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Donald Trump daba trato lascivo y escogía mujeres en su show de TV, revela investigación de AP

03/10/2016 - 8:33 am

Associated Press entrevistó a más de 20 personas entre ex miembros del equipo, editores y concursantes del reality en “The Apprentice”, que describieron un brusco comportamiento de Trump entre bambalinas del veterano programa, en el que aspirantes a empresarios recibían tareas a cumplir mientras competían por puestos de trabajo en empresas del magnate. En una temporada del programa, Trump pidió que las mujeres concursantes llevaran vestidos más cortos que también tuvieran más escote, según el concursante Gene Folkes.

Por GARANCE BURKE

NUEVA YORK (AP) — En sus años como jefe de reality en “The Apprentice”, Donald Trump menospreció de forma reiterada a las mujeres con comentarios sexistas, según empleados del programa que dijeron que el empresario clasificó a las concursantes en función del tamaño de su pecho y hablaba sobre con cuáles le gustaría acostarse.

Associated Press entrevistó a más de 20 personas entre ex miembros del equipo, editores y concursantes, que describieron un brusco comportamiento de Trump entre bambalinas del veterano programa, en el que aspirantes a empresarios recibían tareas a cumplir mientras competían por puestos de trabajo en empresas del magnate.

Los empleados y concursantes aceptaron compartir sus experiencias después de que el comportamiento de Trump con las mujeres se convirtiera en un tema central de la campaña a la presidencia de Estados Unidos.

Entrevistados por separado, dieron versiones coincidentes sobre la conducta inapropiada del empresario en plató.

El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, escucha una pregunta de la candidata demócrata Hillary Clinton durante un debate presidencial,. Foto: AP.
El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump. Foto: AP.

Ocho ex miembros del equipo recordaron que hizo comentarios lascivos reiterados sobre una camarógrafa de la que dijo que tenía un lindo trasero, comparando su aspecto con el de su hija, Ivanka.

En una temporada del programa, Trump pidió que las mujeres concursantes llevaran vestidos más cortos que también tuvieran más escote, según el concursante Gene Folkes. Varios miembros del reparto dijeron que Trump pidió a una concursante que diera vueltas delante de él para poder mirar su figura.

Randal Pinkett, que ganó el concurso en diciembre de 2005 y que recientemente criticó a Trump, dijo que recordaba al magnate de los bienes raíces hablando sobre con cuáles de las mujeres participantes querría acostarse, a pesar de que se había casado con la exmodelo Melania Knauss ese año. “Él decía ‘No es atractiva, mírela’, como acechando, algo similar a ‘Me gustaría probar eso”’, dijo Pinkett.

La campaña del candidato republicano a la presidencia rechazó las acusaciones. “Estas acusaciones estrafalarias, sin base y totalmente falsas inventadas por exempleados resentidos y oportunidades hambrientos de publicidad carecen por completo de mérito”, afirmó Hope Hicks, portavoz de campaña de Trump.

“The Apprentice fue uno de los programas en horario de máxima audiencia más populares de todos los tiempos y tuvo cientos de empleados a lo largo de los años, muchos de los cuales respaldan la candidatura de Trump”, añadió Hicks, que declinó responder a preguntas concretas enviadas por correo electrónico y rechazó una petición de entrevista.

La exproductora Katherine Walker dijo que Trump hablaba con frecuencia sobre el cuerpo de las mujeres durante las cinco temporadas que trabajó con él, y que especulaba cuál de las concursantes sería “una tigresa en la cama”.

Un exempleado que firmó un contrato de confidencialidad y pidió no dar su nombre recordó que durante una sesión en la sala de juntas, Trump preguntó a concursantes varones si ellos se acostarían con una participante concreta y después expresó su propio interés.

“Todo el mundo intentaba que dejara de hablar, y la mujer se encogía en su asiento”, añadió el ex empleado.

Otros empleados entrevistados hablaron de experiencias profesionales y positivas con Trump y añadieron que nunca habían oído comentarios que les hicieran sentir incómodos.

“Daba un apoyo extraordinario. Se notaba que había respeto ahí por parte de todos, especialmente con las mujeres deportistas”, dijo la concursante y astro del softball estadounidense Jennie Finch, que compitió en dos Juegos Olímpicos. “Obviamente hacía cumplidos, pero nunca de manera inapropiada”.

