El sembradío de mariguana fue localizado durante los habituales reconocimientos terrestres que lleva a cabo la novena zona militar de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, que en estos operativos está respaldada por soldados de la tercera región militar localizada en el suroriental estado de Chiapas.
Culiacán (México), 2 oct (EFE).- Agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional de México (Sedena) incineraron este miércoles un plantío de tres hectáreas de mariguana en Cosalá, localidad de la región montañosa del noroccidental estado de Sinaloa.
La mariguana sembrada comprendía alrededor de tres hectáreas en lo alto de una montaña cercana a Cosalá, a la que los militares, una patrulla de unos 25, accedieron tras recorrer a pie poco más de un kilómetro desde donde aparcaron sus vehículos.
Los militares llegaron en vehículos todoterreno al sitio del operativo al que llevaron a un grupo de reporteros, entre ellos el corresponsal de Efe, en el estado de Sinaloa.
El último tramo al sembradío fue de un kilómetro cuesta arriba entre plantas de bledo, árboles de ayale y viejas pitahayas hasta llegar al lugar donde realizaron la operación.
El sitio estaba abandonado y no se veían rastros de los presuntos responsables del plantío.
Los militares calcularon el peso de la mariguana que fue destruida por incineración en unas 3.6 toneladas a razón de mil 200 kilos por hectárea, declaró el coronel de Infantería, Andrés Palma Salgado.
"Se va a llevar a cabo la destrucción por incineración a fin de disminuir el trasiego de estupefacientes, la capacidad de producción del plantío de referencia es de 3.6 toneladas de enervante a razón de 1.2 toneladas por hectárea”, detalló.
El sembradío de mariguana fue localizado durante los habituales reconocimientos terrestres que lleva a cabo la novena zona militar de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, que en estos operativos está respaldada por soldados de la tercera región militar localizada en el suroriental estado de Chiapas.
El jefe militar recalcó que las actividades del personal militar se llevan a cabo con la prudencia del caso atendiendo "los principios aplicables al uso de la fuerza y respeto a los derechos humanos y dentro del marco legal".
Mientras el cielo se cubría de nubarrones de la inminente lluvia, los soldados apuraban el paso arrancando de raíz las plantas de mariguana para arrojarlas a la piras a fin de incinerarlas.
Una humareda del mismo tipo se veía a la distancia en la punta de otro cerro cercano al poblado La Cuchilla, donde otra patrulla militar también destruía otros plantíos.