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Doce años de “moreirato“ dejan secuelas en Coahuila: deuda, corrupción, más violencia...

04/06/2017 - 2:25 pm

Humberto y Rubén Moreira, los hermanos que han gobernado  Coahuila por ya casi 12 años, dejan en esa entidad, de acuerdo con cifras y denuncias en México y Estados Unidos, una cauda de pendientes en el tema de la seguridad y muchas dudas ligadas a la mala administración de recursos públicos, además de diversos escándalos por presunta corrupción en los dos sexenios en que han administrado ese estado.

Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).– Humberto Moreira Valdés, quien iniciara su carrera profesional como profesor a mediados de los años 80, se inclinó por la política más de una década después de escalar a través de varios cargos en el sector educativo. Sería hasta el año 2003 cuando se incorporaría de lleno a la política, cuando fue electo Presidente Municipal de Saltillo hasta 2005, mismo año en el que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pondría sus ojos en él para abanderarlo como su candidato para la elección estatal.

Humberto salió vencedor en las elecciones locales con la mayor cantidad de votos registrada en la historia de Coahuila. Ya para 2011, las ambiciones de Moreira se volverían más grandes: ahora aspiraba para la presidencia de su partido a nivel nacional, razón por la que pediría licencia como Gobernador. En marzo de ese año su carrera se consolidaría al frente del tricolor, sin embargo el gusto le duraría apenas nueve meses, debido a las acusaciones de corrupción que surgieron en su contra.

En otro camino, pero paralelo al de su hermano menor, estaba Rubén Ignacio Moreira Valdez, quien inició su carrera política de manera más temprana. En 1991 se convirtió en adjunto particular del Secretario de Gobierno de Coahuila, cargo que le permitió escalar en varios puestos también relacionados con la Secretaría de Educación de su estado.

En 2007, Rubén lograría ser electo como presidente del comité estatal del PRI y dos años después se convertiría en Diputado federal de Coahuila, puesto en el que se quedaría poco tiempo, pues se postularía en 2010 para ocupar el cargo que dejó su hermano, la gubernatura del estado, mismo que asumió el 1 de diciembre de 2011 y que mantiene hasta la fecha.

EL GRAN LEGADO: LA DEUDA

Humberto Moreira recibió el Gobierno del estado con una deuda pública de 323 millones de pesos, pero el priista la aumentó a 8 mil 267.1 millones para 2010 y, para 2011, año en el que dejó el Gobierno y se fue a dirigir el CEN del PRI, era cuatro veces más grande: 36 mil 509 millones de pesos, de acuerdo datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México (SHCP) publicados en SinEmbargo.

El aumento desmedido de la deuda que se originó desde 2008, según condignó tres años después la Auditoría Superior del Estado, se debió a la falsificación de documentos oficiales y la manipulación de la información.

La megadeuda de Coahuila –de 36 mil 509 millones de pesos– heredada por Humberto fue elevada por su hermano mayor, Rubén, al incrementarla 4 por ciento, hasta 2015, cuando se situó en 38 mil 008 millones de pesos. Esta deuda, dividida entre sus casi 3 millones de habitantes, corresponde a 12 mil 862 pesos; es decir, cada coahuilense deberá pagar esa cantidad para salvar sus estado.

CORRUPCIÓN COMO MOHO

La administración de Humberto Moreira estuvo plagada de corrupción, de acuerdo con diversas denuncias que se han hecho públicas en México y Estados Unidos. La deuda pública de 36 mil 509 millones de pesos que dejó en su estado brotó de los malos manejos que el ex Gobernador dio al dinero público y gracias también a la complicidad de su hermano y sus cercanos.

Por este motivo, Moreira se vio obligado a dejar la presidencia de su partido que apenas le había durado unos meses, pues las acusaciones sobre los desvíos que originaron la mega deuda pesaron en su contra y en la imagen del PRI, entonces inmerso ya en el proceso rumbo a las elecciones presidenciales de 2012, y con Enrique Peña Nieto como su seguro candidato.

En 2015, el ex líder del PRI fue acusado por una Corte Federal de Texas, Estados Unidos, por el desvío de recursos de Coahuila, investigación con la que iniciaría un largo camino de imputaciones, pero sólo por parte de autoridades extranjeras. La Procuraduría General de la República (PGR), hasta hoy, nunca lo ha investigado.

