#MetaDatos | Instagram se ha convertido en un escaparate de la narcocultura. En los últimos años, la promoción del estilo de vida de los narcos se ha vuelto una forma de marketing en la que se muestra el lado más atractivo de estas organizaciones criminales. Una revisión a esta red social arroja la proliferación de un comercio clandestino en donde se venden desde objetos extravagantes usados por narcos hasta aparatos sofisticados como radios satelitales de uso exclusivo del Ejército.
Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).– Las redes sociales, en particular Instagram, se han convertido en un paraíso para la narcocultura. En los últimos años han proliferado cientos de cuentas de usuarios que no solo hacen apología del crimen organizado, también comercializan productos relacionados con el estilo de vida de los narcos que incluyen joyas, relojes y ropa de marcas exclusivas, autos de alta gama e incluso equipo de telecomunicaciones de uso militar.
Un artículo publicado en el año 2015 en Borderland Beat, un sitio de Internet dedicado a reportar la guerra contra las dogas, Antoniet Nouvet, de la The SecDev Foundation, explicó cómo los cárteles de la droga usan el ciberespacio para sus fines.
“Los cárteles hacen uso sofisticado del ciberespacio para monitorear a sus enemigos y a las tropas del Ejército mexicano, así como para planear secuestros, según relató Nouvet a Borderline Beat.
Durante el pasado 17 de octubre, fecha en que tuvo lugar la operación para detener a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán, Instagram fue una de las principales fuentes de contenido visual y videos de los enfrentamientos que posteriormente se viralizaron en otras plataformas y medios de comunicación. Destacó una grabación en la que un grupo de supuestos sicarios celebran la liberación del capo. En el video se les observa a bordo de un vehículo portando unas singulares máscaras led.
FESTEJANDO…
Armas largas, radios, chalecos blindados, cargadores, máscaras, música… pic.twitter.com/yKtKaKYvEM— Carlos Jiménez (@c4jimenez) October 18, 2019
Las máscaras incitaban temor y miedo en los usuarios al ser empleadas por sujetos altamente armados. Estas imágenes tomaron por sorpresa a cientos de usuarios de redes sociales no habituados a escenas similares. Esas máscaras son novedad en un particular mercado que se oferta desde las redes sociales.
Aquellas máscaras luminiscentes son ofrecidas a través de Instagram por diversos usuarios, quienes además de este producto también venden objetos de lujo como relojes Cartier con costos que sobrepasan los 100 mil pesos, vehículos de lujo, radios satelitales y otros productos de inteligencia militar.
La diversidad de productos que se ofrecen en un mismo catálogo solo resulta congruente al interior de la narcocultura, cuyos adeptos construyen su identidad en torno a narrativas que han incorporado con el paso de los años el lujo y extravagancia de algunos productos, de acuerdo con diversos estudios publicados por académicos estudiosos del tema.
Otras cosas que se comercializan en esta red son los vehículos todoterreno con características particulares, ropa de diseñador, incrustaciones de piedras preciosas en armas y objetos de uso cotidiano, entre otros objetos que conceden distinción a los adeptos del crimen organizado.
El alto volumen de fotografías y videos que se vinculan con la narcocultura que se encuentra almacenado en Instagram es un indicio de que esta plataforma se ha convertido en el canal de mercadotecnia idóneo para quienes tienen interés en el estilo de vida del crimen organizado.
Un posible motivo de la preferencia de esta red social por los adeptos de esta práctica puede tener su origen en la apuesta de los desarrolladores de Instagram por centrar la plataforma en el lenguaje visual como ninguna otra red social lo hace.
INSTAGRAM Y LA NARCOCULTURA
Si bien YouTube fue la primera plataforma audiovisual que logró tener éxito en la esfera digital al priorizar el lenguaje visual, Instagram dio un paso más al dotar al usuario de más herramientas para comunicar a través de la imagen.
Una de las características de Instagram es la posibilidad de crear comunidades a través de la comunicación por medio de imágenes y hashtags. Esta característica facilita no solo la conformación de grupos a partir de gustos básicos como una marca de ropa o de auto, también permite la creación vínculos clandestinos que se mantienen ocultos a través de etiquetas que son empleadas a manera de códigos.
Los usuarios que publican fotografías de armas, drogas, y escenas que hacen apología del crimen organizado, intentan promover una imagen positiva del narco. Las mismas escenas se repiten una y otra vez, hacer alarde de su poderío y de su vida rodeada de lujos. Estos perfiles publican selfies mostrando su armamento y algunas de las operaciones ilícitas que realizan, así como su estilo de vida excéntrico, aspectos que sin la ayuda de las imágenes no generarían el mismo impacto en otras plataformas o vías de comunicación.
