La uruguaya Juana de Ibarbourou logró saltar a la fama con su primer libro y el reconocimiento por sus obras la llevó, diez años más tarde, a recibir el galardón de Juana de América por parte del Parlamento uruguayo en una ceremonia encabezada por el escritor Juan Zorrilla de San Martín.
Por Federico Anfitti
Montevideo, 4 de junio (EFE).- La poeta Juana de Ibarbourou logró transformarse en un mito literario de la cultura uruguaya gracias a sus versos y dejó un legado que comenzó ahora hace un siglo con la publicación de Lenguas de Diamante, un icónico libro que impactó al mundo hispanohablante.
Transgresora y apasionada, la escritora uruguaya tuvo una carrera que desde sus inicios marcó un antes y un después en la forma de escribir poesía tanto en su país como en el resto de la región.
La publicación de Lenguas de Diamante en 1919, su primer libro, le supuso un salto hacia el reconocimiento que contó con "el espaldarazo" del escritor y filósofo español Miguel de Unamuno, una de las grandes figuras de la Generación del 98, quien se cautivó con su obra.
"Lenguas de Diamante es el primer libro de Juana que marca el comienzo de una carrera que tuvo un inicio explosivo y muy tempranamente la van a transformar en un mito para el Uruguay", contó a Efe Diego Fischer, escritor y biógrafo de la poeta.
Al terminar de escribir este libro, que incluye poemas como La Hora, La Sed, o Vida Garfio, la autora le envió copias a Unamuno junto a una carta dirigida a él.
"Don Miguel (de Unamuno) era la figura consular de la literatura hispanohablante, era el escritor al que toda persona que tuviera pretensiones de hacer una carrera en la escritura le escribía", señaló Fischer.
El impacto que le causó al escritor español fue tal que la respuesta fue inmediata, con una extensa carta en la que analizó sus poemas y le confesó en ella su sorpresa por leer una poesía de tal calidad proveniente de una mujer, pese a su "desconfianza" inicial.
"No es una carta complaciente que diga 'está todo fantástico', se sorprende porque una mujer haya escrito esos versos. 'Una mujer, una novia aquí en España no escribiría versos como los de usted', reconoce la audacia de Juana", contó quien escribió Al Encuentro de las Tres Marías, que narra la vida de la autora.
La carta de Unamuno marca, según Fischer, "la buena estrella de la carrera de Juana" a nivel local e internacional. Además, el filósofo español también se encargó de escribir un artículo sobre la uruguaya en el diario La Nación de Argentina.
"Es un libro que también causó cierto escándalo a nivel de la sociedad montevideana de aquella época porque una mujer que hablaba del amor, de su amante, que invita a su amante a hacer el amor en el campo, es una poesía que tiene algunos poemas con un erotismo muy fuerte y ponía en palabras lo que seguramente la mayoría de las mujeres sentían y no se animaban a expresar", cuenta el biógrafo.
La uruguaya logró saltar a la fama con su primer libro y el reconocimiento por sus obras la llevó, diez años más tarde, a recibir el galardón de Juana de América por parte del Parlamento uruguayo en una ceremonia encabezada por el escritor Juan Zorrilla de San Martín.
"A flor de tierra, amante. Que el tránsito así sea / más breve. Yo presiento / la lucha de mi carne por volver hacia arriba,/ por sentir en sus átomos la frescura del viento". Con versos como estos que pertenecen a 'Vida-Garfio', la poeta "marcó una ruptura" en la literatura latinoamericana.
El reconocimiento y la popularidad de la autora llegó a un nivel tan alto, que incluso sus libros se vendían "tanto o más" que los discos de Carlos Gardel, el más famoso cantante de tango del Río de la Plata.
"Es el mayor mito literario de la cultura uruguaya, la imagen del billete de mil pesos, es una figura que es ineludible a la hora de analizar la literatura uruguaya", opinó Fischer.
Juana de Ibarbourou trascendió fronteras, no solo con el reconocimiento de Unamuno y de la comunidad latinoamericana, sino que hoy, el archivo más grande que existe de la uruguaya, pertenece a la Universidad de Harvard, que lo adquirió en la década de los noventa.
La leyenda de esta poeta, cuya vida estuvo marcada por momentos felices, como también duras etapas como la drogadicción y sufrir violencia machista, sigue vigente ya que forma parte de la cultura uruguaya y sus textos son enseñados a lo largo del ciclo escolar.
En el centenario de Lenguas de Diamante, el Parlamento volvió a homenajear a esta autora y lanzó días atrás una reedición para las escuelas del país, entre otros actos previstos para todo 2019.
El profesor Andrés Echevarría, uno de los organizadores de este evento, dijo a Efe que De Ibarbourou, a quien considera "una revolucionaria en su época", logró la particularidad de escribir por medio de "un lenguaje más local", que ayudó a popularizarse.
"Juana de alguna manera presenta esa sexualidad sin culpa, ese desafío a la muerte y presenta un lenguaje, vocabulario que nosotros lo reconocemos como más cercano y consigue que lectores de cualquier pueblito del Uruguay de alguna manera reconozcan a Juana sin leer poesía", sentenció.
La poeta Ida Vitale, recientemente galardonada con el Premio Cervantes, es la última cara visible de la literatura uruguaya del siglo XX, en la que también se enmarcan nombres universales como Juan Carlos Onetti, Eduardo Galeano o Mario Benedetti.
Antes de todos ellos, con un reconocimiento que igualmente trascendió fronteras, estuvo Juana de Ibarbourou.