Ricardo Flores, quien estudia el noveno semestre de Ingeniería Mecatrónica en la Universidad del Valle de México, se encuentra en proceso de patentar su “Motor de hidrógeno a partir de agua”, mismo que tendrá un costo aproximado de 20 mil pesos mexicanos.
Ciudad de México, 4 de julio (SinEmbargo).– ¿Imaginan poder sustituir los combustibles fósiles que hacen que la Ciudad de México esté sumergida en una nata de contaminantes? Pues el proyecto denominado “Motor de hidrógeno a partir de agua” busca que los vehículos automotores que usan gasolina, diésel o gas LP funcionen con hidrógeno al 100 por ciento, lo cual reduciría las emisiones contaminantes.
Ricardo Flores Rodríguez, alumno de noveno cuatrimestre de Ingeniería Mecatrónica del Campus Hispano de la Universidad del Valle de México (UVM), desde hace cuatro años trabaja en el diseño y perfeccionamiento del motor. Hoy en día, su creación tiene un avance mayor al 80 por ciento.
En entrevista para SinEmbargo, el joven dijo que la idea surgió tras darse cuenta de la contaminación que aqueja a nuestro país, especialmente a la capital: “estamos en una ciudad donde no se puede respirar aire limpio. Esto nos va a ayudar a que los autos dejen de consumir gasolina porque estamos quitando el sistema de combustible a quienes ya no pueden circular”.
“El aspecto más importante es la contaminación ambiental por el uso de combustibles de origen fósil. Mi intención es distribuir el motor para que la gente pueda adquirirlo en un centro comercial, que sea muy sencillo de colocar en el vehículo para que todos podamos tener un ahorro y cuidar nuestro medio ambiente”, destacó.
Añadió que en el futuro, el mundo deberá encontrar alternativas para reemplazar al petróleo, el gas y el carbón; es decir, los combustibles fósiles.
“Estos generan CO2, que contribuye al calentamiento global. Las fuentes de energía que reemplacen los combustibles fósiles deben ser más limpias y no deben producir más contaminación o cambios climáticos. Como ventaja adicional, estos combustibles deberán ser sustancias que se ubiquen fácilmente y que, idealmente, constituyan fuentes renovables de energía. Pero, ¿cuáles son estas fuentes de energía?, la respuesta es el elemento que más tenemos en la tierra: hidrógeno”, explicó el estudiante.
Asimismo, dijo, el fenómeno mediante el cual se logra se llama hidrólisis. Detalló que una celda electrolítica separa las moléculas del agua, oxígeno e hidrógeno, que es como está compuesta. “Esas moléculas que captamos en gas, después de ser separadas, pasan por un depósito al que llegan y dan potencia al motor del vehículo, mismo que lo hace trabajar al 100 por ciento con hidrógeno como combustible y, como proyecto paralelo, un sistema ahorrador de combustible del rango de 40 a 60 por ciento”, añadió.
Actualmente, Flores Rodríguez se encuentra en proceso de patentar su “Motor de hidrógeno a partir de agua”, mismo que tendrá un costo aproximado de 20 mil pesos mexicanos.
El joven mexicano expuso que están tratando de almacenar el hidrógeno y asegurar que se pueda utilizar en el motor de combustión interna, esto para lograr reducir los niveles de contaminación. Todo el parque vehicular que funciona con motores normales podrá hacerlo con hidrógeno o simplemente tendrá la opción de adaptar el sistema de hidrógeno a automotores de diésel porque además de tener un mayor rendimiento, reducirá costos por el ahorro de gasolina.
Flores planteó que ya se han realizado pruebas a su proyecto y a través de éstas se logró obtener hidrógeno puro: “conseguimos simular el quemador de una estufa para demostrar que ya no se necesita ningún combustible fósil, solamente electricidad y agua para, por ejemplo, calentar tu comida en la estufa que sería prácticamente de pura agua y electricidad”.
La segunda prueba que Ricardo Flores realizó fue con un taxi que utiliza agua común y gasolina, y que circula desde 2014. Desarrolló el sistema ahorrador de combustible que convierte el agua en hidrógeno, mismo que el motor aprovecha para mejorar su rendimiento, informó la institución educativa mediante un comunicado.
El resultado, de acuerdo con el creador, fue que el dispositivo ayudó a ahorrar hasta 20 por ciento del uso total de gasolina y por lo tanto la emisión de contaminantes al medio ambiente, disminuyó.
Además, el vehículo tuvo reducción de vibración y ruido del motor, redujo olores de combustión que salen por el escape, mejoró la respuesta del automóvil al acelerar y, el motor se calentó menos.
El prototipo tiene el beneficio principal de ayudar a tener un ahorro máximo de 20 por ciento en consumo de gasolina, de acuerdo con el testimonio del taxista. “Se tiene estimado que este sistema podría trabajar en vehículos con motor de gasolina más grandes, así como la posibilidad de trabajar con motores diésel y probablemente con los que trabajan con gas LP”, indicó Flores, quien señaló que la unidad está monitoreada constantemente con el fin de observar su desempeño.
El alumno de Mecatrónica espera que su proyecto funcione al 100 por ciento para platicar con transportistas, quienes le han manifestado estar interesados en su invento, “mis amigos son del ramo de transporte público y camionetas de diésel, por lo que se interesaron en el automotor porque éste es más eficiente con diésel, es ahorrador y menos peligroso”.
“Sólo son cuestiones técnicas y de fabricación para que el proyecto funcione como yo espero; debo decir que el sistema para separar el gas no se puede patentar porque ya está hecho, la patente es libre pero se puede registrar el proceso de adaptación a una estufa o bien, a un carro”, manifestó el joven emprendedor.
Finalmente, Ricardo consideró muy necesario un proyecto de esta magnitud, ya que existe el gasto de operación de las unidades transportadoras es del orden de 40 por ciento de combustible en unidades nuevas. En unidades viejas el gasto por combustible abarca el 55 por ciento.