Esa Corte de Texas dio a conocer un acuerdo de culpabilidad firmado por el empresario de medios de comunicación y presidente del Corporativo Núcleo Radio Televisión, Rolando González Treviño, acusado por el desvío de dinero de Coahuila en mayo de ese año.

El diario estadounidense San Antonio Express fue el que reveló  el documento en el que Humberto Moreira sería identificado como el “co–conspirador 1 (CC1)” aunque no se mencionara su nombre. Dicho escrito describe al “CC1” como un ex funcionario del Gobierno de Saltillo que llegó a la gubernatura del estado en 2005.

El personaje “CC1” fue quien tomó recursos del estado para transferirlo a empresarios relacionados con su gobierno, consignó.

En 2009, dos reuniones habrían sido el punto clave para la compra-venta de medios de comunicación con recursos estatales. Estas citas se desarrollarían una en el Club Sonterra, de San Antonio, Texas, y la otra en la casa del propio Rubén Moreira en esa ciudad texana.

San Antonio Express también reportó que fiscales de EU acusaron que Moreira trasladó 25 millones de pesos a Texas, tomados del Gobierno de Coahuila, para controlar estaciones de radio en Monclova, Sabinas y Múzquiz.

En esa misma investigación saldrían los nombres de otros 13 personajes, la mayoría ex funcionarios de la administración de Humberto, a los que la prensa estadounidense llamaría “Conexión Coahuila”.

“Conexión Coahuila” estaría integrada primero por  Héctor Javier Villarreal Hernández, quien fue ex titular del Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila (SATEC) en el Gobierno del profesor Moreira.

Villarreal Hernández era señalado desde octubre de 2011 por la presunta falsificación de documentos con los que Coahuila contrató un préstamo por más de 3 mil millones de pesos.

En 2012, Villarreal Hernández fue acusado en Estados Unidos de lavado de dinero, por realizar operaciones millonarias en el sector inmobiliario en la zona de Texas, presuntamente con dinero del erario coahuilense.

En 2013, el funcionario, junto con el ex Gobernador interino, Jorge Torres, fue acusado un año después, nuevamente ante una Corte estadounidense de fraude, robo y transferencia ilegal de fondos, luego de la incautación de millones de dólares. En 2014 se entregó a las autoridades en El Paso, Texas, y meses después fue liberado luego de que, en documentos presentados en la Corte federal en Corpus Christi, acordara la entrega de 2.3 millones de dólares de una cuenta bancaria de las Bermudas, recursos que los fiscales aseguran, es dinero robado de las arcas del estado de Coahuila.

Ya para 2016, el ex Gobernador acusado un sin número de veces por partidos de oposición y organismos ciudadanos de aumentar irregularmente la deuda en Coahuila, fue detenido el15 de enero en España, lugar donde vivía desde 2013 y en el que estudiaba la maestría en Universidad Autónoma de Barcelona con una beca del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Las acusaciones fueron lavado de dinero, cohecho y crimen organizado.

En ese país, describió la prensa, Humberto vivía con lujos: habitaba un chalet en Valldoreix, un exclusivo barrio de Sant Cugat –el segundo Municipio más rico de Cataluña– por el que pagaba al mes 3 mil 500 euros (unos 55 mil 300 pesos), de acuerdo con información de la inmobiliaria AMAT que se puede consultar en el portal LaComunity.

La detención de Moreira dudaría poco. Siete días después de ser capturado, un juez de la Audiencia Nacional española decretó su libertad. Dos semanas después, el 3 de febrero, estaba de regreso en México y se declaró inocente.

“Es un daño que me han hecho a mí y a mi familia”, habría dicho para el periódico Reforma durante su arribo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

El 2017 comenzaría difícil para él, pues las acusaciones en su contra seguirían. Luis Carlos Castillo-Cervantes, conocido como “El Rey de los Dragones”, quien se declaró culpable en una Corte de EU por los cargos de lavado de decenas de millones de dólares a, través de su empresa dedicada a la construcción, elevaba el costo de las obras que realizaba en Coahuila. Aunque Moreira Valdés  no fue acusado formalmente.

En febrero de este año, autoridades de subastaron la casa de Herminia L. Martínez de la Fuente, suegra de Humberto Moreira, en 515mil dólares por haber adquirido la propiedad de manera ilícita. Esto se logró tras un acuerdo entre Martínez de la Fuente con el Gobierno de estadounidense, debido a una demanda civil en su contra.

