Guadalajara (EFE y agencias).- El precandidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia, Enrique Peña Nieto, sufrió.
Cuando le preguntaron que recordara tres libros que le habían marcado como persona, respondió que la Biblia; La Silla del Águila, que atribuyó al escritor Enrique Krauze cuando es obra de Carlos Fuentes… “Y otro que no recuerdo”.
A su salida, algunos periodistas se quejaron del mal trato de su equipo de seguridad y organización de su conferencia, debido a que no pudieron entrar al Auditorio Juan Rulfo para presenciar y reportar su charla.
Peña Nieto acudió a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2011 al auditorio Juan Rulfo; allí presentó su libro “México, la gran esperanza”, ante un público aproximado de 400 personas.
En la conferencia, el ex gobernador del Estado de México, fue cuestionado sobre sobre “la cantidad de dinero involucrada en el caso del Moreirazo”, en referencia a su amigo, el ahora ex presidente del PRI, Humberto Moreira. Respondió: “No estoy para calificar lo que sucedió con el presidente del partido; la salida de Humberto Moreira es una decisión política atinada para privilegiar el proyecto del partido”.
En su presentación, Peña Nieto expuso que es necesario construir un estado eficaz, que materialice los derechos de los mexicanos por su condición de nacionales.
“Yo concentraría en tres grandes rubros los problemas de México: pobreza, falta de generación de empleos y riqueza económica y la inseguridad pública”, dijo.
Lamentó también la muerte del ex gobernador de Yucatan y ex dirigente del PRI, Rafael Rodríguez Barrera, al cual consideró como un gran amigo y dirigente político excepcional.
“Lamento profundamente la muerte de Don Rafael Rodríguez Barrera, gran amigo y dirigente político excepcional. Mi sentido pésame a su familia”, comunicó.
“DECISIÓN ATINADA”
Peña Nieto, calificó como una “decisión prudente” y “atinada” la reciente renuncia del máximo dirigente del grupo político, Humberto Moreira.
Moreira anunció el viernes su dimisión a la presidencia del PRI, en un momento clave para la política mexicana, después de que fuera vinculado a un escándalo por la supuesta contratación irregular de deuda pública mientras era gobernador del estado de Coahuila.
“Esos señalamientos eventualmente le han generado un desgaste que le llevó a tomar la decisión que anunció en el día de ayer (…). Es una decisión prudente y importante la que ha tomado”, afirmó Peña Nieto en una rueda de prensa que ofreció en esta ciudad.
Peña Nieto, único precandidato presidencial del PRI para los comicios del 1 de julio próximo y favorito en las encuestas, expresó el reconocimiento del partido a la labor que desempeñó Moreira durante los once meses que ejerció el máximo liderazgo del partido.
Humberto Moreira, agregó Peña Nieto, “dio al PRI durante este corto espacio importantes frutos y logros”. “De todas las contiendas en las que participó el PRI ganó en todas (…). El priísmo está en reconocimiento a ese desempeño”, añadió.
El caso que ha afectado a Moreira, conocido como “Moreirazo”, estalló en agosto pasado, cuando se conoció que el endeudamiento del estado de Coahuila pasó de 323 millones de pesos (23,2 millones de dólares) en 2005 a 32.000 millones de pesos (2.302 millones de dólares).
La Secretaría de Hacienda federal interpuso una denuncia por la contratación irregular de créditos que elevaron la deuda pública de Coahuila y la fiscalía anunció en noviembre la apertura de una investigación al respecto.
Según las investigaciones, el Gobierno de Coahuila falsificó decretos del Congreso para aprobar el endeudamiento
Consultado Peña Nieto por la posibilidad de que se abra un proceso interno en el PRI por la eventual responsabilidad de Humberto Moreira en ese caso, Peña Nieto dijo que “no tiene lugar”.
También dijo que la decisión del presidente del PRI de renunciar al puesto están ligadas a “unas irregularidades cometidas en su estado, no personalmente, pero que le vincularon, y él se pronunció por una investigación”.
“Decidió no trasladar ese desgaste personal (al PRI). Es una posición política atinada”, insistió Peña Nieto, a quien las encuestas le dan cerca del 50 % de las preferencias de voto para los comicios del 2012.
El pasado 22 de noviembre, Peña Nieto se convirtió en el único precandidato presidencial del PRI después de que renunciara a la carrera electoral Manlio Fabio Beltrones.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya ha elegido a Andrés Manuel López Obrador para representar a la izquierda en la contienda electoral, mientras que el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) tiene pendiente definir su candidato.
Peña Nieto llegó a Guadalajara para participar como orador en la Feria Internacional del Libro (FIL), por la que también han pasado en los últimos días otros dirigentes políticos de primera línea.
El aspirante del PRI, en una charla que ofreció a centenares de personas, en su mayoría simpatizantes políticos, aprovechó para dar a conocer las líneas básicas de su programa, enfocado en atender las demandas sociales, garantizar la seguridad y generar el crecimiento económico.
Reconoció que de esas “obsesiones”, la inseguridad causada por las acciones de las bandas del narcotráfico es un tema clave, y se pronunció a favor de un programa integral para hacer frente a un tema que ha causado más de 40.000 muertos desde el 2006.
Propuso “articular estrategias de mayor alcance” que incluyan “atacar las causas más que los efectos” e ir a la raíz del problema, aumentar una mayor profesionalización de las fuerzas de seguridad y aumentar la inversión pública en esa rama.
En la rueda de prensa posterior a esa conferencia, el aspirante del PRI se mostró contrario a la legalización de las drogas, pero dijo ser partidario de propiciar un debate sobre el tema.
Asimismo, dijo que el Ejército, que participa en la lucha contra el narcotráfico, debe ir “retirándose a los cuarteles gradualmente, “porque no está preparado para hacer las veces de policía”.
“Creo que si logramos recomponer las fuerzas de seguridad y sustituir al Ejército por una policía civil bien equipada y bien capacitada, el Ejército deberá regresar a sus cuarteles”, insistió.