Ciudad de México, 4 de abril (SinEmbargo).- Ahora es la NBA quien pudiera ser desafiada por una jugadora, luego de que por primera vez la NFL probara a una mujer para ser pateadora, y Brittney “Big Foot” Griner podría colarse en la liga exclusiva de hombres hasta la fecha.
Mark Cuban, dueño de Mavericks de Dallas, es quien en esta ocasión atrae los reflectores a través de sus declaraciones sobre la consideración de seleccionar a la jugadora de 2 metros con 2 centímetros de altura de la Universidad de Baylor, donde ha dominado el baloncesto de mayor nivel universitario en Estados Unidos.
La jugadora nacida en Houston acumuló 3283 puntos (segunda máxima en la historia), además de que es líder del baloncesto femenino universitario en bloqueos (748) y clavadas (18). “Lograría soportar mi lugar. ¡Hay que hacerlo!”, escribió en Twitter tras las declaraciones de Cuban.
Fue en 1979 cuando se dio uno de los precedentes en este sentido, cuando la estrella de UCLA, Ann Meyers, no logró quedarse en la NBA tras ser elegida como basquetbolista de Pacers de Indiana.
El mandamás de Mavericks indicó que está considerando seleccionarla en la segunda ronda del Draft, o por lo menos invitarla a la liga veraniega del cuadro tejano, donde también reconoció que su presencia ayudaría a que más gente acuda a esos enfrentamientos de pretemporada.
“Si es la mejor que hay, la tomaré. Pensé en ello, y aún lo sigo haciendo. ¿La tomaré? En este momento, me tiendo a pensar que sí, solo para saber si ella lo puede hacer. Uno nunca sabe hasta que le das la oportunidad, y no es como que los seleccionados después de 50 tienen grandes oportunidades de lograrlo”, dijo el martes antes del juego ante Lakers.
La jugadora atrajo miradas desde que estaba en la preparatoria Nimitz de Houston, que fue donde logró su primera clavada con apenas 15 años, 1.98 metros de altura y tenía menos de 18 meses jugando baloncesto.
Sin embargo no todos se vuelcan en favor de su desarrollo en la NBA, pues hay quienes consideran que la fuerza física es necesaria especialmente en las posiciones de delantero de poder o centro, según Amaya Valdemoro.
“Tendría más posibilidades una tiradora (antes que una jugadora que compita en la pintura). Para jugar en la zona en la NBA hay que ser muy grande y muy fuerte. ¡Que lo haga una mujer lo veo como algo muy lejano! Si hay hombres que no han podido jugar por su físico”, comentó Valdemoro a El País.
La estadounidense posee la altura habitual para un delantero o un pequeño delantero de poder, pero cuyo tonelaje (94 kilogramos) es mucho menor al habitual en posiciones dentro de la pintura, además de que ella suele desempeñarse como centro.
“Es una buena noticia para el basquet femenino, pero cuando estuve ahí vi que el nivel físico de los hombres era muy distinto. La realidad es que la mujer está por debajo de los hombres. Ella, en el baloncesto femenino, desequilibra”, añadió la triple campeona de la WNBA.