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La vida de Il Prete Rosso, de la gloria a la censura
Antonio Lucio Vivaldi nació el 4 de marzo de 1678 en Venecia, estudió con su padre Giovanni Battista Vivaldi, violinista en la catedral de San Marcos, y con Legrenzi. Se ordenó sacerdote en 1703, lo llamaban il prete rosso , “el cura pelirrojo”. Más inclinado hacia la música que hacia las obligaciones religiosas, logró que se dispensara de decir misa por razones de salud, comenzó a enseñar en el Ospedalle de la Pietá, un conservatorio para niñas huérfanas. Trabajó allí como director musical hasta 1740, como profesor y componía conciertos y oratorios para los conciertos semanales a través de los que consiguió una fama internacional.
Durante su estancia en el Conservatorio de La Pietá, conoció a Anna Giraud, una cantante nacida en Venecia, que vivió con el desde muy pequeña hasta la muerte del compositor.
Anna no era considerada una chica demasiado hermosa a los ojos de cualquiera, pero se decía que poseía una figura delicada e incluso agradable y características físicas peculiares muy apreciables. Como cantante se decía que tenía gusto y sensibilidad cantando, pero que no poseía una gran voz, sin embargo su talento actoral le otorgó el papel principal en las óperas de Vivaldi.
El hecho de que Vivaldi fuera un religioso le provocó innumerables críticas, llevándolo incluso a la censura por parte del clero que le prohibió ser “artísticamente” activo en Ferrara (Norte de Italia) como castigo por el tiempo que pasaba con Giraud y su hermana cosa demasiado mal vista dado que él era un sacerdote.
Los rumores de que el compositor sostenía una relación amorosa se acentuaron cuando Anna Giraud se mudó a la casa de Vivaldi, al poco tiempo también su hermana Paulina se mudó a la casa de Vivaldi cuyo trabajo consistía como “enfermera” para el sacerdote, constantemente enfermo, escandalizando a la sociedad europea de ese tiempo por la posible relación sentimental que sostenía con las Giraud.
Hacia 1740 entró al servicio de la corte del emperador Carlos VI en Viena. Sus composiciones se hicieron pronto famosas en toda Europa y algunos de sus discípulos en el violín fueron Tosarelli, Fedeli, Somis y Pisendel.
Participó en la conmemoración del centenario del teatro de Amsterdam (1737), su primer viaje fuera de Italia, que fue seguido por otro a Viena cuatro años después. Fue sepultado en una fosa común al morir en el año de 1741 en Viena. La obra del artista veneciano cayó en el olvido después de su muerte debido a que en Italia sus composiciones no aparecieron en los libros de música de la época.
La contemporaneidad del artista
El redescubrimiento y asentamiento de Vivaldi en la historia de la música fue cimentado en 1939 con la celebración de la “Semana de Vivaldi” en Viena. Vivaldi se popularizó por todo el mundo después de la segunda guerra mundial con el establecimiento de La Scuola Veneziana, I Virtuosi di Roma, e I Musici, tres de las muchas orquestas que se dedicaron a la interpretación y grabación de Vivaldi.
Durante los años 1960 Vivaldi había recuperado su fama por todo el mundo, principalmente con Las Cuatro Estaciones, el Gloria y unos cuantos conciertos más. Lo que había permanecido oculto durante doscientos años había vuelto en menos de cuarenta.
La producción musical de Vivaldi es inmensa, se conoce que escribió 46 operas, 70 sonatas, 195 composiciones vocales, entre las que se cuentan 45 cantatas de cámara y 554 composiciones instrumentales, en su mayoría conciertos.
La obra más conocida son los doce que componen Il cimento dell’armonia e dell’inventione ,que forma parte de su Opus 8 escrito en 1725. Los primeros cuatro conciertos incluyen las célebres Cuatro estaciones: nº 1 en mi mayor, La primavera; nº 2 en sol menor, El verano; nº 3 en fa mayor, El otoño y nº 4 en fa menor El invierno.
Esta obra tiene una importancia capital por suponer la ruptura del paradigma del Concerto Soli, establecido por el mismo Vivaldi. Hasta entonces, el Concerto Soli era un concierto en el que el instrumento solista llevaba todo el peso de la melodía y la composición, y el resto de la orquesta se limitaba a ejercer el acompañamiento según la vanguardia armónica de esa época.
Johann Sebastian Bach, contemporáneo suyo, estudió la obra de Vivaldi en sus años de formación y de algunos de los conciertos para violín y sonatas de Vivaldi sólo existen las transcripciones (en su mayor parte para clavecín) de Bach.
Los conciertos de Vivaldi se convirtieron en modelo de su género en toda Europa e influyeron en el estilo de sus contemporáneos como Georg Friedrich Händel, Domenico Scharlatti, Jean-Philippe Rameau y François Couperin que consolidaron la música del periodo barroco europeo, que abarcó desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII hasta la mitad del siglo XVIII, aproximadamente hasta la muerte de Sebastian Bach, en 1750.