La historia en el petróleo es bastante cíclica desde la irrupción de la industria del fracking y el shale oil: cuando el petróleo es relativamente caro esta industria se expande y gana cuota de mercado poco a poco en detrimento de la OPEP, hasta que el cártel decide que ya es suficiente e inunda el mercado con petróleo barato hasta que su precio cae por debajo de los costes de producción, que empiezan a reducir sus operaciones y a quebrar.
Por Vicente Nieves
Ciudad de México, 4 de junio (Economía Hoy).- La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados (+) tienen prevista una reunión este mes en la que deben decidir si van a continuar con los recortes de petróleo actuales (9.7 millones de barriles por día) o si comienzan a abrir las espitas poco a poco, aprovechando que el petróleo ha subido un 100 por ciento desde mínimos anuales.
El dilema al que se enfrenta el cártel es complejo. Por un lado pueden prolongar los recortes para lograr un reequilibrio del mercado (oferta y demanda) más rápido y unos precios más altos, pero con el riesgo de dar vida a los productores americanos. Por otro lado pueden empezar a reducir estos recortes (producir más crudo) e intentar mantener a raya por un periodo más largo a los productores de Estados Unidos y Canadá. Ambas decisiones, con sus ventajas y desventajas, generan un complejo rompecabezas para los delegados del cártel y sus aliados que deben resolver este mes.
“En 2017, la política de la OPEP+ de recortar la producción tras inundar el mercado también allanó el camino de la recuperación de la producción de petróleo de esquisto. La OPEP+ debería tener esto en cuenta antes de decidir extender sus recortes de producción por un período demasiado largo”: Commerzbank.
Mantener los recortes ayudará a apuntalar los precios. Un precio más elevado supone unos ingresos más altos para los exportadores de petróleo, pero también para el resto de países productores. Es decir, la industria de fracking y el shale oil de Estados Unidos podría volver al mercado aprovechando que la OPEP asume la carga de los recortes (el problema del gorrón). A medio plazo esto supondría que todo vuelve a empezar de cero para la OPEP: unos productores americanos que ganan cuota de mercado cuando les es rentable producir mientras que la OPEP intenta coordinar movimientos para no perder clientes.
CICLOS DEL PETRÓLEO
La historia en el petróleo es bastante cíclica desde la irrupción de la industria del fracking y el shale oil (petróleo de esquisto): cuando el petróleo es relativamente caro esta industria (concentrada principalmente en Estados Unidos y Canadá) se expande y gana cuota de mercado poco a poco en detrimento de la OPEP, hasta que el cártel decide que ya es suficiente e inunda el mercado con petróleo barato hasta que su precio cae por debajo de los costes de producción de los productores de Estados Unidos y Canadá, que empiezan a reducir sus operaciones y a quebrar.
Es entonces cuando llega el momento de recoger los frutos para la OPEP, durante un breve periodo en el que el petróleo sube de precio y el fracking aún se encuentra grogui. Finalmente, los productores de Estados Unidos y Canadá vuelven a despertar y empieza la historia que ha llevado a Estados Unidos a ser el mayor productor de petróleo del mundo. En esta ocasión ha sido algo diferente porque el coronavirus ha agudizado el desplome de los precios del petróleo justo cuando la OPEP y Rusia empezaban a inundar el mercado de crudo barato, lo que ha producido un colapso sin precedentes para este mercado.
Volviendo a la historia inicial, ahora la OPEP se debate entre mantener los recortes (un petróleo más caro) e insuflar aire al fracking, que ya empieza a despertar (varias firmas han dicho que con el precio actual vuelven a las operaciones) o reducir los recortes, dejar que el crudo caiga quizá un poco o no se recupere más y alargar lo máximo la vuelta de los productores de Estados Unidos y Canadá al mercado. Mientras tanto, el petróleo Brent ronda los 40 dólares por barriles, mientras que el West Texas cotiza cerca de los 37 dólares, niveles en los que la industria del shale oil comienza a ser rentable, ahí está la cuestión.
Hasta ahora Arabia Saudita parece favorecer un período de al menos tres meses más de recortes, mientras que otros productores, incluida Rusia, preferirían que los recortes se prolonguen solo un mes. “Los países más cautelosos podrían tener en cuenta el hecho mantener los recortes actuales durante demasiado tiempo beneficiaría a los productores estadounidenses de petróleo de esquisto bituminoso. Después de todo, el precio actual en 37 dólares por barril vuelve a ser interesante para que más y más compañías de fracking produzcan petróleo de esquisto”, sostiene Carsten Fritsch, analista de materias primas en Commerzbank.
Este experto explica que dos empresas estadounidenses de petróleo de esquisto (una de ellas muy grande) ya han anunciado que tienen la intención de aumentar su producción de nuevo tras haberla suspendido hace solo unas semanas. Tal y como están las cosas ahora mismo, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) prevé que la producción de shale oil ha caído en 1.2 millones de barriles por día (mbd) de media entre abril y junio. Además, vaticina una contracción adicional de 200,000 barriles por día en junio. “Es posible que esta reducción con los precios actuales no se materialice, y la producción puede incluso aumentar de nuevo en la segunda mitad del año”, explica el experto de Commerzbank.
“La pregunta clave es si realmente se necesitan extender los recortes. Los fundamentos en el mercado petrolero están mejorando, gracias a las acciones tomadas por los productores y la recuperación de la demanda. Esto se refleja en el precio, con el Brent operando alrededor del nivel de los 40 dólares. El mercado ya está listo para pasar del superávit al déficit a medida que entramos en la segunda mitad de este año, por lo que una extensión del acuerdo solo acelerará el ritmo al que el mercado reequilibra”, explica Warren Patterson, economista de ING en una nota.
Este experto cree que con estos precios lo normal seria ver la vuelta de los productores de shale de Estados Unidos al mercado, lo que a largo plazo presenta un riesgo por el lado de la oferta para los precios. Los productores de shale, que se rigen por los incentivos del mercado (el precio), has puesto techo al precio del petróleo en los últimos años. El crudo lleva sin tocar los 100 dólares desde mediados de 2014. La OPEP debe elegir entre prolongar los precios bajos e intentar hacer más daño al fracking y al shale oil o recoger ya los frutos a riesgo de desperar a los gigantes americanos.
“En 2017, la política de la OPEP + de recortar la producción tras inundar el mercado también allanó el camino de la recuperación de la producción de petróleo de esquisto. La OPEP + debería tener esto en cuenta antes de decidir extender sus recortes de producción por un período demasiado largo”, sentencia Carsten Fritsch.