El invento de Diego Roel, de 16 años, consiste en un sensor que envía vibraciones a diferentes partes del cuerpo de las personas con discapacidad visual y les advierte de los obstáculos físicos en su camino. El dispositivo, que se coloca como un chaleco, también detecta objetos en movimiento como vehículos.
Por Zoilo Carrillo
México, 4 de mayo (EFE).- Un chaleco, inteligencia artificial y unos sensores creados por el adolescente mexicano Diego Roel buscan relevar al clásico bastón para ciegos al ofrecer una tecnología que facilite mucho más la vida a los invidentes y les permita obtener más oportunidades laborales.
“Strap”, según contó a Efe el joven de 16 años, estudiante de Preparatoria del Tecnológico de Monterrey (PrepaTec), permitirá a las personas ciegas “una manera nueva de sentir el entorno” al brindar una autonomía sin precedentes, algo que a su juicio “va a abrir la puerta a muchas oportunidades laborales”.
“Tenemos alrededor de 500 unidades en lista de espera y varias empresas dentro de la lista interesadas en que sus empleados ciegos se desarrollen todavía mejor dentro de su espacio de trabajo”, aseguró el joven inventor.
El principal objetivo del dispositivo es “que las personas con discapacidad visual sean más independientes, más seguras de sí mismas y tengan más oportunidades” sin necesidad de portar el bastón u otro accesorio.
Tan solo con sentir vibraciones en diferentes partes del cuerpo, el usuario queda advertido de los obstáculos, detectados por los sensores que avisan al invidente de obstáculos en el camino, siendo estos interpretados y clasificados por la inteligencia artificial.
“El dispositivo puede adivinar si realmente es un obstáculo o no. Por ejemplo, si es una banqueta, no es un obstáculo, entonces dice esto no es un peligro, por tanto ni siquiera te voy a avisar. Pero si es un bache, identificará el peligro y te avisará”, precisó Roel.
El chaleco también detecta la aproximación de objetos en movimiento como vehículos, alertando de manera especial y con un tiempo suficiente para que la persona pueda detenerse.
Algo novedoso también es la capacidad de detectar cosas por encima de la cintura, espacios a los que el bastón no tiene acceso.
Gracias a los sensores, se detectan objetos altos “como árboles, postes, carteles, columnas, lugares donde los ciegos se pegan seguido porque el bastón no se puede detectar”.
Roel conoce de cerca las necesidades de las personas con esta discapacidad, ya que durante el desarrollo de los prototipos -ha hecho siete- estos fueron probados durante semanas por más de 250 personas ciegas y alrededor de 300 que llevaban los ojos vendados.
“Todos han salido contentos. Realmente es impresionante la sorpresa que les provoca cuando se ponen eso por primera vez”, sostuvo el empresario con el orgullo de pronto poder empezar a mejorar la situación de las personas.
Uno de los hallazgos durante las pruebas fue el de comprobar que una voz que indicara a la persona de dónde venía el obstáculo no hacía más que desestabilizar la movilidad, ya que la atención se dirigía instintivamente al audio.
“Las personas que hicieron la prueba nos comentaban que no les gusta que sea una voz, ya que pierdes tiempo en escuchar lo que te está diciendo el dispositivo, pierdes atención y continúa siendo un asistente”, abundó.
Por tanto, los sensores fueron la mejor opción, buscándose la mayor precisión posible para el aviso, haciendo vibrar la parte del chaleco más cercana al obstáculo.
Cuando la vibración se siente en el hombro, es indicativo de que hay un obstáculo solamente a la altura de la cabeza; en cambio, si vibra el pecho quiere decir que hay un objeto grande delante de la persona.
La vibración en las caderas, por su parte, alerta de baches u objetos en el suelo.
Si el chaleco tiembla de manera intermitente, el objeto a sortear en una escalera, y si lo hace de manera continua es en alusión a enseres como sillas, bancos o macetas, según ejemplificó el joven.
Lo que empezó como el sueño de un niño que quería hacerle la vida más fácil a la gente con capacidades diferentes se está convirtiendo en algo más grande, con vistas a poner a la venta el producto a finales de año a un precio de 300 dólares por unidad.
Roel competirá con su empresa Strap Tecnologies en la “Startup World Cup”, que se celebrará en Silicon Valley, en Estados Unidos, el próximo 11 de mayo, luego de que su proyecto resultara victorioso en el “Talent Land 2018”, el evento de innovación y tecnología que se realizó en abril pasado en el estado de Jalisco.