La agencia S&P bajó la perspectiva de Petróleos Mexicanos a negativa desde estable y consideró insuficiente el plan del Gobierno mexicano para reestructurar a la petrolera.
Ciudad de México, 4 de marzo (SinEmbargo).– La agencia Standard and Poor’s (S&P) cambió a “negativa” desde “estable” la perspectiva de Petróleos Mexicanos (Pemex), corrigiendo a la baja el perfil crediticio individual de la petrolera al ubicarse en “b-” desde un “bb-“, debido a la debilidad de fundamentos crediticios.
La calificadora estadounidense también consideró insuficiente el plan del Gobierno mexicano para reestructurar a la petrolera.
En un comunicado explicó que “las mayores asignaciones presupuestales para Pemex en 2019 y las recientes declaraciones públicas del Gobierno federal asegurando que la empresa cumplirá de manera puntual con todas sus obligaciones financieras, refuerzan nuestra evaluación de una probabilidad casi cierta de respaldo extraordinario de parte del gobierno mexicano si la empresa afronta dificultades financieras. Por lo tanto, las calificaciones de Pemex continúan reflejando las calificaciones soberanas de México”.
En su reporte señaló que se revisó la perspectiva de Pemex a negativa de estable tras una acción similar sobre el soberano.
“Confirmamos nuestras calificaciones en escala global de ‘BBB+’ en moneda extranjera y de ‘A-‘ en moneda local, así como las calificaciones crediticias de emisor en escala nacional de largo y corto plazo, de ‘mxAAA’ y ‘mxA-1+’, respectivamente, y deuda de ‘mxAAA’. La perspectiva en escala nacional es estable. También confirmamos nuestras calificaciones crediticias de emisor en escala global en moneda extranjera de ‘BBB+’ y moneda local de ‘A-‘ de las subsidiarias de Pemex”, destacó.
INSUFICIENTE PLAN DE RESCATE
Standard and Poor’s consideró que su evaluación se refuerza por el respaldo público que expresó el Presidente Andrés Manuel López Obrador el 14 de febrero para asegurar que Pemex se beneficia del apoyo federal, y que la empresa cumplirá en tiempo y forma con todas sus obligaciones financieras. “Aunque, en nuestra opinión, estas acciones son insuficientes para atender completamente las necesidades de fondeo de Pemex, sin duda contribuyen al historial de respaldo gubernamental para la empresa”.
El ajuste de tres niveles en el SACP de Pemex se explica por el marcado deterioro de sus fundamentos crediticios, que deriva de dos factores principales. En primer lugar, un desempeño de la empresa que ha estado por debajo de las expectativas de la calificadora. En segundo lugar, que el plan para restaurar los fundamentales crediticios tiene un alcance limitado, particularmente para atender algunos de los riesgos de negocio y financieros en el largo plazo.
“Por una parte, la empresa enfrenta un volumen de producción muy bajo de solamente 1.62 millones de barriles diarios a enero de 2019. Además, la continua pérdida de eficiencias operativas tiene al sistema de refinación nacional operando a menos de 40 por ciento de su capacidad instalada. Estos datos evidencian las débiles condiciones de la base de activos de Pemex, que ahora podría requerir inversiones multianuales de por lo menos 20 mil millones de dólares por año para evitar un mayor deterioro”, de acuerdo con las estimaciones de la calificadora.
En nuestra opinión, señaló Standard and Poor’s , “el riesgo de ejecución para Pemex es elevado. Consideramos que la implementación del plan de negocios de la empresa sigue expuesto a decisiones políticas que podrían entrar en conflicto con los objetivos financieros y de negocio”.
Además, destacó la calificadora, “la constante supervisión de parte del Gobierno federal podría resultar en trabas no deseadas que pueden afectar las operaciones de la empresa y posiblemente retrasar la puesta en marcha de sus proyectos. Por consiguiente, consideramos que el riesgo de que Pemex no logre cumplir con sus metas establecidas y entregue resultados rápidamente, es consistente con nuestra evaluación actual de su SACP en ‘b-‘”.