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Los gatos pueden reconocer el sonido de sus nombres y distinguir palabras, revela estudio

04/04/2019 - 8:05 pm

En cuatro experimentos con hasta 34 gatos, cada uno escuchó una grabación con la voz de su amo, o la de otra persona. La mayoría de los mininos mostraron interés cuando escucharon sus nombres, moviendo la cabeza, orejas y cola. 

Atsuko Saito, de la Universidad Sofía de Tokio, explicó que los gatos han aprendido que cuando escuchan sus nombres, los suelen recompensar con comida o juegos. Como es un sonido que escuchan con frecuencia, se convierte en algo especial para ellos. 

Por Malcolm Ritter

Nueva York, 4 de abril (AP).- Un nuevo estudio indica que los gatos de casa saben reconocer el sonido de sus nombres.

Pero esto no es sorpresa para la mayoría de quienes tienen gatos. Sin embargo, científicos japoneses dijeron el jueves haber conseguido la primera evidencia experimental de que los mininos pueden distinguir las palabras de las personas.

Entonces hay una similitud con los perros, cuya comunicación con las personas está mucho más estudiada, y está demostrado que los canes pueden reconocer cientos de palabras si están altamente entrenados.

Atsuko Saito, de la Universidad Sofía de Tokio, afirma que no hay pruebas de que las palabras tengan un significado para los gatos, ni siquiera sus nombres. Sin embargo, los mininos han aprendido que cuando escuchan sus nombres a menudo los recompensan con comida o juegos, o que les espera algo desagradable, como ir al veterinario. Y como escuchan sus nombres con bastante frecuencia, ese sonido se les ha convertido en algo especial, aun si no comprenden que corresponde a su identidad.

Saito y sus colegas describen los resultados de sus investigaciones en la publicación Scientific Reports. En cuatro experimentos con entre 16 y 34 animales, cada gato escuchó una grabación con la voz de su amo, o la de otra persona, que recitó lentamente una lista de cuatro nombres o los nombres de otros gatos, y después el nombre del propio minino.

En su reacción inicial, muchos gatos movieron la cabeza, orejas y cola, pero perdieron interés gradualmente durante la lectura de las palabras. La pregunta crucial era si reaccionarían de una manera más marcada frente a su nombre.

Efectivamente, en promedio, estos gatos exhibieron interés cuando escucharon sus nombres.

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