Laura fue asesinada hace un año mientras disfrutaba del descanso de Semana Santa en un centro reacreativo en Querétaro. Su caso fue juzgado como homicidio, pese a que contaba con características de feminicidio.
Colectivos denunciaron que en el estado de Querétaro se niega y minimiza la violencia feminicida en lugar de actuar a tiempo para evitar que aumente.
“¿Qué tiene que pasar?, ¿parecernos a Ecatepec o Ciudad Juárez?, ¿qué tiene que ocurrir para que esto se vuelva importante?, ¿cuál va a ser el número mágico para que nuestros gobernantes entiendan que a las mujeres nos están matando en México?”, reclama Maricruz Ocampo Guerrero, integrante del Centro Latinoamericano para la Paz, la Cooperación y el Desarrollo.
Ciudad de México, 4 de abril (SinEmbargo).- Laura Morales Naranjo fue asesinada por su esposo el 15 de abril de 2017, justo en el periodo de Semana Santa. Mario Flores Valadéz la estranguló y tiró a un estanque en un balneario de Querétaro, estado que en los últimos años ha negado los feminicidios pues los reporta como homicidios dolosos.
Querétaro reportó un total de 34 homicidios dolosos en 2017 pero “cero feminicidios”, de acuerdo a cifras del Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. A nivel nacional, se reportaron 2 mil 573 homicidios contra mujeres en 2017 de los cuales solo 671 son investigados como feminicidios.
De enero a febrero del presente año se registraron en México 399 homicidios dolosos de mujeres, pero sólo 122 son catalogados como feminicidios. En Querétaro se reportaron cuatro casos de los cuales ninguno se indaga como un crimen por razones de género.
Maricruz Ocampo Guerrero, integrante del Centro Laltinoamericano para la Paz, la Cooperación y el Desarrollo (Celapaz), dijo que en Querétaro no clasifican los feminicidios como tal sino como homicidios dolosos con agravante de parentesco.
No investigan ni el antecedente de toda la violencia que han vivido las mujeres, ni lo indagan de acuerdo a la tipificación de feminicidio de acuerdo al Código Penal del Estado.
“Tenemos una negación [por parte de las autoridades] muy fuerte de todo el contexto de violencia feminicida en el estado”, sostuvo la defensora en entrevista con SinEmbargo.
LAURA, DE TABASCO A QUERÉTARO
Laura Morales Naranjo tenía de 21 años de edad. Era originaria de Tabasco y se mudó a Querétaro cuando se casó con Mario Flores Valadéz.
Rosario Naranjo, la madre, narra que la pareja estaba por cumplir tres años de matrimonio cuando Laura le pidió que se mudara a Querétaro para vivir con ellos.
La joven envió dinero a Rosario y ella llegó San Juan del Río un viernes 14 de abril. Era periodo de vacaciones de semana santa.
Al día siguiente, el “sábado de gloria”, Laura despertó a su madre y le dijo que irían a acampar a un balneario porque Mario quería salir.
La familia se enfiló a las 8 de la mañana con rumbo al centro recreativo Las Torres del Rey, en Tequisquiapan, Querétaro.
“Él tomó el carro, nos fuimos y él empezó a tomar y a tomar”, recuerda Rosario Naranjo.
La familia llegó al balneario, colocaron la casa de campaña, hicieron comida. Las mujeres comieron y Mario bebía cerveza.
Cerca de las 2 de la tarde, Mario se llevó a Laura a una de las albercas y al poco tiempo ella llegó muy molesta, cuenta la madre.
La joven le comentó a Rosario que discutió con su esposo. Mario lo negó y le aseguró a la madre que Laura exageraba.
“Ellos se fueron a comprar más cerveza, Mario siguió tomando, pero mi hija no quería tomar. Mi hija empezó a llorar y llorar y llorar mucho, ella lloraba demasiado y yo la consolaba, sólo me decía que quería acostarse como bebé y se acurrucaba conmigo”, agregó la mujer.
Laura se quedó dormida dentro de la casa de campaña y Mario continúo bebiendo. Cuando se terminó la última cerveza fue a la casa de campaña para despertar y levantar a Laura, añade Rosario.
La joven esposa se despertó, notó que su teléfono estaba descargado y le comentó a Rosario que iba a pedir al de la cañada de enfrente, que tenía electricidad, si de favor podían poner a cargar su celular.
En ese momento, Mario la estrujó.
“Lo que me emputa es que le hable a los hombres”, le dijo el marido, según recuerda la madre.
Luego, él se la llevó de la mano con rumbo a los sanitarios. “Ahorita regresamos, mamá, nomás lo acompaño al baño”, le dijo Laura a Rosario.
