El presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), dijo que la reducción de 10 a 8 carriles de acceso se debe al despliegue de personal aduanero luego de las advertencias de Trump sobre el cierre de la frontera.
El líder industrial puntualizó que por la garita cruzan cotidianamente a Estados Unidos de 2 mil 500 a 3 mil camiones de carga pesada, y debido a los retrasos en las líneas de espera la cantidad de unidades se ha reducido hasta en un 50 por ciento.
Tijuana, México, 4 de abril (EFE).- El cierre de carriles en la garita migratoria de Otay Mesa, debido a las medidas adoptadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos para reforzar la frontera, ha retrasado la exportación de mercancía de México a ese país desde la ciudad de Tijuana.
Salvador Díaz González, presidente de la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), resaltó que hasta el momento la autoridad estadounidense les ha informado que la reducción de 10 a 8 carriles de acceso se debe al despliegue de personal aduanero luego de las advertencias del Presidente Donald Trump sobre el cierre de la frontera.
Destacó que Estados Unidos actualmente no cuenta con los recursos para contratar más personal y cubrir las horas extras trabajadas en turnos nocturnos, lo cual también ha obligado a realizar dicho cierre que podría reflejarse en pérdidas económicas considerables para ambas naciones.
El líder industrial puntualizó que por la garita cruzan cotidianamente a Estados Unidos de 2 mil 500 a 3 mil camiones de carga pesada, y debido a los retrasos en las líneas de espera la cantidad de unidades se ha reducido hasta en un 50 por ciento.
La espera, antes del cierre, era de dos a tres horas por la fila regular mientras que en la ágil era de alrededor de una hora para llegar a Estados Unidos. Hoy hay quienes han esperado hasta ocho horas para entregar la mercancía o simplemente para llegar a la caseta de revisión.
En San Diego, Estados Unidos, la CBP informó que actualmente el país atraviesa por una crisis humanitaria y de seguridad fronteriza, por lo que han decidido actuar para garantizar la seguridad en la frontera sur.
En un comunicado, la agencia indicó que 750 de sus oficiales de todo el país "han sido desplegados en áreas que están siendo severamente afectadas", y añadió la advertencia de que se trata de un cierre por tiempo indefinido, por lo que pidió la comprensión de la comunidad comercial.
"Continuaremos nuestra postura de cumplimiento para proteger a nuestra nación de todas las amenazas", señaló.
Hasta el momento los empresarios no han logrado precisar el impacto negativo económico que pudiera derivarse de dichas acciones.
Díaz resaltó que Estados Unidos sería el más afectado, pues pese a que la mercancía se elabora en México, es en aquel lado de la frontera donde ya la esperan para venderla y generar ganancias en sus empresas, tiendas o centros de distribución.
Situaciones similares se viven en otras urbes fronterizas mexicanas como Ciudad Juárez, donde hay alrededor de 1.500 tráileres varados a la espera de poder cruzar al país vecino a través de la ciudad de El Paso.
Las organizaciones comerciales han denunciado pérdidas cuantiosas por las largas esperas en los cruces internacionales, que han pasado de 30 minutos a 3 o 4 horas.
En Nuevo Laredo se registran filas de 10 a 15 kilómetros antes de llegar a los módulos de inspección de la CBP, y el tiempo es de más de cinco horas para poder cruzar a Laredo.