SOUNDTRACK: Playlist de Luis Felipe Lomelí “para tomar aguardiente”

04/01/2015 - 12:03 am

Tomar guaro no es asunto solitario. Tampoco uno que se pueda despachar en un par de horas. El aguardiente de caña antioqueño, anisado, fuerte y dulcesito, es para una parranda larga, de ésas que uno se puede dar con gusto en la zona metropolitana de Medellín. No se requiere gran cosa para encontrar el sitio indicado, porque allá lugares abundan: desde las cantinas de Bello hasta cualquier estanco de lámina en Itagüí. Y, claro, también puede hacerlo en una esquina de la Nororiental, en un puesto a lado de La Minorista (el “Acapulco”, si aún existe, es un gran lugar) o en un rincón de viejos en Envigado. Incluso, en la zona gomela de Patio Bonito hay recovecos alejados de la pretensión del dinero, a lado de los arroyos. Y ni qué decir de las zonas cercanas a la U. de Antioquia.

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Foto: Shutterstock

Pero supongamos que estamos en el mero centro de Medallo, supongamos que es el “Manzanares”, que va con mi compa y paisa Gregorio Henríquez –el mejor Virgilio de la ciudad, como buen antropólogo de la muerte- y el rehabilitado norteño Rafael Acosta. Supongamos que no quiere dejar en duda que es un macho mexicano (un “mero macho”, como dicen los colombianos) y a los dos o tres caballitos de guaro ya se le calentó el hocico y quiere poner unas rolitas para que empiece la montaña rusa de los sentimientos. Entonces no hay nada mejor que entrarle con un clásico desgarrador. Y de ahí seguirle. Con sentimiento. Con ganas de que la noche sea mañana y siga la noche y siga.

Por supuesto, diez canciones son nomás un entre, una probadita de lo que le espera. Faltarían muchas, como bien le dirán Goyo y el Rafa, pero ellos las irán intercalando, sumando “Diario de un crudo”, “Jaime Molina”, “La plata”, “La miseria humana”, “Honda herida”, “El mejoral” y hartísimas más. Así que usted disfrute, siga entrándole a la botella y no olvide que el vasito de agua no está de adorno: si lo ponen ahí es para evitarle el guayabo.

 

1. La creciente, con Rafael Orozco y El Binomio de Oro.

 

2. La gota fría, de Emiliano Zuleta, con versión de Guillermo Buitrago.

 

3. Bonita, de Diomedes Díaz.

 

4. Matilde Lina, de Leandro Díaz.

 

5. La pollera colorada, con Los Corraleros de Majagual.

 

6. La celosa, de Sergio Moya Molina, con Los hermanos Zuleta.

 

7. Los caminos de la vida, con Los Diablitos.

 

8. Cómo duele el frío, de José Luis Carrascal.

 

9. Alicia adorada, de Alejo Durán.

 

10. Esta vida, de Jorge Celedón.

Nació en jalisco en 1975, estudió Ingeniería Física Industrial, una maestría en Ecología de Zonas Áridas y un doctorado en Ciencia y Cultura. También es escritor, en 2001 ganó el Premio Nacional de Literatura de Bellas Artes de México por su primer libro, Todos santos de California. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y sus últimos libros publicados son El alivio de los ahogados e Indio borrado. Se le considera el autor del cuento más corto en español: El emigrante -¿Olvida usted algo? -Ojalá. Es columnista de SinEmbargo.

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