Para Karina.
Los biólogos que trabajamos en zonas tropicales estamos acostumbrados a caminar entre mosquitos, aguantar las garrapatas, estar al pendiente de alacranes y serpientes; sin embargo dada la diversidad de formas de vida siempre hay alguno que nos sorprende, y no siempre de manera positiva. Por lo general cuando regresas del campo a la estación u hotel para bañarte y descansar bajas la guardia del “peligro natural” y te relajas, no obstante que en realidad sigues estando en la zona tropical donde los bichos tienen su casa. En ocasiones es ahí donde atacan los bichos, particularmente cuando estás acostado y todos los cuidados previos quedan inservibles. Recientemente mi colega y amiga, despertó a media noche al notar una presencia extraña caminando por su pierna, instintivamente lo aplastó. A la mañana siguiente cuál sería su sorpresa al despertar y encontrar tres dolorosas ampollas sobresaliendo en su muslo. La pregunta obvia fue ¿quién es el culpable de tan calamitosa herida?
Revisando los posibles culpables recordamos a varios escarabajos que estaban parados en los mosquiteros la noche anterior. Se trata de los llamados escarabajos miones o cuereres, son insectos alargados con una cabeza redonda bien distintiva, tórax cuadrangular y un abdomen alargado donde se distinguen sus alas endurecidas o élitros y que tienen la particularidad de liberar una sustancia irritante llamada cantaridina cuando están asustados, la cantaridina es secretada de las articulaciones de las patas. La coloración de estos escarabajos puede ser muy llamativa con bandas de colores naranjas o rojas con negro, color verde escarlata tornasol, haciendo gala de que son tóxicos para sus depredadores, pero también hay especies grises o cafés que pasan mas desapercibidos. La cantaridina tiene propiedades vesicantes, es decir que produce ampollas cuando entra en contacto directo con la piel y la irritación es muy dolorosa. La cantaridina está contenida en las patas traseras de los escarabajos, y al ser perturbados la liberan para facilitar su huida. Curiosamente desde la Grecia Antigua, hay registro que hablan de cómo usaban a estos escarabajos como medicinales para tratar afecciones de la piel, supongo que molían al bicho y lo aplicaban, actualmente todavía se utiliza esta sustancia para eliminar verrugas, pero imagino que utilizarán la sustancia sintética y no matan a miles de escarabajos. Por otro lado es de llamar la atención que también la cantaridina se ha utilizado como afrodisiaco puesto que puede promover la erección, sin embargo los reportes indican que cayó en desuso en el siglo XIX por la gran cantidad de envenenamientos, es decir que el “viagra” producto de escarabajos tenía un costo muy alto para la salud. En esta misma tónica, también hay reportes de mujeres que al descubrir la infidelidad de sus parejas les suministraban la cantaridina para que siguieran su vida loca pero con un desenlace fatal, al parecer al hacer las autopsias de dichos sujetos, tenían rastros de las ampollas producidas por la cantaridina en su interior.
Los escarabajos miones pertenecen a la familia Meloidae que tiene 7500 especies en todo el mundo excepto en la Antártica. Las larvas de estos escarabajos tienen una alimentación muy específica, algunas especies comen huevecillos de chapulines y langostas, por lo que son muy apreciados por los agricultores cuando tienen esta plaga en los cultivos mientras que otras especies son depredadores en los nidos de las abejas. Cuando son adultos los cuereres cambian de alimentación pueden ser especialistas en polen o también alimentarse de las partes verdes de las plantas, de manera que en grandes cantidades también pueden volverse un problema y causar daños a los cultivos. Como casi todo en la naturaleza, es cuestión de cantidades si una especie es considerada como benéfica o por el contrario que tiene efectos negativos. Un problema que se reporta en los pastizales donde son muy abundantes los escarabajos miones es que los caballos o vacas que se alimentan del forraje, pueden verse dañados al comer grandes cantidades de cantaridina secretada por los escarabajos asociados a la vegetación, seguramente les ocasionan inmensas ampollas en el tracto digestivo y hay reportes de caballos muertos por alimentarse en campos de alfalfa con muchos escarabajos.
Estos bichos extraordinarios nos recuerdan los delicados matices de la naturaleza y es conveniente mantenerse alejado de ellos.