Las historias de los migrantes podrían ser consideradas una victoria para el Gobernador de Texas Greg Abbott, quien regresó el domingo a Eagle Pass con más de una decena de gobernadores republicanos que han celebrado su enfrentamiento con el Gobierno federal en torno a la aplicación de las leyes de migración.
Por Valerie Gonzalez
Piedras Negras, 4 de febrero (AP) — Kyle Willis despertó este domingo en México mientras sopesaba sus distintas opciones para ingresar a Estados Unidos después de que la semana pasada le negaron la entrada en el tramo más resguardado de la frontera con Texas.
El jamaiquino de 23 años, quien dijo que abandonó su país luego de enfrentar ataques y discriminación debido a su sexualidad, había seguido los mismos pasos que una cantidad sin precedentes de migrantes en los últimos dos años e intentó cruzar el río Bravo (o Grande) en la ciudad fronteriza de Eagle Pass. Pero regresó empapado luego de pasar horas en el río sin lograr convencer a los soldados de la Guardia Nacional de Texas que estaban detrás de una valla de alambre de púas.
“No es algo que dicen para disuadir a la gente de entrar. Es real”, dijo Willis, quien por el momento se aloja en un albergue en Piedras Negras.
Su experiencia podría ser considerada una victoria para el Gobernador de Texas Greg Abbott, quien regresó el domingo a Eagle Pass con más de una decena de gobernadores republicanos que han celebrado su enfrentamiento con el Gobierno federal en torno a la aplicación de las leyes de migración. Pero el descenso en la cantidad de cruces forma parte de una compleja mezcla de acontecimientos en la frontera sur de Estados Unidos, incluida una mayor aplicación de la ley en México.
Mientras tanto, los migrantes se desplazan río abajo y cruzan por otros lugares.
Abbott agradeció a los gobernadores republicanos por respaldar las labores de su estado y reiteró sus afirmaciones de una “invasión” en la frontera sur. Nuevamente se refirió a una cláusula que asegura que lo respalda legalmente para defender a Texas.
“Estamos aquí para enviar un mensaje fuerte y claro de que estamos unidos en la lucha para asegurarnos de que seremos capaces de mantener nuestra garantía constitucional que afirma que podremos defendernos ante cualquier tipo de peligro inminente”, declaró Abbott.
La cantidad récord de cruces fronterizos es una desventaja política para el Presidente Joe Biden y un tema que los republicanos están ansiosos de poner en el primer plano de la discusión durante un año electoral. El Gobernador de Florida, Ron DeSantis, se comprometió la semana pasada a enviar más elementos de la Guardia Nacional a Texas y otros titulares de Gobierno estatal contemplan la posibilidad de nuevos despliegues.
Eagle Pass es el punto en donde Texas se ha estado enfrascado en una lucha de poder con el gobierno de Biden durante el último mes, después de que el estado comenzó a negar el acceso de los agentes de la Patrulla Fronteriza al parque Shelby.
Los cruces han disminuido en las últimas semanas a lo largo de toda la frontera sur de Estados Unidos, incluidas zonas en donde no hay una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad.
Tucson, Arizona, el cual ha sido el sector más concurrido de los nueve de la Patrulla Fronteriza en la frontera de Estados Unidos con México, registró 13.800 arrestos durante la semana que terminó el viernes. Representa una disminución del 29% respecto al máximo de 19.400 registrado en la semana que terminó el 22 de diciembre, de acuerdo con John Modlin, jefe del sector.
Apenas un día después de que Biden expresó “su agradecimiento al apoyo operativo de México y por tomar medidas concretas para frenar la migración irregular” en una llamada con su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador, la agencia de migración de México dijo el domingo que en la última semana habían rescatado a 71 migrantes, 22 de ellos menores de edad, en dos grupos que quedaron varados en bancos de arena del río Bravo, entre Eagle Pass y Piedras Negras. Las personas eran originarias de México, Centroamérica, Ecuador y Perú.
Una hondureña y su bebé de 1 año de edad también fueron rescatados del agua y el equipo de emergencias encontró además tres cadáveres, aparentemente de migrantes que murieron durante su intento por cruzar hacia Estados Unidos.
Biden, quien cada vez suena más parecido al expresidente Donald Trump, presiona al Congreso para que apruebe restricciones al asilo que eran inimaginables cuando asumió el cargo. La migración sigue siendo una de las principales preocupaciones de los votantes rumbo a las elecciones presidenciales de este año. Una encuesta de AP-NORC realizada hace unas semanas reveló que la cantidad de votantes preocupados por la migración ascendió a 35 por ciento, respecto al 27 por ciento del año pasado.
La llegada de los gobernadores republicanos a Eagle Pass concluye un fin de semana que ha mantenido a la pequeña ciudad fronteriza de unos 30 mil habitantes bajo los indeseados reflectores. Cientos de manifestantes que protestaban contra las políticas de migración de Biden realizaron una marcha el sábado a las afueras de la ciudad con el lema “Recuperemos nuestra frontera”, y los vendedores pusieron a la venta gorras y banderas de Donald Trump inspiradas en la campaña “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”.
Los caucus republicanos de Iowa significaron un triunfo para Trump en enero pasado y expusieron las preocupaciones de los votantes en materia migratoria. Un sondeo de AP VoteCast reveló que alrededor del 90 por ciento de los votantes en el estado estaban a favor de levantar un muro en la frontera con México, y siete de cada 10 se expresaron muy a favor.
El número de cruces en Eagle Pass se ha reducido recientemente a unos cientos al día. México ha reforzado los esfuerzos de migración que incluyen la adición de más puestos de control y el envío de personas de la frontera norte al sur de México. El país también ha deportado a algunos migrantes venezolanos.
Melissa Ruiz, de 30 años, llegó con sus cuatro hijos al refugio de Piedras Negras, al otro lado del río desde Eagle Pass. La hondureña dijo que los pandilleros habían intentado reclutar a su hijo de 15 años en su país, lo que la llevó a huir a regañadientes.
Ruiz dijo que no estaba al tanto de las fuertes medidas de seguridad en el lado de Texas, ya que desde que llegó al albergue se había enterado de muchas personas que cruzaban el río hacia Estados Unidos. Para ella, el principal factor disuasorio son las bajas temperaturas y el aumento del caudal del río después de las recientes lluvias. Trágicamente, los ahogamientos en el río son frecuentes.
“Lo que cuentan que uno sufre tanto en este camino es cierto”, dijo Ruiz.