“Nos abrazamos, yo me quedé sentada”, detalla la mamá de Laura.
Mario regresó a la casa de campaña mojado. Había pasado más de una hora.
Rosario rememora el diálogo con su yerno.
–Señora deme las llaves del carro y de mi casa. A su hija se la llevaron unos sujetos por andar de puta–, le dijo Mario.
–¿Cómo que mi hija está perdida? No se puede perder, porque fuiste el que me la sacaste de la casa. Y no me pueden hacer esto. A mí las llaves no me las quitas–, le replicó Rosario, y después salió a buscar a su hija.
Rosario corrió en busca de Laura, varios de los asistentes en el centro recreativo ayudaron a buscar a su hija.
Empleados del balneario minimizaron la búsqueda, algunos le dijeron a Rosario que tal vez su hija estaba drogada o borracha y había salido del lugar. Otros le comentaron que “no exagerara, que la muchacha iba a aparecer”, sostiene Rosario.
Mientras tanto, Mario buscaba a su suegra para quitarle las llaves del auto.
”Yo me escondí en la casa de campaña de una persona”, agrega la mujer.
Rosario se quedó hasta el día siguiente para seguir con la búsqueda de su hija.
Alrededor de las seis de la mañana, dice, llegó personal de la Fiscalía General de Querétaro, porque Mario empezó agredir a otros visitantes del balneario en sus casas de campaña, pero no por el caso de Laura.
“Cuando vi que llegó el policía fui a pedirle ayuda, le dije que estaba desaparecida desde las siete de la noche”, cuenta la madre.
Rosario afirma que el agente se indignó porque los vigilantes del balneario no reportaron la desaparición de la joven. Se llevaron a Mario detenido y ella los acompañó para dar su declaración.
Laura fue encontrada sin vida en un estanque de agua. A las 13:00 horas del domingo notificaron a Rosario del hallazgo del cadáver de su hija. Mario la estranguló y la tiró al agua creyéndola muerta. La necropsia arrojó que Laura seguía con vida cuando fue alanzada al estanque, pero murió por ahogamiento.
LA NEGACIÓN
El Código Penal de Querétaro establece, en su Artículo 126 bis, siete diferentes circunstancias para que un asesinato contra una mujer sea investigado como feminicidio, delito penado de 20 a 50 años de prisión y de 500 a 750 días multa.
El Artículo considera que existen razones de género “en cualquiera” de los siguientes casos:
–Si existen evidencias de que la víctima sufrió violencia física ejercida por persona con la que la haya tenido parentesco por consanguinidad, por afinidad o civil, relación de matrimonio, concubinato, noviazgo o amistad o de subordinación o superioridad que impliquen confianza.
–El cuerpo de la víctima haya sido expuesto, depositado o arrojado en un lugar público o paraje despoblado o exhibido por cualquier medio.
–Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia, en el ámbito familiar, laboral, escolar o vecinal del sujeto activo en contra de la víctima.
–Que la víctima haya sido incomunicada.
–Si presenta signos de violencia sexual de cualquier tipo.
–Que a la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o marcas degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia.
–Que existan datos que establezcan que hubo amenazas, acoso o lesiones.
Sin embargo, el feminicidio de Laura fue juzgado y sentenciado como homicidio doloso. Mario Flores, de 43 años de edad fue condenado seis meses después del crimen. Una juez de control dictó una pena de 31 años de prisión.
El asesinato de Laura fue la culminación de un ciclo de violencia, pues ella dejó una libreta –hallada después de su muerte– que utilizaba como diario y donde escribió la violencia de la que fue objeto. La libreta no fue aceptada como prueba según narra Rosario, la madre de la joven.
Maricruz Ocampo, del Centro Laltinoamericano para la Paz, la Cooperación y el Desarrollo (Celapaz), informa que la sociedad civil está preocupada porque el estado de Queretaro desde el 2016 ha reportado cero feminicidios: “lo cual es una cuestión muy engañosa porque nosotros tenemos más de 60 feminicidios en el estado desde el 2015 a la fecha […] lo que nosotros vemos es una negación por parte de las autoridades pero además de una falta de participación de las autoridades federales”, reitera.
“El caso de Laura cumple todas las características de feminicidio y lo sentencian por homicidio”, afirma la activista.
Celapaz solicitó la Alerta de Género para Querétaro en octubre de 2015 y en febrero de 2017 se declaró improcedente bajo el argumento de que existía voluntad política por parte del Gobernador.
No obstante, Ocampo Guerrero explica que “la voluntad política” es sólo una simulación puesto que en la “práctica y realidad no ven ese interés por atender el problema, el cual, ni siquiera ven como tal”.