Esta práctica no solo se genera con libertad total, a pesar de que en muchas ocasiones muestran equipamiento de uso exclusivo del Ejército, sino que los miembros del crimen organizado en México parecen ir un paso más allá y operar con mayor apertura y libertad que otros grupos criminales.
El pasado 21 de octubre, el Wall Street Journal publicó un reportaje sobre la detección de una campaña de reclutamiento que fue publicada por el Estado Islámico a través de la red social Tik Tok, una plataforma que a nivel global tiene menor tráfico que redes como Instagram. De acuerdo con el diario estadounidense, el grupo terrorista llamado ISIS publicó 20 videos para reclutar a usuarios de esta plataforma.
ISIS publicó varios videos en los que combinó escenas de su organización con emoticones y un lenguaje atractivo para personas jóvenes, pero fue detectado y retirado de la plataforma en muy poco tiempo. En contraste, prácticamente todos los cárteles mexicanos promueven a sus organizaciones en Instagram de manera pública o empleando códigos que resultan sumamente obvios.
De acuerdo con el informe “#Culiacán 17 de Octubre: Perder la calle, ganar la red”, publicado por el laboratorio Signa_Lab del Instituto Tecnlógico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la incursión de los cárteles mexicanos en las plataformas sociodigitales amplificó su influencia e impacto, que antes de la llegada de YouTube se concentraba en regiones y localidades específicas.
“Hay una enorme diferencia entre el 2006 y el 2019. Las incursiones brutales del crimen organizado tenían en los inicios del Siglo XXI un impacto localizado, solamente amplificado por los medios de comunicación corporativos, poco interesados en los efectos sociales de la violencia que asomaba. Diferentes grupos de narcotraficantes, entendieron -muy pronto-, el valor de la propaganda y de lo que hoy se conoce como posverdad y varios de ellos se fueron abriendo paso en YouTube, plataforma que se convirtió a lo largo de la primera década del siglo en canal propagandístico para sembrar terror y mandar mensajes a adversarios, autoridades y ciudadanos,”se indica en el informe.
Una vez que los miembros del crimen organizado, entendieron a las plataformas digitales como canales propagandísticos masivos, han aprendido a aprovecharlas de diferentes maneras. La propaganda no solo se vierte con imágenes benévolas de los grupos criminales, estos grupos combinan esta cara del narco que resulta atractiva a muchos usuarios con la imposición del miedo a través de videograbaciones en las que plasman sin censura toda la violencia que son capaces de generar.
“En 2019, el crecimiento de las RRSS (redes sociales) como Twitter, Instagram, Youtube, Facebook, permiten la distribución del miedo en tiempo real. Inmediatez, velocidad, contagio, para incidir en la construcción de una esfera pública cada vez más vulnerable a la contrainformación, noticias falsas, manipulación de datos, imágenes, lógicas”, indica el ITESO.
TIENDITAS DE TELECOMUNICACIÓN
Además del reclutamiento, la reafirmación de la identidad y la imposición del miedo, se comercializan productos útiles para estas organizaciones criminales. En Instagram se ofrecen todo tipo de productos de telecomunicación de tipo militar, radios satelitales, aparatos de encriptamiento, interceptores de señales telefónicas, aparatos de geolocalización, bloqueadores de señales y otros productos similares.
De acuerdo con una investigación de Wired, desde el año 2006 las autoridades mexicanas detectaron la existencia de una red de telecomunicaciones a través de radios DIY con los que encriptaban sus comunicaciones; dicha red se extendía por todo el territorio mexicano y Guatemala. Esta red se conformaba por antenas de radio, transmisores de señal y radios portátiles que en aquel entonces, la inteligencia mexicana no tenía capacidad para desactivar.
Esta red de telecomunicación encriptada empleada por el crimen organizado proliferó durante el sexenio del ex Presidente Felipe Calderón, en que la llamada guerra contra el narcotráfico intensificó la violencia generada por estos grupos criminales.
De acuerdo con un reporte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), durante el 2011 lograron desactivar una red de 167 antenas, 155 repetidoras, 166 fuentes de poder, mil 446 radios, mil 306 celulares, mil 354 equipos Nextel, y 71 equipos de cómputo. Sin embargo, los aparatos que en la actualidad se comercializan en Instagram ya son más sofisticados.