de que a mayor pobreza en un país, más desigualdad salarial.
El estudio, presentado este jueves en una rueda de prensa, también indica que el 20 por ciento de los trabajadores con salarios más bajos (unos 650 millones) percibe menos del 1 por ciento del ingreso laboral mundial, en un mercado global donde el sueldo mensual promedio del 10 por ciento más rico alcanza los 7 mil 475 dólares (142 mil 25 pesos a tipo de cambio de 19 por dólar) y el del 10 por ciento más pobre sólo llega a 22 (418 pesos).
"El 10 por ciento más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo que logra el 10 por ciento más rico en un año", ejemplificó el economista del Departamento de Estadística de la OIT Roger Gomis.
Estos nuevos datos muestran que en general la desigualdad de los ingresos laborales a escala mundial ha disminuido desde 2004. Sin embargo, esto no se debe a una reducción de la desigualdad en los países porque la desigualdad de remuneración a nivel nacional está aumentando.
La OIT considera que es consecuencia de la creciente prosperidad en las economías emergentes, específicamente China e India. En general, señalan las conclusiones del estudio, la desigualdad del ingreso sigue siendo un problema extendido en el mundo del trabajo.
Por países, el estudio indica que los menos desarrollados son a la vez los que presentan mayor concentración salarial en las partes altas de la tabla, siendo naciones como RD Congo, Costa de Marfil, Liberia, Níger o Uganda las más desiguales al concentrar su 10 por ciento más rico de trabajadores el 70-80 por ciento del total de ingresos.
En el caso de México, el informe de la OIT lo ubica en el lugar 62 de 190 países analizados, con 30.04 por ciento, superado por otras naciones de América Latina como Venezuela (sitio 12 con 24.87 por ciento), Chile (sitio 34 con 27.97 por ciento), Cuba (sitio 47 con 29.12 por ciento), Argentina (sitio 49 con 29.12 por ciento).
Por debajo de México se ubican países como Puerto Rico (30.18 por ciento), Barbados (30.40 por ciento), Portugal (30.41 por ciento), Corea (30.47 por ciento) y Bangladesh (30.47 por ciento).
El informe compara datos pre y post crisis (con estadísticas de 2004 y de 2017), aunque según la metodología empleada presenta diferentes conclusiones sobre si ha traído o no mayor desigualdad salarial global.
De acuerdo con la OIT, si todos los trabajadores ganaran lo mismo, los trabajadores en el 10 por ciento superior ganarían solo el 10 por ciento del salario. En contraste, si solo se pagara a los trabajadores más ricos, entonces el 10 por ciento del porcentaje más alto sería del 100 por ciento.
En la medición de l OIT, un país está más cerca de la igualdad perfecta si está cercano al 10 por ciento y se ubica en la desigualdad perfecta cuando se acerca al 100 por ciento.
En México, el salario mínimo es tan bajo que aún y con el aumento a 102.68 pesos diarios este 2019 sigue siendo uno de los más precarios de América Latina. Inclusive, la meta prevista para 2024 (176 pesos diarios) será insuficiente para colocar a México a la par que países como Argentina, Chile o Guatemala.
Un estudio presentado en 2018 por el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) reveló que el 61.8 por ciento de los trabajadores mexicanos gana sólo tres salarios mínimos, mientras que el 4.6 por ciento recibe más de cinco salarios mínimos, una disminución de 23.2 por ciento en este sector.