El panista Francisco Domínguez Servién inició su administración como Gobernador de Querétaro en octubre de 2015. El presupuesto para el Instituto Estatal de las Mujeres en ese entonces era aproximadamente de 22.6 millones de pesos. El mandatario en su primer año lo redujo a 12.3 millones de pesos, afirma la defensora.
Una de las cosas que señaló la Comisión Nacional de Víctimas para no aceptar la Alerta de Género bajo el argumento de que hay voluntad política, fue un aumento del presupuesto estatal a las instituciones que atienden a la mujer.
“Subió [la partida presupuestal] 500 mil pesos. Para el siguiente año, lo subió a 16.6 millones, un 30 por ciento, pero aún está ¡4 millones de pesos por debajo de cuando él entro. Pero su presupuesto para publicidad es 171 millones de pesos. ¿Dónde está la voluntad política, en qué se basa? Él [el Gobernador] se comprometió a implementar 8 recomendaciones hechas por el grupo de trabajo de la Conavim y sólo le dedicó 16.6 millones de pesos y de las otras recomendaciones no se ha cumplido ninguna”, detalló Maricruz Ocampo.
La activista explica que recientemente el Fiscal de Querétaro rindió un informe donde señaló que en el estado ya contaban con el protocolo Alba; sin embargo este mecanismo sólo se ha activado en dos ocasiones.
“La Conavim dijo que aquí había voluntad política pues que me la demuestran porque yo no la veo por ninguna lado”, añade.
La iniciativa de Ley para elevar la edad de violación equiparada para niñas tardó un año congelada en el Congreso del Estado de Querétaro antes de su aprobación: se presentó en noviembre de 2016, se aprobó en noviembre de 2017 y hasta la fecha aún no se publica en el Diario Oficial del estado, según ejemplifica la defensora.
Las organizaciones civiles en Querétaro están preocupadas porque se minimice el número de asesinatos contra mujeres y porque las autoridades no entienden que “estamos a tiempo de hacer las cosas”.
“¿Qué tiene que pasar?, ¿parecernos a Ecatepec o Ciudad Juárez?, ¿cuál es el numero que van a requerir para actual? A lo mejor Querétaro suena como poquito ‘pues nomás llevan 60 en tres años’. Pero, ¿cuál es el número que detona para que haya acciones?” cuestiona la activista.
Los defensores por los derechos de la mujer solicitan que las alertas de género se implementen efectivamente, que se realicen medidas urgentes de carácter inmediato para reducir la violencia feminicida.
“¿Qué tiene que ocurrir para que esto se vuelva importante?, ¿cuál va a ser el número mágico para que nuestros gobernantes entiendan que a las mujeres en México nos están matando?”, destacó Ocampo Guerrero.
SIN REPARACION DEL DAÑO
Rosario Naranjo no ha recibido ningún tipo de reparación del daño a más de cinco meses de que se dictó la sentencia contra Mario, en la cual, también establecía un pago de 375 mil pesos.
El proceso penal dejó endeudada a la madre de Laura, quien es de bajos recursos. Los gastos funerarios, los del proceso legal, los viajes de Tabasco a Querétaro -donde al menos tres veces fueron en vano porque las autoridades cancelaron citas-, fueron costos que obligaron a Rosario a vender gran mayoría de sus pertenencias.
La reparación del daño incluye atención médica, psicológica, económica, y más cosas, pero ninguna le ha llegado a la madre de Laura.
“Es terrible lo que está pasando en México con las víctimas de feminicidio”, abunda la activista Maricruz Ocampo.
La representante de Celapaz añade que en fechas recientes, el Fiscal Alejandro Echeverría Cornejo rindió su segundo informe y aseguró que se destinaron alrededor de 71 millones de pesos para reparación a víctimas; sin embargo, la activista destaca que ese monto se ha canalizado sólo en delitos de daño patrimonial, robo a casa habitación, robo a vehículos y robo de negocios.
“Los daños a las víctimas de feminicidio no se reparan”, detalla la defensora.
Por otra parte, Rosario no ha podido recuperar las pertenencias de su hija. La mujer señala que la familia de Mario vacío la casa en la que ambos vivían, se llevó todo, incluso articulos y menaje que la joven compró, así como sus pertenencias personales.
Las autoridades le responden a Rosario que para obtener lo que su hija dejó, tiene que interponer otra demanda, lo que implica otro calvario legal para la señora.
“yo no tengo para estar pagando abogados, yo lo único que pido ahora es que me regresen las pertenencias de mi hija, es lo único que pido, tener sus recursos, sus cosas”, puntualizó la mujer.
