En tan sólo nueve semanas estudiantes de más de 54 universidades agrupados bajo el Movimiento #YoSoy132 organizaron asambleas y movilizaciones por todo el país, y lograron convocar a tres de los cuatro candidatos presidenciales a un debate que se transmitió en vivo por la Internet y en estaciones radiofónicas de AM y FM.
El movimiento, surgido en una coyuntura electoral, se ha propuesto en sus últimas asambleas impulsar tras los comicios una agenda con los siguientes ejes: la democratización de los medios de comunicación; la modificación del modelo educativo, científico y tecnológico; así como la estrategia de seguridad pública, y la revisión del modelo económico que impera en el país. Asimismo, el movimiento ha llamado a la toma simbólica de edificios institucionales, en particular del Instituto Federal Electoral (IFE) y sus filiales en los estados desde el 2 de julio.
Al respecto, Rosario Guerra Díaz, ahora ex candidata a jefa de Gobierno del Distrito Federal por el Partido Nueva Alianza (Panal) declaró: “Si el objetivo del 132 termina con el proceso electoral en apoyo a un candidato o en repudio a otro, tampoco sirve para mejorar las prácticas políticas. Tienen que fijarse objetivos y armar una agenda que les permita continuar”. También afirmó que espera que las discusiones y movilizaciones “no acaben con el periodo electoral, porque entonces no estaríamos ante un movimiento real de trascendencia”.
Por su parte la diputada panista Kenia López Rabadán sostuvo que “de ganar cualquiera de los partidos políticos en la contienda, el movimiento tiene la posibilidad de convertirse en un espacio de expresión necesario” y “formar parte de una discusión nacional a propósito de las instituciones”.
“Después de la elección se van a seguir agrupando los estudiantes, y mi punto de vista es que los jóvenes van a ayudar mucho; porque al que sea el Presidente le van a exigir con la intransigencia y el escepticismo de la juventud; no le van a creer todo lo que diga y van a buscar los resultados”, afirmó Fernando Gómez Rodríguez, quien se presentó como precandidato a jefe delegacional en Gustavo A. Madero por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y quien interpuso recursos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que se revocara la decisión del PRI de rechazar su candidatura.
NUEVOS MEDIOS PARA TRANSFORMAR A LOS TRADICIONALES
Para López Rabadán, quien presidió la Comisión de Cultura como diputada federal, este movimiento ha mostrado “el potencial de las redes sociales para incidir en la toma de decisiones, no sólo de los jóvenes, sino de todos los votantes” y ser un espacio “donde los ciudadanos puedan conocer e informarse de manera distinta a las que tradicionalmente hemos vivido”. En este sentido afirmó que “las redes sociales generan movimientos, generan opinión pública”.
Agustín Guerrero Castillo, diputado perredista, coincidió con los planteamientos sobre la reforma de los medios de comunicación que han hecho los jóvenes. “Se requiere la apertura y la democratización de los medios de comunicación, el reconocimiento de las radios comunitarias, por ejemplo”. Falta también, dijo, “otorgar señal abierta a los canales estatales como el canal del Congreso o el canal Judicial, y el que se tenga dos o tres cadenas privadas más”. Expuso que los estudiantes podrán dar impulso a estos temas en el ambiente poselectoral, ya que “tienen un gran reconocimiento, una gran legitimidad y un apoyo por parte de la sociedad y de las familias”.
Castillo fue líder estudiantil entre 1986 y 1987, dentro del movimiento que se oponía al pago de cuotas en la UNAM. Desde su perspectiva, la participación de las clases medias y altas en el movimiento es también un diferenciador con respecto a otros momentos históricos donde la participación más destacada ha sido de las clases populares.
Para el ex presidente del PRD en la Ciudad de México, esto también ha influido sobre el trato que les han dado los medios de comunicación “porque al final son hijos de empresarios, y muchos de ellos son socios o accionistas en las cadenas de difusión más importantes, o son amigos de los hijos de ellos”. Esto se ha reflejado en que “ninguno de los medios ha hecho una descalificación total del Movimiento #YoSoy132, fuera de una nota que sacó El Sol de México con declaraciones de [Pedro Joaquín] Coldwell, dirigente nacional del PRI, de que eran porros”.
