“Todos estamos ilusionados y felices. Todos estamos representando a México en esta celebración del cine tan importante. Siento que todo esto es un tributo y un homenaje total para nosotros los mexicanos y los latinos”, escribió Natalia Lafourcade horas antes de interpretar la canción escrita por Kristen Anderson-López y Robert López. Y así ha sido hasta ahora.
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Ciudad de México, 4 de marzo (SinEmbargo).- Ha sido una noche mexicana. Con calaveras, pétalos de cempasúchil, mariachis, confeti y serpentinas. Con Natalia Lafourcade, Eugenio Derbéz y Gael García Bernal cantando a Coco, que ganó Mejor Película Animada. Con paneos a Salma Hayek, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón.
Los simbólicos premios Óscar en su edición 90 se convirtieron en una especie de reivindicación de lo mexicano, tan golpeado en Estados Unidos en estos tiempos. Porque ha sido una noche de enorme significado para el momento que vive la nación en manos de Donald Trump: por un lado, las mujeres víctimas de acoso han estado siempre presentes; por el otro, los mexicanos, que han sido víctimas de constante acoso.
Trump es el gran presente, en ausencia; su discurso de odio ha quedado esta noche aplastado por una fiesta que recuerda la tolerancia, que respeta a los migrantes y que no le tiene miedo a la diversidad.
También es una noche de Guillermo del Toro. The Shape of Water se hizo este domingo de su primer Óscar muy temprano en la edición 90 de los Premios de la Academia en la categoría de Diseño de Producción. Y sí gana la estatuilla a Mejor Director, el cineasta se sentaría a la mesa de los grandes, al menos de manera oficial. Compartiría platillos y triunfos con González Iñárritu y con Cuarón. Todo muy mexicano en Hollywood.
El “¡Viva México”, así, en español, se escuchó muchas veces esta noche durante la transmisión. Antes de que Gael García y Natalia comenzaran con la presentación, el actor Eugenio Derbéz lo exclamó. Y unos minutos después, y con los pronósticos a su favor, Coco, la cinta de Pixar sobre el tradicional Día de los Muertos, se llevó dos premios Óscar: Mejor Película Animada y Mejor Canción Original.
Trump insultó y denostó al pueblo mexicano durante la elección de 2016. Dijo que construiría un muro que desde acá se pagaría. Y no se detuvo allí: ha lanzado amenazas, ha dicho que México es el país más peligroso del mundo y ha repetido que cancelará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Frente a él, las palabras, los hechos.
“Todos estamos ilusionados y felices. Todos estamos representando a México en esta celebración del cine tan importante. Siento que todo esto es un tributo y un homenaje total para nosotros los mexicanos y los latinos”, escribió Natalia Lafurcade horas antes de interpretar la canción escrita por Kristen Anderson-López y Robert López. Y así fue.
#Oscars
Gael García Bernal y Natalia Lafourcade presentan Remember me, la canción nominada de #Coco. ??¡Viva, México! ???? pic.twitter.com/hcqCmf0zn7— Tomatazos (@TomatazosCom) 5 de marzo de 2018
La cantante pidió que la comunidad latina se recupere como una familia, “como una gran comunidad porque eso es lo que somos. Cuando uno viaja por el tiempo en el árbol genealógico nos podemos dar cuenta que somos una gran red y todos estamos viviendo y habitando este espacio”.
Lafourcade apareció en el escenario junto a Gael García, quien también utilizó sus redes sociales para enviar un mensaje antes de la gran cita con “Remember me”.
“Todo llevaba una suave revolcada hasta me desperté este domingo. El té me sabe a mezcal y ya llevo varios. Por suerte – gracias destino por ponerme al lado de ella – estaré riéndome y abrazando a @lafourcade antes, durante, y después de cantar. ¡Arre! Y que gane #Coco y @RealGDT”, escribió el histrión en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la cinta chilena Una mujer fantástica, del director Sebastián Lelio y que protagoniza Daniela Vega, se llevó el cetro como mejor película en habla no inglesa. Es la primera vez que Chile se levanta con esa categoría.
Coco?? #Oscars pic.twitter.com/atIXlcPGKQ
— iris (@eyerisfalcon) 5 de marzo de 2018
La 90 edición de los Óscar arrancó hoy en el Teatro Dolby de Hollywood (California, Estados Unidos), una gala presentada por Jimmy Kimmel donde la cinta The Shape of Water, del mexicano Guillermo del Toro, parte como gran favorita gracias a sus 13 nominaciones.
La inmigración, la política y la condena a los abusos sexuales en Hollywood reclamaron su espacio en la ceremonia. Desde Jimmy Kimmel, a artistas invitados como Eugenio Derbez o Lupita Nyong’o, las reclamaciones de todo tipo protagonizaron la primera mitad de la gala.
“A todos los dreamers (soñadores) ahí fuera, estamos con vosotros”, dijeron Lupita Nyong’o, actriz keniata nacida en México, y Kumail Nanjiani, originario de Pakistán, como muestra de apoyo a los “dreamers”, los cientos de miles de jóvenes indocumentados que llegaron a EU de niños y que dependen de la protección del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Además, Derbez, al presentar la canción “Remember Me” de Coco, dijo que en el más allá no hay muros fronterizos, en alusión a la polémica propuesta del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre levantar un muro entre México y Estados Unidos.
Los Guillermos en los #Oscars ?????? pic.twitter.com/a317G7fb7B
— Arturo Magaña Arce (@arturhd) 5 de marzo de 2018
La gala comenzó con el esperado monólogo de Jimmy Kimmel, que no regateó los escándalos sexuales que han traumatizado a Hollywood en los últimos meses, un tema que abordó con humor aprovechando su felicitación al mexicano Guillermo del Toro por sus nominaciones en The Shape of Water. “Hiciste una bella película. Y gracias a Guillermo, recordaremos por siempre este año como el año en el que los hombres la cagaron tanto que las mujeres empezaron a salir con peces”, dijo.
En tono más serio, Kimmel aseguró que las denuncias a los comportamientos de Harvey Weinstein y otros presuntos agresores sexuales en Hollywood era algo que se debía haber hecho desde hace tiempo. “El mundo nos está mirando. Tenemos que dar ejemplo”, dijo. También señaló en otro momento que en todos los lugares en los que hay luz hay esperanza, “excepto en la Casa Blanca”, un chiste sobre la reciente dimisión de la directora de Comunicaciones, Hope Hicks (“hope”, esperanza en inglés).
-Con información de EFE.