No obstante, no fue sino hasta abril de este año que el PRI sacara de sus filas a Humberto Moreira, pero no por los casos de corrupción mencionados, sino por haberse registrado como candidato “a cargos de elección popular por partidos políticos [el Partido Joven] distintos al Revolucionario Institucional”.

EL NARCO AL ACECHO

Además de los escándalos de corrupción que ya pesaban en su contra, Humberto Moreira tuvo un duro episodio en su vida que desataría sospechas por una supuesta relación con el narcotráfico.

El 4 de octubre del 2012 su hijo mayor, José Eduardo Moreira Rodríguez de 24 años de edad, fue asesinado en Piedras Negras, Coahuila, por una supuesta venganza de Miguel Ángel Treviño Morales, alias “el Z40”, líder de Los Zetas, tras la muerte del sobrino del capo.

Esta hipótesis se sustentó por narcomantas que apreciaron con la leyenda “Familia por familia”.

En marzo de 2016, cuando Moreira trataba de limpiar su imagen por su detención en España, autoridades de ese país lograron la detención del narcotraficante mexicano apodado el “El Mono” Muñoz, detenido en Madrid en marzo de 2016, acusado de delitos de blanqueo y narcotráfico, afirmó en una conversación telefónica mantenida desde España, que el Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, se interesó por sus negocios para que le entregara una cantidad de dinero.

En la transcripción literal de la conversación, “El Mono” dice que Moreira le había mandado saludos y que “se ofrecía y que estaba preocupado” por sus negocios porque “quería una lana”, de acuerdo con información de la agencia de noticias EFE.

Un año después, “El Mono” fue extraditado a estados Unidos, donde es acusado de liderar a Los Zetas.

LOS MUERTOS EN EL “MOREINATO”

Cuando Humberto Moreira asumió el cargo como Gobernador de Coahuila, el 25 de diciembre de 2005, recibió la entidad con un registro de 139 casos de homicidios dolosos ese año y ni uno en cuanto a secuestro. Sin embargo, la administración priista volaría estos números hasta hacerlos máximos históricos en violencia en el estado del norte.

En diciembre de 2011, para cuando terminaría su gubernatura, Humberto dejaba a Coahuila lastimada por el atropello de grupos delincuenciales, puesto que los homicidios dolosos se elevarían hasta 660 ese año y el secuestro a 16, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Cuando Rubén tomó posesión del estado, la violencia no cesó. Fue en esta administración donde los números se rebasaron y Coahuila se convirtió en un peligro para sus habitantes. De hecho en los primeros cuatro meses de este 2017 se han registrado 84 homicidios.

Ambas gubernaturas harían de Coahuila una entidad de riesgo: de 2006 a 2016 se han registrado 4 mil 042 homicidios dolosos, y en cuanto a secuestro se reportaron 248 casos, siendo el 2010 donde despuntaría este delito con 91 secuestros.

De acuerdo con las denuncias, estas cifras revelan que antes de entrar los Moreira al Gobierno local la tasa por cada 100 mil habitantes de acuerdo a homicidios dolosos era en 2005 de 5.37 y en el cambio de gubernatura de hermano a hermano esta cifra alcanzó el 27.01, su índice más alto.

… Y LOS DESAPARECIDOS

De acuerdo con cifras oficiales del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED) de la Secretaría de Gobernación (Segob), actualizadas hasta el 30 de abril de este año, en Coahuila hay un total de mil 619 de personas no localizadas.

En un desglose del registro de desaparecidos de la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC) durante las administraciones de los Moreira, se observa que en 2011 hubo un número mayor de desapariciones con 164 casos, seguido del 2009 con 111 ausencias y 2010 con 106. Años en los que las personas no localizadas aumentó significativamente.

Ante este panorama, en mayo de 2014 entro en vigor en la entidad la Ley para Declaración de Ausencia por Desaparición de Personas con el objetivo de reconocer y garantizar los derechos de una persona desaparecida  y así poder brindar protección a sus familiares por medio de la percepción de salarios del familiar ausente, así como sus prestaciones.

Sin embargo, esta Ley no ha rendido frutos. De acuerdo con el periódico local Vanguardia, únicamente uno de cada seis casos reportados para solicitar la declaración de ausencia le es otorgado el apoyo.

El periódico cita datos de Tribunal Superior de Justicia (TSJE), donde hasta junio del 2016 – dos años después de ser promulgada la Ley– sólo 212 casos de mil 286 habían conseguido la declaración.

Bianka Estrada
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