Laika falleció algunas horas después del lanzamiento, pero dejó huella en la historia espacial al probar que era posible enviar un ser vivo al espacio.
MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) – Este 3 de noviembre se cumplen 64 años del lanzamiento del primer ser vivo al espacio, la famosa perra Laika, que el programa espacial soviético recluyó en la nave Sputnik 2.
Laika fue encontrada como una perra callejera vagando por las calles de Moscú. Los científicos soviéticos optaron por utilizar perros callejeros de Moscú ya que se asumía que estos animales ya habían aprendido a soportar las condiciones extremas de frío y de hambre.
El Sputnik 2 fue la segunda nave espacial puesta en órbita alrededor de la Tierra, a las 02:30 UTC del 3 de noviembre de 1957. Era una cápsula cónica de cuatro metros de alto con una base de dos metros de diámetro. Contenía varios compartimentos destinados a alojar transmisores de radio, un sistema de telemetría, una unidad programable, un sistema de control de regeneración y temperatura en cabina e instrumental científico, informa Wikipedia.
En una cabina sellada y separada del resto viajaba la perra Laika, cuyo nombre original era “Kudryavka”, y pesaba unos seis kilos. La cabina presurizada del Sputnik 2 le permitía estar acostada o en pie y estaba acolchada. Un sistema regenerador de aire le proveía de oxígeno; la comida y el agua se encontraba en forma de gelatina.
Первая собака в космосе! 🐶
64 года назад выполнен запуск второго искусственного спутника Земли. На его борту находилась собака #Лайка, которая стала первым живым существом, выведенным на околоземную орбиту: https://t.co/lSvf90vis1 pic.twitter.com/zW6Y18khXu
— РОСКОСМОС (@roscosmos) November 3, 2021
NO HABÍA POSIBILIDAD DE RETORNO
Laika estaba sujeta con un arnés, una bolsa recogía los excrementos, y unos electrodos monitorizaban las señales vitales. Un primer informe telemétrico temprano indicó que Laika estaba agitada en el espacio pero comía. No había posibilidad de retorno a la Tierra, por eso se planeó sacrificarla después de 10 días en órbita.
Sin embargo, en octubre de 2002 se reveló por fuentes rusas que Laika había muerto a las pocas horas debido al sobrecalentamiento y el estrés. La misión suministró a los científicos los primeros datos del comportamiento de un organismo vivo en el medio espacial.