Alejandro Moreno Cárdenas anunció hace más de medio año su aspiración de ser candidato presidencial. En todo este tiempo se han cruzado malos resultados, señalamientos dentro del PRI y acusaciones de corrupción que lo han alejado de su objetivo de figurar para 2024.
Ciudad de México, 3 de julio (SinEmbargo).– “Claro que estamos listos, yo tengo 46 años de edad, pero he sido más de tres veces Diputado federal, Senador, Gobernador, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Al final del camino lo que se necesita es un buen cuadro, un buen liderazgo para enderezar el camino del país”, dijo Alejandro Moreno Cárdenas, o “Alito” como mejor se le conoce, el pasado 12 de diciembre, luego de participar en la 23 Asamblea Nacional del PRI, en donde un grupo de delegados lo respaldó al grito de “¡Presidente!”.
Desde entonces han pasado más de 6 meses. En este tiempo el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI ha sumado derrotas electorales, que ya lo posicionan como uno de los líderes priistas con peores resultados con 10 gubernaturas perdidas entre 2021 y 2022, y sólo una ganada, de 21 en disputa, en este mismo periodo.
Moreno Cárdenas también se ha granjeado cuestionamientos dentro de su partido que lo señalan de poner por encima del interés general el suyo con el objetivo de contender como candidato para 2024. “(Alito) ha estado trabajando para su candidatura, imagínate. Creo que eso es lo lamentable, que crea que el partido es de él, para él y para sus propias aspiraciones, y no abrir a la participación de otros talentos importantes que tenemos en el PRI y que podrían ser buenos participantes para encabezar esta alianza”, dijo esta semana el líder de los senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, en entrevista con el Sol de México.
El mismo Senador acusó que Moreno Cárdenas busca ampliar su gestión tres meses más al frente del partido y quedarse hasta después de las elecciones de 2024 porque una vez iniciado el proceso electoral no habría manera de convocar a elecciones en el PRI, por ello amagó con recurrir al INE y al Tribunal Electoral obliguen al tricolor a adelantar su elección interna, para que quien sustituya a “Alito” pueda negociar con la alianza.
“Quieres quedarte porque no tienes una autorreflexión ni autocrítica, está bien, quédate. Pero, llama a elecciones para que ya se tenga la dirigencia que entrará en agosto del próximo año y acompañe en la toma decisiones de la alianza del (20)24. Tiene que hacerlo. Nosotros podemos hacer la petición y esperamos que el INE y el Trife (sic) en sus atribuciones obliguen a hacer esta elección democrática anticipada”, dijo Osorio Chong, en declaraciones a la prensa, la semana pasada.
Estos no son los únicos obstáculos que enfrenta Moreno Cárdenas y que lo han alejado de sus aspiraciones presidenciales. El dirigente priista es además investigado por enriquecimiento ilícito, fraude fiscal, lavado de dinero, abuso de autoridad, peculado y por uso indebido de atribuciones y facultades por la Fiscalía de Campeche, según publicó Reforma.
A estas irregularidades se suman las que cada semana ha difundido la Gobernadora morenista Layda Sansores, quien ha publicado una serie de audios en los que Moreno Cárdenas es exhibido en presuntos actos de corrupción como lavado de dinero durante su gestión en esta entidad.
En las primeras grabaciones, difundidas en mayo, se escucha a Moreno Cárdenas ordenar que se destinen al menos 4.5 millones de dólares para el pago del publicista español, Antonio Solá, así como para la elección del 2021 en el estado de Campeche. En otro audio, “Alito” habla de intentar extorsionar al dueño de Cinépolis. En uno más da cuenta de cómo habría hecho fraude con la venta de terrenos. En uno más se le escucha supuestamente poniéndose de acuerdo con un Diputado para hacer un negocio con medicamentos
A estas grabaciones se suma una nueva, difundida este 28 de junio, donde se escucha al dirigente nacional del PRI hablar sobre dinero que se habría entregado en efectivo a la cadena Televisa para borrar el rastro de capital que supuestamente provendría de gastos de campaña.
La situación ha llevado desde hace un par de semanas a los jerarcas del PRI a que renuncie a su cargo, algo que él ya les ha dicho que no hará, sino hasta que culmine su periodo legal que finaliza en agosto del próximo año.
“Si yo estuviera en lugar de Alejandro Moreno, yo me separaba de la dirigencia. Me parece que parte de la función de dirigir a una organización política, pero particularmente a una institución histórica que es muy relevante para la sociedad y el pueblo, con todos sus vicios, no voy a exculparlos de nada, pero es una organización que vale la pena sacrificarse por ella, y si ese sacrificio implica separarse del cargo lo haría gustosa para que viva la organización”, aseguró en ese sentido el jueves pasado la exdirigente Dulce María Sauri Riancho en entrevista con Álvaro Delgado en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.
No obstante, Moreno Cárdenas ha sido enfático en señalar a los priistas que seguirá al frente del tricolor. Incluso ha pactado con los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) que la alianza Va por México, que han construido para hacerle frente al avance de Morena, seguirá en 2024, un proceso para el cual las mejores cartas de la oposición se encuentran relegadas, de momento, de los primeros lugares de las preferencias.
Moreno Cárdenas ha dejado en las últimas fechas de insistir en sus aspiraciones, luego de que las hiciera públicas en diciembre pasado. No obstante, en su partido hay voces que aún ven sus intenciones de contender por la grande, pese a que los números no están del lado del dirigente tricolor: son pocas las encuestas que lo consideran y en éstas no figura en los primeros lugares de la oposición.
Lo cierto es que la construcción de una candidatura desde la dirigencia del partido es una vieja fórmula conocida en el bloque opositor. En el proceso de 2006 fue la ruta que empleó Roberto Madrazo Pintado para contender en la elección presidencial de ese año, en la cual quedó rezagado en el tercer lugar con 9.3 millones de votos. Y en la antesala de 2018, la replicó Ricardo Anaya Cortés para competir por la Presidencia, una contienda que perdió y en la que consiguió 12.6 millones de votos.
En ambos casos las aspiraciones personales trajeron ruptura dentro del PRI y del PAN. “Alito” no es la excepción, aunque en su caso cada vez pesan más los señalamientos de presunta corrupción y al mismo tiempos las acusaciones de que busca apoderarse del partido, en ambos escenarios Moreno Cárdenas tiene de frente los tribunales.