La concursante Poppy Carlig, a la que el empresario pidió que diera vueltas, dijo considerar la petición de Trump “charla divertida”.

“No llego directamente a la conclusión de que la gente tenga malas intenciones con lo que dice”, afirmó. “Dijo que yo le recordaba a su hija y me pareció muy conmovedor, porque sé cuánto valora a su familia”.

Doce exempleados o miembros del equipo hablaron con sus nombres sobre lo que describieron como comportamiento inapropiado del empresario. Otros nueve hablaron con AP sobre sus preocupaciones por el trato que ofrecía Trump a sus compañeras, pero no quisieron ser identificados porque habían firmado acuerdos de confidencialidad o les preocupaba destruir sus carreras o que Trump tomara represalias.

La mayoría no opinó sobre las elecciones de noviembre durante las entrevistas, pero la mayor parte de los que sí lo hicieron sólo dijeron que no apoyaban a Trump.

Trump ha defendido su historial de contratación de mujeres, pero ha recibido acusaciones frecuentes de sexismo.

En el primer debate republicano en agosto de 2015, la presentadora de Fox Megyn Kelly preguntó si un hombre que ha descrito a mujeres como “cerdos gordos, perros, sucias y animales repugnantes” tenía el carácter adecuado para ser presidente. Tras ese debate, Trump atacó a Kelly y sus preguntas y dijo que “podía verse que le salía sangre por los ojos. Sangre saliendo de donde sea”.

Las declaraciones de la ex Miss Universo Alicia Machado, que dijo que Trump la llamó “Señorita cerdita” porque ganó peso durante su reinado, se convirtió en material de campaña la semana pasada tras el primer debate presidencial. Trump fue propietario del concurso de belleza.

NBC, que emite la popular serie “The Apprentice”, derivó las preguntas sobre el tema al productor Mark Burnett, cuyo estudio derivó las llamadas a una compañía de relaciones públicas. La empresa de relaciones públicas no respondió a múltiples mensajes de voz y correos electrónicos pidiendo comentarios. AP pidió antes a Burnett que proporcionará imágenes originales para analizarlas, pero esas llamadas no recibieron respuesta.

El programa estrenado en 2004, una escisión de “Celebrity Apprentice”, propulsó a Trump al estrellato tras una serie de bancarrotas y malas decisiones de negocio en la década de 1990 que habían golpeado a su imperio de bienes raíces, con base en Nueva York. La serie, que pretendía resaltar la habilidad empresarial de Trump, fue un gran éxito y el nombre de Trump se convirtió en una marca global que ayudó a lanzar su carrera política.

Pero los ex empleados dijeron que en el rodaje, normalmente en la Trump Tower, el trato que dio el empresario a las mujeres estuvo en ocasiones lejos de lo profesional.

Walker, que dijo haber sido la única productora mujer de alta categoría durante la primera temporada, dijo que Trump se dirigió a ella durante un descanso fuera de la sala de control para preguntarle a quién debería despedir. Walker expresó sus reparos a pronunciarse pero señaló que los miembros del equipo le habían dicho que una concursante había hecho que su equipo fallara en un encargo. Trump alzó las manos y las colocó ahuecadas sobre el pecho para preguntar si era una concursante con pechos grandes, dijo Walker.

“Dijo, ‘Quieres decir la de las…’ y puso las manos en un gesto para indicar la chica con los pechos enormes. Ni siquiera sabía su nombre”, dijo Walker, añadiendo que esa participante, Kristi Frank, fue despedida al final del episodio.

“Creí que había notado que yo trabajaba duro, pero supongo que no”, dijo Frank, ex propietaria de restaurante y que estudió ingeniería industrial.

Frank dijo que después de que Trump pronunciara su frase emblemática de la serie, “¡Está despedido!”, dijo a su prometido que “de todas las chicas”, ella era la concursante a la que habría elegido para casarse.

“Me enferma un poco”, comentó Frank. “Es un poco dulce, pero me hace sentir como ‘Vale, me está mirando otra vez”.

En partes de reuniones de junta que nunca se emitieron, Trump pedía a menudo a los concursantes varones que clasificaran a sus competidoras por atractivo, indicaron ex empleados y concursantes.

