Xóchitl Gálvez ha prometido mano dura para enfrentar a los grupos criminales, una política que recuerda a la implementada en la Presidencia de Felipe Calderón Hinojosa, quien al rendir protesta sostuvo que esa sería su marca contra el crimen organizado, una postura que desencadenó la llamada guerra contra el narcotráfico.
Ciudad de México, 4 de marzo (SinEmbargo).– “¡Se acabaron los abrazos a los criminales y la Ley será la Ley!”. Así anunció la candidata de la derecha Xóchitl Gálvez el tema en el que centrará su campaña: la inseguridad y violencia que asola el país desde hace 18 años, cuando su correligionario Felipe Calderón Hinojosa declaró la guerra al narcotráfico y encomendó la estrategia en Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos por vínculos con los grupos de la delincuencia organizada que decía combatir.
Xóchitl Gálvez arrancó desde el primer minuto del viernes su campaña en Fresnillo, Zacatecas, la ciudad que, de acuerdo con el INEGI, tiene la mayor percepción de inseguridad del país, y que actualmente gobierna Morena de la mano de David Monreal, hermano de Ricardo Monreal, quien también ha sido Gobernador de ese estado. En esta entidad el PAN, el partido con el que Xóchitl ha tenido todos sus cargos, no ha presentado en dos elecciones seguidas candidato propio, la última vez fue en 2010 con Cuauhtémoc Calderón Galván quien quedó relegado a un tercer lugar y que estuvo presente en su acto inaugural.
La candidata de la derecha acudió al estado del oficialismo en donde la lucha territorial entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación ha dejado decenas muertos y una estela de terror entre los residentes. Ahí recurrió a insistir una y otra vez sobre el miedo que recorre todo el país. Lo cierto es que aún cuando Zacatecas presenta altos niveles delictivos, no es la entidad más violenta del país.
Guanajuato, por ejemplo, es el ejemplo de la estrategia de seguridad que el Partido Acción Nacional ha implementado desde 1991 cuando el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari le obsequió la gubernatura a Carlos Medina Plascencia. En todo este tiempo, la entidad ha conocido seis gobiernos panistas y en tres de ellos el Fiscal Carlos Zamarripa ha repetido, con resultados cuestionables que tienen hoy a este estado como el más violento.
¡Queremos vivir sin miedo!
Para lograrlo vamos a terminar con los abrazos a los criminales. En mi gobierno, la ley SÍ será la ley.
Basta de abandono. Vamos a luchar por la vida, la verdad y la libertad.#MxSinMiedo pic.twitter.com/0bBOuNNDZs
— Xóchitl Gálvez Ruiz (@XochitlGalvez) March 1, 2024
Xóchitl Gálvez prometió este viernes mano dura para enfrentar a los grupos criminales, se comprometió a dar prioridad a las víctimas de la violencia y a los familiares de los desaparecidos, a fortalecer la policía y a la “desmilitarización” del país, a sacar a soldados y marinos de las actividades civiles, y a construir una nueva prisión de máxima seguridad, una postura contraria a la del actual Gobierno que se ha centrado en combatir las causas que han orillado a miles de jóvenes a alimentar la maquinaria de violencia del narcotráfico.
La política de mano dura que promete Xóchitl recuerda a la implementada ya en la Presidencia por Felipe Calderón Hinojosa, quien al rendir protesta sostuvo que esa sería su marca contra el crimen organizado, una postura que desencadenó la llamada guerra contra el narcotráfico. La propia Gálvez ha considerado como “experiencia exitosa” la estrategia en el gobierno de Felipe Calderón, con quien se retrató en su viaje a España, pero de quien se desmarcó ante las críticas generadas por su encuentro e incluso llegó a afirmar que no lo admira políticamente.
“Es la estrategia correcta porque comienza con un necesario y urgente proceso de desmilitarización de nuestro país. En contraste, la corcholata del Presidente ya nos dijo que le apuesta a más militarización, a más simulación, a más inacción y a más desesperanza”, sostuvo Gálvez desde Fresnillo en el mismo tono con el que ha buscado confrontarse con López Obrador y la candidata de la izquierda Claudia Sheinbaum.
Y sostuvo: “Morena es más narco, más muerte, más miedo. La disyuntiva para México en esta elección es muy clara, continuar por el mismo camino lo que significaría claudicar ante la delincuencia o luchar para defender a las familias, defender a los jóvenes, defender a quienes trabajan y a quienes esfuerzan”.