CONTRA EL AUTORITARISMO
En opinión de Ángel Benhumea, sindicalista universitario que participó en el Comité de Lucha de la Preparatoria 3 en 1968, “los jóvenes de ahora oponen al autoritarismo-paternalismo”. Para él, la juventud actual “ya no tiene los mismos valores sociales y familiares. Estamos dejando paulatinamente las formas autoritarias, aunque hay sectores que quieren regresar al viejo orden cueste lo que cueste”.
Dijo que fue testigo también de la represión que sufrieron los manifestantes el 10 de junio de 1971. Había asistido a la movilización con su esposa, entonces embarazada de una de sus hijas, y afortunadamente salieron ilesos. Él incluso arrastró a alguno de los heridos a la Escuela Normal Superior para que pudiera ser atendido. Considera que estos movimientos históricos han permitido que “cada vez más jóvenes rechacen las formas autoritarias y prefieren su libertad, la defensa de sus derechos humanos. Es una transición que vive toda la sociedad”.
Militante priísta desde 1994, Fernando González reconoció que las cosas deben cambiar, también al interior de las instituciones políticas. “Hay gente que se posesiona del partido; se vuelven caciques y quieren someter a base de la fuerza a todo mundo”, afirmó. Además, agregó, “el partido no da informes de gastos, no tiene una forma de gestión social”. Sobre la historia y evolución del PRI señaló “si fuimos capaces de empezar a construir una nación después de una revolución, qué triste que ahora quisiéramos hacerlo al revés: destruir la nación por una revolución”.
APARTIDISMO Y PARTICIPACIÓN POLÍTICA
El Movimiento #YoSoy132 ha señalado repetidamente, a través de declaraciones de distintos voceros y comunicados, que es un movimiento apartidista que reconoce la libertad individual de sus miembros para votar por el candidato de su preferencia.
En opinión de López Rabadán, en la medida que mantengan una “una visión democrática” su agenda “pudiera ser respaldada por gente que coincida con ellos dentro de los diferentes partidos políticos”.
Fernando Gómez, quien se desempeñó por varios años dentro del Consejo Nacional de Recursos para la Atención a la Juventud (CREA), enfatizó: “ojalá todos saquemos las manos del 132 y se permita a los jóvenes la expresión pura, que digan lo que sienten. El sentir de los jóvenes debe ser el resolver de los políticos”.
Asimismo destacó el potencial de la juventud para lograr un verdadero cambio social: “muchos políticos se quedan callados por diferentes razones y no exigen; hay cosas en las que todavía estamos muy domesticados. Los jóvenes no, son gente limpia que puede salir adelante y que debe exigir”.
Rosario Guerra, quien ha sido docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, destacó también: “Los movimientos son importantes porque a los políticos hay que educarlos, y a los legisladores más. Entonces esta presión sobre su actuar para volver a encauzar la política a las necesidades de las personas es un paso muy importante”.
“Si los partidos no lo entienden, son partidos que no van a prevalecer en el futuro, porque [éstos] necesitan subsistir a partir de votos. Los muchachos necesitan definir muy bien sus causas y ponerlas por encima del tema electoral para trascender y poder ser una influencia en los planes y programas de gobierno”, subrayó quien fuera diputada por el PRI en tres ocasiones.
OLVIDO NO, ESPERANZA SÍ
Ángel Benhumea ha asistido a varios eventos convocados por #YoSoy132 llevando volantes con la foto de su hijo Ollin Alexis, estudiante de la Facultad de Economía de la UNAM y bailarín, quien murió a causa de las heridas producidas por un proyectil durante la entrada de las fuerzas federales estatales y municipales a San Salvador Atenco en 2006.
Justamente, los reclamos por estos hechos violentos fueron los que desataron las protestas en la Universidad Iberoamericana contra Enrique Peña Nieto, que darían origen al movimiento actual. En la primera marcha convocada a través de redes sociales en repudio al candidato de la coalición PRI-PVEM, el rostro de Alexis fue estampado sobre un muro cerca del Hotel María Isabel Sheraton, de la Ciudad de México, con un esténcil y aerosol morado. Debajo se leía: “la sangre de los caídos riega la primavera mexicana”.
Para Benhumea, “las generaciones actuales no son “ninis”, creo que hay distintas etapas históricas y existe el llamado relevo de generaciones”. En este sentido, dijo, observa en el movimiento actual un posible relevo para la generación de activistas que como él participaron en 1968 y 1971. “Los jóvenes tienen que recoger el fruto de la acumulación de luchas. Si ellos no logran un cambio, entonces, ¿quiénes?”.