“Si había un receso en la conversación, miraba a una de las participantes mujeres, diciendo ‘hoy te ves un poco guapa, me encanta cómo te ves con ese vestido’, después se volvía a uno de los concursantes y decía ‘¿no te acostarías con ella?’ y todo el mundo se reía”, comentó un exempleado que habló bajo condición de anonimato por una cláusula de confidencialidad. “Había unas 10 o 12 cámaras en marcha y grabando esas imágenes, por lo que todo el mundo pensaba, a este hombre simplemente le da lo mismo”.

Trump seguía con las preguntas aunque todos los implicados estuvieran casados, dijo Gene Folkes, que apareció en el programa en 2010.

“Si no contestabas, pinchaba y decía ‘¿Crees que esa es atractiva? ¿Te acostarías con ella? Bueno, ¿y si de verdad tuvieras que hacerlo, lo harías?”, dijo Folkes. “Era muy extraño, porque por lo demás parecía muy profesional”.

Folkes también recordó que Trump “en un momento dado le preguntó a una mujer su talla de sujetador, o decía, ‘¿son de verdad o naturales?”’.

Jim Dowd, que trabajó en relaciones públicas para Trump, NBC y “The Apprentice” entre 2003 y 2009, dijo que Trump es “un amante de las mujeres” y un hombre tradicional.

“¿Hacía cumplidos a las mujeres? Desde luego. ¿Estaba a puerta cerrada sólo con los chicos clasificando a las mujeres, quiénes eran las más atractivas del programa? Sí, desde luego era propenso a hacer eso”, dijo Dowd.

“Nunca le oí decir nada sobre los cuerpos de las mujeres, pero desde luego hablaba sin guion”, dijo el exproductor Michael Dietz.

Ocho exempleados dijeron que Trump mostró un interés especial por una camarógrafa y solía hacer comentarios que hacía sentir incómodos a muchos en el plató. Dos exempleados dijeron que la mujer les había dejado claro en privado que no le gustaban los comentarios de Trump.

Walker, la exproductora, dijo que estaba claro que Trump se sentía atraído por la camarógrafa desde 2003.

“Dijo algo como que era linda y tenía un buen trasero, y otra persona me dijo que se había encaprichado de ella”, dijo Walker. “Todos los sabíamos, de modo que eso ya era incómodo de por sí. Recuerdo que era demasiado, que lo hacía evidente”.

Rebecca Arndt, una asistente de cámara que trabajaba en el programa tras la boda de Trump en 2005, dijo que Trump detenía la producción para hacer comentarios sobre el aspecto de la camarógrafa delante del equipo.

“Recuerdo estar una vez en el vestíbulo con ocho o diez cámaras preparadas y él dijo algo sobre que ella era tan bonita”, dijo Arndt. “Lo decía como si fuera sobre el punto al que tenía que mirar, como ‘Hay una mujer hermosa detrás de esa cámara, así que sólo quiero mirar ahí’. Se suponía que debía considerarse un cumplido, pero por supuesto era inapropiado”.

German Abarca, otro operador de cámara, dijo que la mayoría del personal de cámara sabía que Trump se sentía atraído por su compañera.

Abarca dijo que la mujer era objeto de frecuentes bromas de otros en el equipo, donde casi todos eran mucho más jóvenes que el empresario. “Creo que en su mayoría, ella intentaba ignorarlo”.

La mujer no respondió a un mensaje de voz pidiendo comentarios. AP habló dos veces en persona con su marido, que dijo que su esposa no deseaba ser entrevistada, “no tiene un problema con Donald Trump” y negaba que hubiera sido objeto de atenciones reiteradas y no deseadas del empresario.

Una exconcursante, Tyana Alvarado, dijo que no se sintió ofendida cuando Trump le dijo que era atractiva, pero señaló que el magnate jugaba con sus propias normas.

“La mayoría de los hombres tienen que comportarse porque están en un espacio de trabajo, pero él podía hacer lo que quisiera”, dijo Alvarado. “En todos los empleos, la gente tiene que firmar papeles sobre el acoso sexual, pero el señor Trump estaba ofreciendo un programa de televisión, de modo que podía hacerlo”.

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