Ciudad de México, 3 de dic (sinembargo.mx) – No había sorpresas en la agenda: las organizaciones sociales y los grupos estudiantiles habían anunciado con suficiente anticipación que saldrían a protestar contra la toma de poderes de Enrique Peña Nieto. También estaban claros los posibles puntos de conflicto: primero, el cerco policiaco-militar entorno al Palacio Legislativo de San Lázaro; luego las calles del Centro Histórico, porque el priista, una vez ungido, daría un mensaje con invitados en Palacio Nacional, en el Zócalo capitalino.
Pero las cosas se salieron de control.
Dos manifestantes se debaten entre la vida y la muerte; uno de ellos ha perdido un ojo y el otro está en coma inducido. Hay cerca de un centenar de detenidos y todos, que se sepa, están en manos de las autoridades del Distrito Federal; el Movimiento #YoSoy132 e incluso políticos cercanos a Andrés Manuel López Obrador sostienen que son “presos políticos”, una figura incómoda para un gobierno que, en teoría, es de izquierdas.
Las últimas horas de Marcelo Ebrard Casaubón al frente de la jefatura del Gobierno del Distrito Federal se ha complicado. El conflicto no se resolverá antes de que abandone su oficina, incluso por los tiempos legales establecidos para resolver jurídicamente cada caso. El problema quedará, entonces, en manos del próximo jefe del GDF, uno cercano a él: Miguel Mancera.
Para complicar la maraña política aún más, Jesús Zambrano, aliado de Ebrard y presidente del PRD, fue aplaudido el domingo a mediodía en el Alcázar del Castillo de Chapultepec cuando condenó las manifestaciones violentas. Fue aplaudido por los invitados de Peña Nieto a la firma del Pacto por México. Todo esto mientras el segundo dentro del mismo partido, el secretario general Alejandro Sánchez Camacho, decía que Zambrano había signado el documento a título personal, sin la aprobación de “ninguna de las instancias” perredistas.
Si los priistas o panistas lo hubieran planeado, no les sale mejor. Las manifestaciones contra Peña Nieto han profundizado la división de las izquierdas en México.
Todo esto, mientras que nuevos videos salen a la luz pública. Algunos que confirman la violenta reacción de ciertos manifestantes (que la Procuraduría General de Justicia del DF vincula con grupos anarquistas y con #YoSoy132), quienes dañaron sin aparente sentido espacios públicos y propiedades privadas en una ciudad a la que le gusta su Centro Histórico. Y otros, más polémicos porque animan a los detractores del operativo policiaco de las autoridades capitalinas, que muestran excesos de los agentes del órden público.
Dos posiciones irreconciliables. Dos extremos, de dos que ahora están divididos y antes jugaron en el mismo bando:
Andrés Manuel López Obrador: exige el cese inmediato del nuevo secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y de Manuel Mondragón, subsecretario de Seguridad Pública Federal, quien fuera un cercano colaborador de Ebrard.
Y Marcelo Ebrard Casaubón: califica los enfrentamientos y actos vandálicos que ocurrieron a lo largo del sábado como “barbarie”. Negocios y monumentos históricos fueron dañados, dijo. Los costos, prometió, fueron asumidos por el GDF.
Mientras, las manifestaciones no cesan. Ahora se pide la liberación de los “presos políticos”, mientras el Comité Jurídico y de Derechos Humanos #YoSoy132 (COJUDH) anunció una marcha para este lunes, del Ángel al Zócalo, a las 14 horas.
“Los objetos e instrumentos utilizados para realizar los desmanes que se registraron el 1 de diciembre en el Centro Histórico claramente señalan que hubo premeditación, un plan específico para realizar actos violentos y atacar la paz social de la ciudad”, insistió la noche del domingo el Procurador capitalino, Jesús Rodríguez Almeida.
Pero #YoSoy132 está seguro de que, más bien, hubo un “dispositivo desmesurado de fuerzas policiacas” y se preparó “un escenario que incitó al conflicto”.
“(Hubo) un cerco que se extendía a mas de seis kilómetros de perímetro, para proteger a los falsos representantes del pueblo, al que evidentemente le tienen miedo”, dijo en un comunicado. “A la manifestación acudieron muchos frentes y organizaciones con distintas dinámicas de lucha, por lo que al final, el enojo de las masas fue incontenible y esa rabia natural frente a la represión fue canalizada de diversas maneras que los medios, con los que escudan su política de represión, calificaron de violentas”.
El titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal no ha dicho una palabra, pero Mondragón, subsecretario, ya habló. Dijo que los actos violentos durante la toma de protesta del nuevo Presidente de la República “fueron dirigidos y estuvieron diseñados para atentar no contra las personas, sino contra las instituciones nacionales”.
–¿Dirigido por quién? –preguntó un reportero.
–Todavía no se puede determinar porque se está investigando –respondió.
INFORMACIÓN NECESARIA:
•IBA A SER LA TOMA DE PROTESTA MÁS BREVE. Y NO FUE
• ESTUDIANTE HERIDO EN SAN LÁZARO PIERDE UN OJO
• HAY MIEMBROS DE YOSOY132 DETENIDOS, DICE LA PGJDF
• EL ESTADO PREPARÓ ESCENARIO DEL CONFLICTO: #YOSOY132
• MAESTROS DE LA SECCIÓN 22 DICEN QUE HUBO INFILTRADOS