El mismos viernes, Claudia Sheinbaum la respondió y le recordó que no es cuestión de guerras o de autoritarismos como el del expresidente Felipe Calderón que se debe enfrentar al crimen organizado, sino atendiendo a las causas como lo ha hecho el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La estrategia que promoveremos será de atender las causas, de consolidar la Guardia Nacional y su coordinación con policías estatales, vamos a fortalecer la inteligencia y la investigación y el trabajo conjunto para reducir la impunidad. No es una cuestión de mano dura, de guerras o de autoritarismos que no se olvide que los homicidios se incrementaron con la guerra contra el narco de Felipe Calderón que es el único que está demostrado que su Secretario de Seguridad estaba vinculado con el narcotráfico, García Luna que hoy está preso en Estados Unidos”, sostuvo Sheinbaum Pardo en su mensaje de campaña de inicio de campaña en el Zócalo de la Ciudad de México.
Lo cierto es que aún cuando el Gobierno de López Obrador ha reconocido que la inseguridad es su principal pendiente, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) —que son públicas— muestran que al asumir Andrés Manuel López Obrador la Presidencia en 2018 los homicidios dolosos —principal indicador que ha sido contemplado para medir la violencia— cerraron ese año en 33 mil 737 casos, una cifra que para 2019 ascendió un 2.91 por ciento al registrarse 34 mil 720 asesinatos.
Los casos para 2020 —primer año de la pandemia— se redujeron 0.43 por ciento al reportarse 34 mil 569 asesinatos. En 2021 se dio otra reducción anual del 3.49 por ciento con 33 mil 361 casos; en 2022 nuevamente hubo otra reducción del 7.15 con 30 mil 975 asesinatos registrados, y en 2023, de igual forma, los casos se redujeron 4.19 por ciento al contabilizarse 29 mil 677 casos.
Pese a ello, el actual Gobierno ha sido cuestionado por los altos niveles de violencia. Lo cierto es que las mismas cifras muestran, por ejemplo, como en el Gobierno de Enrique Peña Nieto si bien los casos de homicidio eran menores en números generales, los aumentos de 2015 —año en que se comenzó a aplicar la nueva metodología— hasta 2018 fueron constantemente al alza. Por ejemplo en 2016 el aumento anual de homicidios fue del 26.03 por ciento; en 2017 fue de 28-07 por ciento, y en 2018 del 16.85 por ciento, año que por cierto los asesinatos anuales superaron los 30 mil casos, nivel en el que se han mantenido a la fecha.
En su primer mensaje de la campaña, Gálvez delineó la que será su narrativa al acusar a Sheinbaum de ser “indiferente ante el dolor ajeno y fría ante las tragedias” y de apoyar la continuidad de un gobierno que “ha normalizado la violencia y quiere que nos acostumbremos a la barbarie”.
Sheinbaum expuso precisamente la semana pasa a “Los Periodistas”, programa de SinEmbargo Al Aire, cómo Xóchitl Gálvez y la derecha quieren montar la idea de que el país se está incendiado y está dentro de un marco de violencia terrible. “Por supuesto hay muchas cosas que hacer todavía, pero yo por eso muestro la encuesta del Inegi de la percepción de seguridad en las principales ciudades del país y más gente piensa que vive en un México seguro que lo que pensaban en 2018”.
“¿Qué plantea hoy la oposición? Regresar a la guerra contra el narco, mano dura, fuerza, la derecha ¿Qué planteamos nosotros? La construcción de la paz. Son dos modelos distintos, uno es enfrentar la violencia con más violencia y acá qué planteamos, derechos, claro, también un mejor sistema de justicia y que haya menos impunidad, pero al final hablamos de justicia”, expresó Claudia Sheinbaum, quien este lunes presentará su propuesta de seguridad, en la cual adelantó que dará, en parte, continuidad al actual modelo.
Xóchitl Gálvez, por su parte, ha lanzado un guiño a Estados Unidos en sus propuestas de seguridad y manifestó que estaba dispuesta a promover una agencia binacional de aduanas y a imponer mayores controles para frenar la importación de armas desde el país vecino, uno de los temas que ha impulsado el actual Gobierno de López Obrador, que a diferencia de lo ocurrido con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto acotó el margen de maniobra de las agencias estadounidenses.
Estos controles puestos a agrupaciones como la DEA han generado una abierta confrontación hacia el Presidente como se ha visto con la filtración de información proveniente de la Agencia Antidrogas de EU, quien en una clara muestra de injerencismo ha dado datos a la prensa internacional para señalar que investigó al círculo de López Obrador para ligarlo con el narco, sin que esto resultará en una indagatoria oficial.
No obstante, el simple hecho de estas filtraciones han alimentado a la campaña opositora que ha hecho eco de lo publicado en medios como ProPublica y The New York Times para hablar de un supuesto narco estado y la necesidad de mejorar los niveles de seguridad que han ido a la baja en esta administración.