Yael Weiss habló con SinEmbargo sobre Los muros de aire y otras crónicas de la frontera, un libro en el que plasma lo que se ve y escucha en cinco ciudades fronterizas del país: Ciudad Hidalgo, Ciudad Juárez, Tenosique, Tijuana y Reynosa, y cuenta de primera mano las historias de mujeres, niños y hombres que buscan una mejor vida.
Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).– ”La migración está compuesta por personas que traen sueños muy diversos, no se pueden encerrar en un un sólo sueño, hay algunos rasgos comunes, compartidos, son personas que van hacia Estados Unidos por una idea de Estados Unidos que tienen, pero los anhelos son muy distintos”, compartió en entrevista la escritora mexicana Yael Weiss.
Weiss publica Los muros de aire y otras crónicas de la frontera (Debate), un texto en el cual comparte sus vivencias sobre cinco ciudades fronterizas del país: Ciudad Hidalgo, Ciudad Juárez, Tenosique, Tijuana y Reynosa. En cada uno de estos lugares narra las historias de mujeres, niños y hombres que recorren con miedos y esperanza el país. En cada línea la escritora desenmaraña el concepto amorfo de la migración y acerca al lector a los protagonistas de este fenómeno inherente al ser humano.
“La migración es un fenómeno que existe desde el inicio de los tiempos, está nuestro ADN todos somos un archivo de inmigración, toda la historia humana está marcada por la migración, todas las raíces, todas las regiones, todos los regímenes, todos los pueblos, son fruto de una migración y todos van a volver a migrar en algún momento”, comentó Yael Weiss a SinEmbargo.
La autora expuso que la migración es como un flujo constante que tiene olas y en este momento nos encontramos en una de las crestas. En este caso, ella se concentra en México, en donde con tristeza y vergüenza señala que carecemos de estructuras, incluso para los propios mexicanos, de una organización que permita sacar el potencial de las personas que transitan por el país.
“Yo me siento muy avergonzada muchas veces ante estos migrantes porque tienen muchísimo miedo de pasar por nuestro país, porque saben que se están arriesgando muchísimo entre nosotros, es como si me dijera ‘no, yo no quiero ir a tu casa, porque en cuanto llego me escupen, me patean, me tratan mal, no me quieren, no me dan de comer, me ponen una esquina y no me dejan ir al refrigerador’, o sea, no les damos chance de hacer nada, nos mantenemos como en la clandestinidad, no les permitimos trabajar, o sea, no es un lugar acogedor México para estas personas, y por supuesto que no lo estamos logrando integrar en ninguna estructura social, cualquier país rico, cualquier país próspero se fortalece con las migraciones”, expresó.
En ese sentido, Yael Weiss coincidió que se está perdiendo una oportunidad de oro al integrar a esta comunidad. “Estas personas también son necesarias para construir los países y estas son las personas, justamente, que empiezan abajo, los necesitamos, también así como Estados Unidos los necesita, igualmente es una gran hipocresía poner muros”.
“Entonces eso pasa en Estados Unidos y eso pasa también en México estas personas pueden llegar aquí a poner muchísima mano de obra para construir muchísimas cosas, o sea, México es enorme, no está tan habitado como pareciera, la densidad de población en México no es tal, si podemos aceptar varios cientos de miles de migrantes, y, al revés, beneficiarnos y construir con ellos nuevas cosas, el problema, una vez más, es que no está la estructura puesta, hay enorme desigualdad, todo el dinero se va en unas manos, en unos cuantos proyectos y todos los demás muriéndose de hambre, y víctimas de la violencia y la corrupción”, lamentó.
Weiss indicó que en estas crónicas hizo un tránsito de la escritora de ficción que siempre ha sido al terreno de lo periodístico. Para ello estuve en los mismos terrenos en los que los periodistas hacen su trabajo. “Lo que sucedió en este caso en la primera ciudad en la que estuve fue que me encontré por coincidencia con la caravana migrante, yo estaba ahí por un asunto familiar”.
“Me acerqué, estuve tratando de platicar, de conocer quiénes eran esas personas, ni siquiera digamos como una escritora, en ese momento como una ciudadana de México, una mexicana que se acerca y quiere platicar más con esas personas, ver si necesitan algo, quiénes son, qué quieren, conocer como conoces a la gente que visita tu país o que está pasando por tu país por necesidad, estuve platicando y después de un rato, quise relatar lo que vi, lo que viví, las personas que conocí, la situación que se estaba viviendo, a las personas que no estaban allí conmigo desde mis padres y mis familiares, mis amigos, mis colegas del trabajo hasta todos los que quisieran conocer qué está pasando en la frontera”.
Con respecto al título, Los muros del aire, explicó que es una referencia a cómo los migrantes de menores recursos que recorren el país, que dejan atrás sus vidas y todo lo que tienen, rompen, primero los muros de la pobreza y la falta de oportunidades y después lo hacen con esa gran barrera que representa México.
“En sus lugares de origen pareciera que están libres, que podrían salir caminando, porque el aire es transparente y ese muro no se ve, pero esas personas no tienen derecho de salir de sus pueblos, no tienen derecho de salir de sus países, no tienen derecho a salir de del lugar donde los extorsionan, donde donde los abusan, son muros transparentes, pero son muros muy potentes, ya cuando llegan al muro de verdad, al muro de concreto, el de Estados Unidos, ya han atravesado muchos muros que los querían mantener en sus lugares de origen, que no les permitían salir a buscar otra cosa, esos son los muros de aire”.