El Conhacyt ya ha coordinado con la academia y la iniciativa privada proyectos previos de electromovilidad: Taruk, un autobús 100 por ciento eléctrico y mexicano, así como mototaxis eléctricos en Yucatán.
Ciudad de México, 3 de octubre (SinEmbargo).– La Presidenta Claudia Sheinbaum planteó como uno de sus compromisos de Gobierno el fabricar a “Olinia”, un auto eléctrico con un costo más accesible, pero además prometió que será ensamblado en su totalidad en el país, ya que actualmente se importan de China las baterías de litio y los electrocomponentes.
El Conhacyt –que se hará Secretaría de Ciencias– ya trabaja en el desarrollo de controladores eléctricos y microprocesadores. Respecto a las baterías de litio, dijo recientemente la extitular Elena Álvarez-Buylla, se colabora con la empresa pública LitioMex para la instalación de una planta piloto para la recuperación de este mineral que se encuentra en arcillas en Sonora, donde se tiene ubicado un yacimiento de posible extracción.
“Podríamos decir que el neoliberalismo es el modelo de exportaciones, desafortunadamente eran falsas, en el sentido en que se importaba todo, nada más se maquillaba y se volvía a ir hacia el mercado. Esto es el modelo maquila de bajo valor, no genera cadenas adicionales en el país y trajo muy desnutrido al mercado interno. Y ahora con este símbolo (el auto eléctrico) lo que significa es este cambio de rumbo, es decir, ya no un modelo liderado por exportaciones sino uno de reconformación del mercado interno y una de sus características es que pueda ser totalmente ensamblado en México con la visión de hacer tecnología desde cero para los chips que son muy importantes en esta industria. Nos habla de que superamos una forma maquiladora y lo que se está planteando es una reindustrialización”, explicó el economista humanista Óscar Rojas.
Litio para México (LitioMex), empresa pública dirigida por Pablo Taddei, se encarga de la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del litio, ubicado en territorio nacional, así como la administración y control de las cadenas de valor económico de dicho mineral. El Servicio Geológico Mexicano (SGM) inició la exploración de litio en 2021, identificando más de 50 localidades prospectivas. Hasta octubre de 2023, se recolectaron más de 3 mil muestras para análisis químico y más de 200 muestras para caracterización mineralógica, informó la empresa en agosto pasado.
Además de la empresa LitioMx, el economista Óscar Rojas destacó la meta desde la futura Secretaría de Ciencias de ir formando ingenieros especializados.
“Tenemos que ir generando el tipo de ingenieros, hasta ahorita hemos estado echando mano de ingenieros militares, ahora pensemos en ingenieros civiles que tengan esta perspectiva de nuevos sectores”, señaló.
Respecto al presupuesto e inversión en la ciencia y tecnología que se requerirá para esta reindustrialización, Rojas agregó:
“Ese modelo de supuesta imposibilidad tecnológica era un modelo inducido para mantener totalmente baja la mano de obra que estábamos compartiendo al mercado internacional. Lo que estamos viendo ahora en contraposición es una recomposición del salario, se habló de que se va instituir un Consejo para regionalmente ir generando las condiciones para la recepción de inversión extranjera directa. La tecnología se consigue aprendiendo, no se compra”.
En el marco de la estatización de este mineral y el Proyecto Sonora para explotar este oro blanco, Sheinbaum aseguró en el Zócalo: “Les doy algunos ejemplos que ya hemos estado trabajando: produciremos el Olinia, que significa ‘moverse’ en náhuatl, un pequeño auto de acceso popular 100 por ciento eléctrico, 100 por ciento diseñado por jóvenes mexicanos y mexicanas, y ensamblado totalmente en nuestro país”.
PROYECTOS PREVIOS EN CONHACYT
Ante el anuncio del proyecto “Olinia”, hubo suspicacia tras el tardío proceso para los ventiladores y la vacuna contra la COVID-19 “Patria”. Sin embargo, Conhacht ya ha coordinado con la academia y la iniciativa privada proyectos previos de electromovilidad: Taruk, un autobús 100 por ciento eléctrico y mexicano que hará pruebas en la CDMX, así como mototaxis eléctricos en los municipios Ticúl, Umán, Comisaría de Popolá, Kanasín en Yucatán.
En el marco de la estatización del litio, Conhacyt presentó en septiembre a Tarúk (“correcaminos” en lengua yaqui), un autobús eléctrico realizado por ingenieros mexicanos y con un 67 por ciento de proveeduría nacional, en articulación con el Gobierno, academia e iniciativa privada. Las baterías de litio y la electrónica de potencia aún son importadas de China.
