Estudios científicos vinculan determinados tipos de sueño a un riesgo de padecer problemas como la demencia senil o el Alzheimer.
Por Andrea Núñez-Torrón Stock
Ciudad de México, 3 de noviembre (TICbeat/SinEmbargo).- En otras ocasiones hemos abordado el lazo existente entre los ciclos irregulares de sueño y el riesgo temprano de padecer Alzheimer o el vínculo entre una pérdida precoz del olfato y el deterioro cognitivo, mientras que hoy le toca el turno a la relación entre el tipo de sueños que experimentamos con cierta habitualidad y las enfermedades neurodegenerativas.
Si a menudo experimentas que llegas tarde a un examen, se te han caído todos los dientes de golpe, quieres correr ante el peligro pero no puedes, te persigue una sombra o te caes al vacío, podrías padecer un trastorno del sueño vinculado a la aparición de problemas como la demencia senil o el Alzheimer. Si a sufrir pesadillas con frecuencia le sumas patalear, gritar o agitarte de forma violenta, más claro está que podrías sufrir TCSR – Trastorno de Conducta del Sueño en fase REM o RBD -por sus siglas en ingles-.
Según explica Juan Antonio Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, para la web Cuídate Plus, el TCSR se caracteriza a nivel clínico por la presencia de sueños anormales violentos y de conducta compleja, vigorosa, problemática o violenta, que pueden conducir a lesiones. El perfil mayoritario está constituido por hombres mayores de 50 años.
Los investigadores de un nuevo estudio han hallado que más del 80 por ciento de los pacientes con RBD suelen desarrollar una enfermedad neurológica, como Parkinson o demencia.
“Por alguna razón, las células en el área del sueño REM son las primeras en enfermarse, y luego la enfermedad neurodegenerativa se propaga en el cerebro y afecta a otras áreas que causan trastornos como la enfermedad de Parkinson”, revela el neurocientífico de la Universidad de Toronto John Peever, responsable de esta investigación. “El trastorno de conducta REM es, de hecho, el predictor más conocido de la aparición de la enfermedad de Parkinson”, apuntaba.
No es la primera investigación en este campo, ya que dos estudios de 2013 también encontraron que más del 80 por ciento de los pacientes con RBD desarrollaron un trastorno neurodegenerativo en una década, pero dichas investigaciones únicamente pudieron mostrar correlación. El estudio más reciente, que se presentó en la Reunión de neurociencia de Canadá en 2017, demuestra la causalidad.
Aunque este trastorno del sueño resulte desagradable y aterrador para las personas que la padecen, esta condición podría ayudar a los médicos a identificar quién tiene más riesgo de sufrir otros trastornos neurodegenerativos. Según Peever, el siguiente paso en su investigación será desarrollar una terapia con medicamentos que pueda tratar a los pacientes que han sido diagnosticados con RBD. “Tal terapia probablemente no curaría al paciente con trastorno de la conducta del sueño en fase REM, ya que las células cerebrales que causan ese trastorno ya se habrían dañado, pero podría evitar que la enfermedad se propague al resto del cerebro“, declaró Peever a la publicación Live Science.
Según datos de la OMS, hoy en día padecen demencia cerca de 50 millones de personas en nuestro planeta, mientras que los casos crecen a ritmo trepidante; 10 millones por año. De todos ellos, el Alzheimer acapara entre un 60% y un 70%, por lo que los esfuerzos en investigación para conocer las causas, prevenir su aparición, y buscar soluciones a este problema se suceden cada vez más raudos.