Todos ellos viven en incertidumbre de que las autoridades migratorias les expidan el permiso que les permita recorrer territorio mexicano hacia la frontera norte rumbo a Estados Unidos.
Son familias completas que han decidido abandonar sus países huyendo de la pobreza y la violencia, incluyendo mujeres embarazadas y otras más con sus bebés en brazos. Se les observa cansados luego de recorrer ya numerosos países desde que salieran de sus lugares de origen y atravesar casi toda Latinoamérica hasta arribar a la estación migratoria Siglo XXI.
Tapachula (México), 4 de abril (EFE).– Miles de migrantes de varias nacionalidades pernoctan en estaciones migratorias en la ciudad fronteriza de Tapachula, estado mexicano de Chiapas, en espera de que las autoridades les otorguen un salvoconducto que les permita pasar por suelo mexicano para poder ingresar a Estados Unidos.
Entre ellos hay más de 500 africanos que acampan en las inmediaciones de la estación Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración, aguardando ser atendidos.
Al igual que estos migrantes que este jueves cumplen 15 días de haber ingresado a esta ciudad fronteriza mexicana procedentes de República Democrática del Congo, Angola y Camerún, principalmente, también esperan unas dos mil personas de India, Haití, Cuba y otros países, que representan al menos 20 nacionalidades.
Todos ellos viven en incertidumbre de que las autoridades migratorias les expidan el permiso que les permita recorrer territorio mexicano hacia la frontera norte rumbo a Estados Unidos.
Son familias completas que han decidido abandonar sus países huyendo de la pobreza y la violencia, incluyendo mujeres embarazadas y otras más con sus bebés en brazos.
Se les observa cansados luego de recorrer ya numerosos países desde que salieran de sus lugares de origen y atravesar casi toda Latinoamérica hasta arribar a la estación migratoria Siglo XXI.
Afuera de la estación se han colocado una decena de letrinas, pese a lo cual el lugar ya se observa insalubre. Los niños lloran y sus padres claman al Gobierno mexicano que los dejen pasar, ya que ellos no piensan quedarse en México si no que su meta es el sueño americano.
Michee Nikumu dijo a EFE que es de la República Democrática del Congo y que viaja con su esposa embarazada y su hijo, quienes están sufriendo hambre y sed al no tener nada de dinero, además de que se han enfermado de fiebre y diarrea. En el caso de la mujer, su salud es delicada pues padece de infecciones urinarias y su embarazo es de alto riesgo.
Indicó que llegaron a Cuba luego de que salieron de su país y luego recorrieron Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala para entrar a México.
Los migrantes informaron que el miércoles personal del Instituto Nacional de Migración hizo un prerregistro de quienes buscan el salvoconducto, pero hasta el momento siguen sin respuesta. También señalaron que han sido objeto de discriminación.
LA DESESPERACIÓN DE LOS MIGRANTES
La difícil situación que están viviendo miles de migrantes del continente africano y de países como Haití o Cuba ha provocado tensión y desesperación en estaciones migratorias del sureste de México.
En Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, unos dos mil migrantes, muchos de ellos africanos, subsisten sin alimentos, ni agua y ni medicamentos.
Ello ha provocado situaciones muy tensas en los alrededores de las oficinas migratorias, donde se encuentran el conglomerado de migrantes esperando a que la autoridad migratoria mexicana expida salvoconductos que les permitan cruzar el país latinoamericano y llegar a la frontera con Estados Unidos, donde quieren pedir asilo.
Los migrantes llegaron hace días o semanas a cuentas gotas y cruzaron la frontera para, finalmente, instalarse en esta localidad a unos 60 kilómetros de Suchiate, frontera con Guatemala.
Varios niños, mujeres y hombres ya están padeciendo algunas enfermedades gastrointestinales y en las vías respiratorias, por lo que el panorama se torna tenso, más si cabe al no saber si van a poder continuar.
Muchas familias han cruzado miles de kilómetros y hasta nueve países.
Indicaron que el recorrido lo hicieron a veces en avión, otras tantas en autobuses e incluso caminando hasta lograr arribar a esta estación migratoria.
Diakanva Jcanrobert, de la República Democrática del Congo, comentó a EFE que están esperando el trámite del documento del salvoconducto para poder continuar la travesía.
“Estamos aquí esperando con la familia sin comida y sin agua. Yo estoy aquí desde hace 15 días y pasé por Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, Costa Rica, yo quiero salvoconducto para pasar”, agregó.
El joven, quien habla francés y portugués, narró que se vio obligado a salir de su país por la violencia que se vive y al tener familiares en los Ángeles, California, decidió emprender esta travesía en busca de poder cruzar a los Estados Unidos.
Los migrantes exigen al Instituto Nacional de Migración (INM) que agilice el trámite del salvoconducto para que puedan transitar legalmente por territorio mexicano y así poder llegar a los Estados Unidos.
Desde hace dos semanas migrantes africanos junto a decenas de haitianos se apostaron frente a las instalaciones de la Estación Migratoria Siglo XXI -la única que permanece abierta en la zona- en espera del documento migratorio.
A estos se les han ido sumando migrantes de otras nacionalidades como la India.
Mientras tanto, 71 migrantes de Haití fueron deportados este jueves por las autoridades mexicanas por presuntamente participar en un altercado este martes en Tapachula, llevados por la desesperación.
En tanto que alrededor de entre 30 y 40 cubanos cumplieron 7 días en huelga de hambre en demanda que las autoridades migratorias mexicanas les explican el salvoconducto.
Algunas migrantes apenas comen pequeñas hojuelas de avena mezclada con agua, mientras que otros ingieren masa de maíz mezclada. La mayoría, viaja sin dinero.
Denis Hernández Barón, originario de Cuba, manifestó: “Soy cubano ya llevo aquí en México alrededor de 25 o 26 días y en huelga de hambre llevando 7 días con hoy, nosotros estamos pidiendo que se nos de el permiso para transitar hacia la frontera”, apuntó el hombre, quien denunció discriminación.
Afirmó, tras varios días en huelga de hambre, que otras nacionalidades están recibiendo con más facilidad dichos documentos.
Aunque llegaron en grupos más reducidos, la aglomeración en Tapachula convierte este contingente, de facto, en una nueva caravana migrante.
El fenómeno empezó a mediados de octubre de 2018 cuando miles de migrantes, en su mayoría hondureños y salvadoreños, iniciaron este éxodo en grupo para sentirse más seguros, y causando choques diplomáticos entre distintas naciones.
Durante semanas, varios grupos llegaron a la frontera norte de México, muchos de ellos en Tijuana, hasta que el fenómeno se relajó.
Pero a finales de marzo un nuevo contingente partió de Chiapas, cansados de esperar que les otorgaran una tarjeta de visitante por razones humanitarias.
Estos días, el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, con sus salidas de tono habituales, ha criticado a México por no hacer “nada” para parar el movimiento, e incluso ha amenazado con cerrar su frontera.
-Con información de Mitzi Fuentes