Es la primera vez que una Cumbre de las Américas tiene lugar en Estados Unidos desde 1994, cuando se inauguró esta cita en Miami. Sin embargo, la exclusión de Washington a los presidentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua amenaza con un posible fracaso de la cumbre en Los Ángeles.
Paris, 4 de junio (RFI).- Washington se negó hasta el último momento en revelar la lista de invitados a la Cumbre de las Américas al tiempo que envió emisarios para conquistar la asistencia de los mandatarios de una región en la que el Presidente Joe Biden quiere asegurar el liderazgo de Estados Unidos.
Los presidentes de Chile y Argentina aceptaron participar en la cumbre, pero dejaron sentado su rechazo a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por su parte, el Presidente de Bolivia, Luis Arce, optó definitivamente por no asistir. Otros, como la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y de México, Andrés Manuel López Obrador, condicionaron su presencia a la invitación que realice Joe Biden a todos los presidentes de la región.
“Si Washington no hubiera hecho esta lista inicial de exclusión, eso significaba que la región no tenía disposición a hablar sobre el estado de la democracia. Yo creo que la región en su conjunto esta dispuesta a tener un dialogo sobre la democracia, porque la democracia se está erosionando gravemente y en algunos casos con mucha intensidad a lo largo y ancho de las Américas”, comenta para RFI, Juan Tokatlián, internacionalista de la Universidad John Hopkins y vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella.
Según el experto en temas internacionales, el manejo diplomático de EU de enviar como emisario varios países en particular a Brasil, al Senador demócrata Christopher Dodd constituye una manera de resolver de manera parcial este impase político. Una manera de asegurar la presencia lideres claves en la región.
“Bolsonaro un negacionista en materia de COVID, un mandatario que a traído como ningún otro desde los 60, los militares al centro de la política brasileña, que tiene un record paupérrimo en materia de derechos humanos y medio ambiente… Bueno se ha convertido en el hombre de lujo de una cumbre particular, entonces esto le facilita a Estados Unidos que de antemano la cumbre no fuera un fracaso , vamos a ver como resulta pero de antemano si hubieran faltado los grandes de la región México y Brasil esto hubiera sido crónica de una cumbre fracasada”, indicó el experto.
EL CASO CUBANO
El coordinador de la cumbre Kevin O’Reilly afirmó ante el senado de EU que no se invitaba a Nicolás Maduro porque no se le reconoce como el Presidente de Venezuela, y tampoco a Daniel Ortega de Nicaragua. En el caso de Cuba, fue menos enfático y dejó la decisión a la Casa Blanca.
Cabe señalar que Cuba no fue invitada a ninguna cumbre hasta 2015 en Panamá, como resultado del acercamiento diplomático emprendido por Barak Obama y Raúl Castro. Y en 2018, el Presiente cubano volvió a ser invitado.
“Las dos invitaciones del 2015 y 2018 fueron invitaciones políticas, no jurídicas, no tenía nada que ver la carta democrática interamericana, lo que quiero decir es que aquella inclusión fue política, no jurídica y esta exclusión también es política, no jurídica. Si miramos los tres excluidos, son países en los cuales, al menos Cuba y Venezuela son hoy temas de la política interna de Estados Unidos. En vísperas de una elección de medio término en Estados Unidos, mucho de la decisión, en especial sobre Cuba tiene que ver con la política interna, que con la política internacional”, argumentó.
Sin una agenda clara y con las ausencias de varios mandatarios, la declaración final de la cumbre podría no ser tan trascendental. Juan Tokatlián, resalta que esta controversia de quienes participan y quienes no podría verse reflejada en acuerdos con temas muy generales.
“Hay que tener en cuenta que las dos instancias que se encargan de administrar y gestionar los acuerdos logrados en las cumbres son el BID y la OEA [… ] dos instituciones que están hoy muy debilitadas para la ejecución de un programa para la región y para Estados Unidos”, concluyó.