El BCE prevé que la economía de la zona del euro crecerá un 5.2 por ciento en 2021 y un 3.3 en 2022. Espera una inflación del 0.3 por ciento en 2020, del 0.8 en 2021 y del 1.3 en 2022.
“Los indicadores más recientes sugieren que se sale de la caída de mayo en la medida en que partes de la economía se vuelven a abrir gradualmente”, expresó Lagarde.
Fráncfort (Alemania), 4 de junio (EFE).- El Banco Central Europeo (BCE) prevé una contracción económica del 8.7 por ciento en la zona del euro este año debido a la pandemia de la COVID-19, dijo hoy en rueda de prensa su presidenta, Christine Lagarde, tras la reunión del Consejo de Gobierno.
Lagarde añadió que “la economía de la zona del euro experimenta una contracción sin precedentes” y que hay señales de que se ha tocado fondo, pero la mejora es leve.
El BCE pronosticó en marzo un crecimiento del 0.8 por ciento en 2020, por lo tanto los nuevos pronósticos del BCE suponen una fuerte revisión a la baja 9.5 puntos porcentuales, según Lagarde. ´
El BCE prevé ahora que la economía de la zona del euro crecerá un 5.2 por ciento en 2021 y un 3.3 en 2022.
En marzo había pronosticado un crecimiento del 1.3 por ciento en 2021, y del 1.4 en 2022; por lo que se ha producido una revisión al alza de 3.9 puntos porcentuales para el próximo año y de 1.9 puntos porcentuales para 2022.
El BCE pronostica una inflación del 0.3 por ciento en 2020 (1.1 pronosticado en marzo), del 0.8 en 2021 (1.4) y del 1.3 en 2022 (1.6 por ciento).
Lagarde añadió que la información de encuestas, indicadores de alta frecuencia y datos duros apuntan “una significativa contracción del PIB real en el segundo trimestre”.
“Los indicadores más recientes sugieren que se sale de la caída de mayo en la medida en que partes de la economía se vuelven a abrir gradualmente”, apostilló la presidenta del BCE.
Por ello. espera que la actividad económica de la zona del euro repunte más en el tercer trimestre del año porque las medidas de contención se relajarán más y tendrá el apoyo de unas condiciones de financiación favorables y de una política fiscal expansiva.
“No obstante, la velocidad y la escala del repunte sigue siendo muy incierto”, según Lagarde.