La cena en un restaurante de lujo en octubre despertó una serie de comentarios en el sentido de la impunidad con la que se movía a pesar de estar involucrado en uno de los casos de corrupción más significativos en América Latina.
Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).- Desde que fue extraditado de España, en julio de 2020, en México causó extrañeza que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, no fuera a la cárcel por su participación en el escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
En lugar de ser remitido a prisión, a Lozoya le fue retirado su pasaporte, adquirió el estatus de testigo cooperante, lo que le permitió gozar de prisión domiciliaria y portar un brazalete electrónico para evitar que se fugará del país.
Lozoya está acusado de haber recibido 10.5 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de obras públicas en los estados de Hidalgo, Tamaulipas y Veracruz. Asegura tener pruebas de entregas de sobornos a políticos y a la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto.
Desde que inició el proceso en su contra, Lozoya pidió en seis ocasiones una prórroga para el cierre de la investigación complementaria. Sin embargo, en esta ocasión, la Fiscalía General de la República (FGR) se habría opuesto a la petición de Lozoya Austin, por lo que se tuvo que presentarse a una audiencia en el Reclusorio Norte, de donde ya no salió porque se quedó en prisión oficiosa justificada.
Aunque en entrevista con medios su abogado Miguel Ontiveros Alonso aseguró que la detención de su cliente no tenía nada que ver con una cena en un lujoso restaurante donde se le vio el 10 de octubre, el hecho despertó indignación en la opinión pública y en la clase política, que si bien no constituían un delito sí era algo “inmoral”, como dijo en una de sus conferencias matutinas el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La cena, en el restaurante Hunan en las Lomas de la Ciudad de México, hizo que se cuestionara la libertad con la que se movía Lozoya Austin a pesar de estar acusado de un delito, así como la falta de acción de la FGR en el caso.
EL PATO DE LA DISCORDIA
Las escenas de la polémica cena fueron dadas a conocer en redes sociales por la columnista Lourdes Mendoza, quien presentó unas fotografías en las que el ex director de Pemex se encontraba con cuatro personas, una de ellas, sentada a su lado, Doris Beckmann, una de las herederas de Tequila Cuervo.
La imagen de Lozoya sentado con un grupo de amigos y en un restaurante de lujo, despertó la idea que el hombre gozaba de total impunidad.
El canciller Marcelo Ebrard y el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, ambos presidenciables, criticaron la presencia de Emilio Lozoya en la cena a pesar de estar sujeto a proceso judicial.
“A mí no me toca hacer la evaluación a ese respecto. Desde luego que es muy chocante ver esa imagen, por no decir peor, pero a nivel internacional lo que cuenta es el reconocimiento al Presidente y a su gobierno en la lucha contra la corrupción y no creo que esté en duda”, dijo Marcelo Ebrard.
En tanto, Ricardo Monreal explicó que “el hecho de poder ser testigo protegido o colaborador, cualquier persona, no permite que tenga una libertad tan amplia de estar en lugares de recreación y menos públicamente expuesto. Hay que actuar con ponderación, con moderación”.
Por su parte, el Presidente Andrés Manuel Lopez Obrador calificó la cena del ex director de Pemex como lo consideró un “acto de provocación” y agregó su deseo para que el tema de aclarara.
“Espero que alcance el tiempo y que todo esto se aclare y se haga justicia. Desde luego que, como todos los mexicanos, tiene que haber justicia pronta, expedita, pero yo espero que la Fiscalía informe cómo va el juicio y también que se analice la importancia que tiene la transparencia y que se le dé, si no mayor peso, el mismo que el del llamado ‘debido proceso’. Desde que se inventó eso ya no se puede informar al pueblo y todo se maneja en sigilo”, expresó el mandatario.
LA HISTORIA DETRÁS DE LAS FOTOS
Lourdes Mendoza demandó a Lozoya Austin por daño moral, hace un año tras el señalamiento en su contra por supuestamente haber recibido un bolso Chanel valuada entre 4 mil y 5 mil dólares por hacer comentarios favorables del expresidente Enrique Peña Nieto.
Días antes de la polémica cena, Lozoya no había asistido a una audiencia relacionada con la demanda de la columnista bajo el argumento que estaba bajo prisión domiciliaria. De acuerdo con lo relatado por Mendoza, ese sábado una persona le avisó que el ex director de Pemex se encontraba en el Hunan de Las Lomas cenando con un grupo de personas, por lo que se dirigió al lugar y una vez ahí ubicó la mesa le tomó la foto y un pequeño video.