"Dicha estrategia busca informar sobre el manejo masivo y seguro de cadáveres en la contingencia por COVID-19 que atraviesa la nación, el uso racional del Equipo de Protección Personal (EPP), así como las recomendaciones en los servicios de autopsia y funerarios", dice el comunicado del IMSS.
Ciudad de México, 4 de mayo (SinEmbargo).- El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer el “Lineamiento de Manejo General y Masivo de Cadáveres por COVID-19 en México”, que será implementado en todo el país para todo el sector salud, a fin de establecer los procedimientos éticos después del fallecimiento de pacientes portadores del virus o, en su defecto, sospechosos.
A través de un comunicado, el IMSS detalló que "dicha estrategia busca informar sobre el manejo masivo y seguro de cadáveres en la contingencia por COVID-19 que atraviesa la nación, el uso racional del Equipo de Protección Personal (EPP), así como las recomendaciones en los servicios de autopsia y funerarios".
Al respecto, el Dr. Francisco Simbron Juárez, coordinador de Programas Médicos en la División de Hospitales de la Coordinación de Atención Integral en Segundo Nivel del IMSS, manifestó que dichos lineamientos se aplican en las condiciones de máxima seguridad para reducir el riesgo de infección tanto para los trabajadores de la salud, familiares de fallecidos y servicios funerarios, siempre con respeto por la dignidad humana.
El médico especialista argumentó que se puede considerar que los cadáveres que presentan confirmación o sospecha de infección por coronavirus, pueden suponer un riesgo de infección para las personas que entren en contacto directo.
#IMSS aplica lineamiento de manejo general de cadáveres con diagnóstico confirmado o sospechoso de #COVID19
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— IMSS (@Tu_IMSS) May 5, 2020
El coordinador explicó que desde la unidad médica se le explica a la familia que no deben tocar ni besar el cuerpo de su familiar, por el alto riesgo de transmisión.
Sobre el procedimiento de la entrega del cuerpo, Simbron Juárez explicó que el proceso inicia desde que el personal médico da aviso de una defunción con diagnóstico de sospecha o confirmado por COVID-19 a la trabajadora social, quien se encarga de localizar a los familiares. Inmediatamente después se realiza el certificado de defunción, mientras que el personal de enfermería se encarga de colocar el cadáver en la bolsa especial para cuerpos de pacientes fallecidos por coronavirus.
“La seguridad del personal es muy importante por lo que deben usar Equipo de Protección Personal en todo momento, de acuerdo al protocolo establecido que incluye: bata, gorro, guantes, cubrebocas, y goggles o careta de protección”, enfatizó.
Con relación a la entrega de cuerpos a los familiares, se debe reunir la documentación personal solicitada para llenar el certificado de defunción, acta de nacimiento, e identificación oficial, los cuales se deben presentar a la brevedad para que se entregue lo antes posible a los familiares.
“Además, posterior a esto, dar aviso al servicio funerario informando el diagnóstico de sospecha o confirmación por COVID-19, para que se tomen las medidas de protección y evitar más contagios. Y una vez que se encuentran con el certificado de defunción ya elaborado, se puede entregar el cadáver en el área de patología”, mencionó.
En la parte de atención a funerarias y deudos, el técnico de autopsias o quien entregue el cadáver, deberá proporcionar orientación a los familiares sobre los trámites correspondientes. En caso de que la familia directa se encuentre en aislamiento, el trámite lo podrá efectuar cualquier otro familiar cercano o amigo, previa evaluación del caso y autorización por trabajo social.
Francisco Simbron aclaró que en caso de que se realicen funerales, se recomienda asegurar la sana distancia, que dicho evento sea menor a cuatro horas, con el féretro cerrado y con menos de 20 personas.
Asimismo, los lineamientos estipulan que sólo deben de estar presentes los familiares más cercanos, tomando las precauciones sanitarias en todo momento: higiene de manos con alcohol en gel, uso de bata de aislamiento y cubreboca quirúrgico.
Por otro lado, si la persona fallece en su hogar, aclaró que existen dos posibles escenarios: uno, el familiar debe dar aviso de inmediato a la unidad médica donde el paciente fue tratado, indicar el diagnóstico de infección por COVID-19 para que realicen el certificado de defunción y dar aviso al servicio funerario. Y dos: si el paciente no no hubiese recibido atención médica, o que se desconoce la causa del fallecimiento, se deberá dar aviso a las fiscalías de la ciudad o del estado en donde se encuentre para que un equipo forense se desplace al domicilio de la persona, se realice una autopsia verbal, documenten las causas que rodearon la muerte, establezcan las posibles causas y, de ser necesario, tomen la muestra.
Para la situación de connacionales fallecidos en el extranjero a causa del COVID-19, el doctor Francisco Simbron Juárez señaló que existen leyes que aplican a nivel internacional para la repatriación de cadáveres, trámite que debe hacerse a través de las embajadas o los consulados mexicanos.
Finalmente, Simbron enfatizó en que el IMSS cuenta con el personal de trabajo social y psicología que puede aportar experiencia en el manejo del dolor y duelo de la población ante un posible deceso por la reciente enfermedad.