El presidente de Coca Cola en Argentina, Uruguay y Paraguay asegura que la empresa no se siente "culpable" ni adquiere responsabilidad por la "epidemia" de obesidad en el mundo.
Ciudad de México, 3 de noviembre (SinEmbargo).– Michel Davidovic, presidente de la filial de Coca Cola en Argentina, Paraguay y Uruguay, aseguró que la multinacional no se siente "culpable" por la obesidad infantil y explicó que se trata de "un tema multifactorial".
En entrevista con el diario argentino La Nación, el empresario aseguró que en el tema de la obesidad se ha puesto en forma muy clara la información sobre el contenido calórico de sus bebidas.
"En el caso puntual de la obesidad infantil estamos convencidos de que se trata de un tema multifactorial, que tiene ver con una ingesta calórica, en la que las gaseosas representan sólo el 5 por ciento del consumo. Y también tiene que ver con cómo se gastan esas calorías. No nos sentimos culpables, pero sí queremos ser parte de la solución", dijo el directivo.
En México uno de cada tres niños presentan sobrepeso u obesidad y sufrirá diabetes en su vida, si nació a partir de 2010. Organizaciones no gubernamentales han atribuído la muerte anual de 24 mil 100 personas en México a causa del consuno de estas bebidas.
El estudio sobre la Carga Global de Enfermedades (NutriCoDE, por sus siglas en inglés) reveló que entre jóvenes menores de 45 años la prevalencia de muertes por diabetes, enfermedades cardiovasculares y cánceres relacionados con la obesidad provocadas por el consumo de las bebidas azucaradas asciende a 22 por ciento en mujeres y 33 por ciento en hombres.
En México, a partir de la Reforma Fiscal de 2014, en la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se define un gravamen de un peso por litro para bebidas saborizadas con azúcares añadidos, así como uno de ocho por ciento sobre alimentos de alto contenido calórico. Esta medida ha recibido elogios por parte del extranjero donde se ha querido emular. La medida quizo ser revertida en las bebidas azucaradas con 5 gramos de azúcares añadidos por cada 100 mililitros. Sin embargo, no prosperó.
The New York Times publicó el pasado 19 de octubre en sus páginas de opinión un artículo en el que mencionó cómo dicho impuesto hizo caer las ventas de refrescos, especialmente entre los pobres que normalmente sufren altos índices de obesidad y diabetes. En el mismo sentido, este día el diario británico The Guardian reseña en un amplio artículo cómo uno de los países más obesos en la tierra se impuso sobre los gigantes del refresco.
"Los mexicanos beben más refrescos que casi nadie en el mundo; sus tres principales fuentes de calorías diarias en 2012 fueron todas las bebidas con alto contenido calórico. México también tiene, con mucho, la tasa de mortalidad más alta del mundo a causa de enfermedades crónicas causadas por el consumo de bebidas azucaradas - casi el triple que la del subcampeón, Sudáfrica. En otras palabras, el consumo excesivo de sodio mata el doble de los mexicanos que el comercio del otro tipo de coca que en México es famosa", dice el artículo del medio británico firmado por Tina Rosenberg.
Al ser cuestionado sobre el recién aumento de 2.5 por ciento al impuesto de bebidas con azucares añadidos en Argentina, donde Coca Cola domina el 65 por ciento del mercado en la industria refresquera, Michel Davidovic dijo que atienden la reglamentación del Gobierno con una estrategia de precios más libre.
"Para nosotros el consumo está bien. Estamos creciendo en volumen de ventas de productos sin calorías, jugos e isotónicos", explicó.
Davidovich señaló asimismo que Coca-Cola no está de acuerdo con que se apunte a los refrescos como "el nuevo tabaco": "Tomar una o dos gaseosas por día no hace ningún mal, esa es la gran diferencia con el tabaco, que es un producto intrínsecamente nocivo".
Según el ejecutivo brasileño, "la clave es ofrecer opciones al consumidor y la gaseosa regular puede ser parte de una dieta saludable, combinada con otros productos".
Davidovich evitó en tanto opinar sobre los pronósticos de la empresa sobre el mercado argentino para 2016, en medio de una situación económica compleja y el futuro cambio de gobierno.
"Preferimos mirar el largo plazo. En la Argentina estamos hace 73 años y nos vamos a quedar como mínimo otros 73, así que las inversiones las hacemos mirando este largo plazo. Un año mejor o peor no nos cambia la estrategia. No sabemos qué va a pasar en 2016, pero la única certeza que tenemos es que en 20 años la Argentina va a estar mejor y por eso apostamos al largo plazo", subrayó el ejecutivo regional de Coca-Cola.