Hasta el lunes, cuando terminó el fin de semana alargado por el Día del Trabajo, las autoridades advirtieron a cientos de miles de personas en Florida, Georgia y Carolina del Sur _más de 800 mil sólo en Carolina del Sur, y medio millón en Georgia_ que evacuaran la zona por temor a que “Dorian” pudiera provocar inundaciones potencialmente fatales, incluso si el ojo del huracán permanecía frente a la costa, como se había previsto. Varios grandes aeropuertos cerraron operaciones y cientos de vuelos fueron cancelados.
Por Ramón Espinosa, Dánica Coto y Michael Weissenstein
FREEPORT, Bahamas (AP).— Prácticamente estacionado sobre Bahamas durante un día y medio, el huracán “Dorian” continuó fustigando las islas el martes en una embestida que devastó miles de hogares, atrapó a la gente en los áticos de sus casas y obligó a otros a huir de un refugio a otro. Se reportaron al menos cinco muertos, pero la extensión total del daño no estaba clara aún.
A media mañana, “Dorian” se debilitó a huracán categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora (110 millas) mientras sigue azotando Bahamas, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. El meteoro avanzaba hacia el noroeste a una velocidad de apenas 4 km/h (2 mph).
Su vórtice estaba a unos 70 kilómetros (40 millas) al noreste de Freeport, Bahamas, y 175 kilómetros (110 millas) al noreste de West Palm Beach, Florida. Los vientos huracanados se extendían hasta 75 kilómetros (45 millas) en algunas direcciones.
El Centro advirtió que aunque los vientos se han debilitado, se prevé que la tormenta siga siendo peligrosa los siguientes días.
Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional comenzaron a movilizarse para hacer frente a la crisis humanitaria en curso. El Primer Ministro Hubert Minnis afirmó que su nación vive “una tragedia histórica”.
Los vientos y la lluvia incesantes destruyeron casas y negocios en las islas Ábaco y Gran Bahama, que tienen una población combinada de alrededor de 70 mil habitantes y no están a más de 12 metros sobre el nivel del mar en sus zonas más altas. El aeropuerto de Gran Bahama estaba bajo 2 metros (6 pies) de agua.
Las personas desesperadas que trataban de encontrar a sus seres queridos dejaron mensajes en las estaciones de radio locales, mientras el ministro de Salud del país, Duane Sands, dijo el martes a The Associated Press que las inundaciones masivas que trajo el huracán han dejado inutilizable el principal hospital en la isla de Gran Bahama. Agregó que el meteoro también devastó otras partes de la infraestructura de salud.
Dijo que la tormenta causó daños menos graves en las vecinas islas de Ábaco y que espera enviar pronto un equipo médico avanzado allí.
Mientras tanto, un portavoz de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Matthew Cochrane, dijo que más de 13 mil viviendas en Gran Bahama y Ábaco, que representan cerca del 45 por ciento de los hogares allí, resultaron dañadas o destruidas.
Funcionarios de la ONU dijeron que más de 60 mil personas en las islas más afectadas necesitarán alimentos, y la Cruz Roja dijo que unas 62 mil necesitarán agua potable. La Cruz Roja autorizó medio millón de dólares para financiar la primera ola de respuesta, dijo Cochrane.
Sands dijo que el hospital principal de Marsh Harbor está intacto y que alberga a 400 pacientes, pero que necesita alimentos, agua, medicinas y suministros quirúrgicos. Añadió que los equipos están tratando de transportar por vía aérea desde Ábaco a entre cinco y siete enfermos con insuficiencia renal terminal, quienes no han recibido diálisis desde el viernes.
“Dorian” comenzó a avanzar hacia el noroeste el martes por la mañana y se esperaba que se acercara a la costa de Florida más tarde el martes, pero la amenaza para el estado disminuyó significativamente. Los meteorólogos del Centro de Huracanes esperaban que el meteoro avance en paralelo a la costa y que el vórtice no toque tierra allí. Ningún lugar en Florida tenía más de un 8 por ciento de probabilidades de ser golpeado por vientos huracanados.
Según la previsión del Centro, se espera que se mueva en dirección norte a la costa de Georgia y de Carolina del Sur el miércoles en la noche o el jueves.
Hasta el lunes, cuando terminó el fin de semana alargado por el Día del Trabajo, las autoridades advirtieron a cientos de miles de personas en Florida, Georgia y Carolina del Sur _más de 800 mil sólo en Carolina del Sur, y medio millón en Georgia_ que evacuaran la zona por temor a que “Dorian” pudiera provocar inundaciones potencialmente fatales, incluso si el ojo del huracán permanecía frente a la costa, como se había previsto. Varios grandes aeropuertos cerraron operaciones y cientos de vuelos fueron cancelados.
La Guardia Costera de Estados Unidos transportó por avión al menos a 21 personas heridas en la isla de Ábaco, que “Dorian” golpeó el domingo con vientos sostenidos de 295 km/h (185 mph) y ráfagas de hasta 355 km/h (220 mph), una fuerza igualada sólo por el llamado huracán del Día del Trabajo de 1935, una época en la que estas tormentas no recibían nombres asignados.
Las autoridades de Bahamas informaron que recibieron un “tremendo” número de llamadas de personas desde casas inundadas. Una estación de radio recibió más de 2 mil mensajes solicitando ayuda, incluso reportes de un bebé de cinco meses de edad sobre un techo y de una abuela y seis nietos que abrieron un hoyo en su techo para escapar de la crecida. Otros reportes incluían a un grupo de ocho niños y cinco adultos varados en una autopista, así como dos albergues inundados.
“Dorian” causó un muerto en Puerto Rico en el inicio de su larga travesía por el Caribe.