Durante tres meses, el Gobierno de la Ciudad de México realizará pruebas del autobús eléctrico en la Ruta 46 de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), que recorre 22 kilómetros por las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa y Tláhuac. Tras la prueba piloto, estará disponible en otras ciudades del país.
La directora adjunta de Desarrollo Tecnológico, Vinculación e Innovación del Conahcyt, Delia Orozco Hernández, expuso en rueda de prensa que el autobús mexicano se diseñó con apoyo de dos empresas mexicanas, Megaflux y Grupo DINA (de la familia de Altagracia Gómez), en colaboración con el Centro de Tecnología Avanzada (Ciateq), el Instituto de Ingeniería de la UNAM y la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa (UAM-I).
Megaflux es una empresa mexicana que desde hace 17 años construye motores para vehículos eléctricos. Grupo DINA es fabricante de camiones y una de las empresas privatizadas durante el salinismo que ahora pertenece al conglomerado familiar de Altagracia Gómez, la joven asesora económica de la Presidenta Claudia Sheinbaum. En febrero de 2023, DINA trabajó en prototipos de unidades eléctricas con capacidad para 40 pasajeros para la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) del Gobierno de la CDMX.
“Hay dos componentes mayores que no se producen en México, el primero son las celdas de litio, la batería individual, que es un componente mayor de un vehículo eléctrico, y lo segundo es la electrónica de potencia. En México ya está trabajando el Conhacyt el desarrollo de un controlador, pero la electrónica no se fabrica en México. Aunque lo diseñemos aquí, lo tenemos que mandar construir fuera. DINA hace toda la carrocería, todas las partes del auto o camión y Megaflux produce el motor, el arnés de alto y bajo voltaje, y la integración vehicular”, detalló el CEO de Megaflux, Roberto Gottfried.
El autobús eléctrico cuenta con un piso bajo para personas con movilidad reducida, tiene unidad de redistribución de energía, baterías de litio con bajo riesgo de explosión y es apto para cualquier situación climatológica. Tiene una autonomía de 200 kilómetros y carga rápida de la batería de solo cuatro horas. Megaflux estima poder fabricar cuatro mil camiones al año.
La directora adjunta de Desarrollo Tecnológico, Vinculación e Innovación del Conahcyt, Delia Orozco destacó:
“México tiene la capacidad y la posibilidad de desarrollar de manera soberana toda la cadena productiva en torno al litio, con base en el mapeo de las capacidades científicas y tecnológicas nacionales. Es un ejemplo de lo que podemos lograr cuando unimos fuerzas y talentos. Esperamos que Taruk sea la base de una nueva era de transporte público y sustentable en nuestro país”.
El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Germán Carmona Paredes, destacó que antes los proyectos de electromovilidad se quedaban abandonados en la academia por lo que reconoció la actual vinculación con el gobierno y la iniciativa privada.
“La mejor muestra de la electromovilidad es el desarrollo en transporte público, es ahí donde estas nuevas tecnologías, que dicen que es muy cara… el transporte público es la mejor forma de hacer llegar estas nuevas tecnologías a la sociedad”, aseguró.
Sin embargo, enfatizó que el principal reto es la infraestructura de recarga que corresponde a la CFE con las denominadas electrolineras. “Energía eléctrica hay, hoy por hoy es fundamental el desarrollo de las líneas de distribución que nos permitan tener centros de carga como el que necesita el transporte público”, afirmó el ingeniero.
Asimismo, “Movilidad urbana-rural integrada e innovación en electromovilidad en Yucatán” es un proyecto del Conhacyt con estudiantes y docentes de Ingeniería en Energía y Petróleo de la Universidad Modelo en la Península de Yucatán.
El mototaxi eléctrico fue entregado en 2022 a conductores en Ticúl, Umán (mujeres), Comisaría de Popolá y Kanasín para su uso y prueba durante un tiempo en específico. De los conductores encuestados, el 80 por ciento gasta más de 300 pesos semanales en gasolina. El tiempo de autonomía del mototaxi es de cinco horas por 11 horas de carga de batería.
Con solo el conductor recorre 100 kilómetros, pero con cuatro pasajeros solo 47 km. Ante ello, los conductores que participaron en las prueba piloto observaron que necesita más horas de autonomía, mejora en los frenos, las luces son muy tenues durante la noche, los pasajeros se mojan durante las lluvias y hay demasiada altura para adultos mayores, por lo que hubo mejoras en el prototipo.