Carlos Eduardo, un venezolano de 31 años, quedó detenido la noche de este primero de junio por agentes federales que arribaron al hotel donde se encontraba bajo custodia del Grupo Beta; es el segundo extranjero inculpado por la tragedia migrante en Ciudad Juárez.
Por Marco Antonio López
Ciudad Juárez, 3 de junio (La Verdad).– Hace poco más de un mes Carlos Eduardo Colombo Rodríguez despertó del coma en el que quedó por el incendio en la estación del Instituto Nacional Migración (INM) del pasado 27 de marzo, y la noche de este jueves fue detenido acusado por la muerte de 40 migrantes.
Se trata de un venezolano de 31 años que se encontraba bajo custodia del Grupo Beta –cuerpo de protección a migrantes perteneciente al INM– en un hotel de la ciudad, donde seguía su tratamiento médico.
Después de las nueve de la noche de este primero de junio siete agentes del Ministerio Público de la Federación tocaron en una de las habitaciones del Hotel Colonial, ubicado en la zona Pronaf, para preguntar por Carlos Eduardo Colombo Rodríguez.
“Con él están hablando”, respondió el hombre después de abrir la puerta, mientras su hermano, Yordan Colombo Rodríguez, observaba desde una de las camas en el cuarto.
Yordan dijo que vio cómo los agentes federales entraron a la habitación, esposaron a su hermano y le dijeron que estaban cumplimentando una orden de detención por el delito de homicidio en contra de 40 migrantes que murieron en el incendio de las instalaciones de la Estación Provisional del Instituto Nacional de Migración en esta ciudad, el 27 de marzo pasado.
Apenas lo esposaron pusieron una silla para que se sentara y unas hojas sobre la cama que le quedaba enfrente, para que leyera la orden y después firmara.
“Yo soy inocente, yo soy inocente, yo no tengo que ver nada, yo soy víctima del incendio yo no tengo nada que ver, yo soy inocente. Yo no tenía nada que fuera a lesionar a nadie. Para eso hay cámaras y todo yo no tengo nada que ver”, alcanzó a decir, en la confusión, Carlos Eduardo, mientras su hermano mayor, Yordán, grababa la escena en video.
De manera oficial, la Fiscalía General de la República (FGR) no ha dado a conocer la detención y personal de la delegación estatal de esta corporación le informó a Yordán que su hermano no estaba ahí, que no había registro de él.
El nombre del migrante arrestado tampoco apareció en el Registro Nacional de Detenciones, al menos hasta la noche de este viernes.
Aunque autoridades federales confirmaron extraoficialmente la detención del migrante extranjero acusado de provocar el incendio de las colchonetas en la estancia migratoria instalada en la calle Rivas Guillén, entre David Herrera Jordan y Heroico Colegio Militar.
DE VÍCTIMA A VICTIMARIO
Colombo Rodríguez, un migrante que busca llegar a Estados Unidos, de oficio albañil y padre de cuatro hijos que están en Venezuela bajo el cuidado de su abuela, pasó la noche del jueves de ser víctima a victimario para las autoridades federales.
El 27 de marzo de este año fue detenido mientras vendía dulces en un semáforo por autoridades del INM que montaron un operativo junto con elementos de la Policía Municipal, personal de la Dirección de Derechos Humanos del Municipio y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Municipio de Juárez (DIF).
Carlos Eduardo tenía una semana en Ciudad Juárez cuando ese lunes por la tarde lo arrestaron y llevaron a la estación migratoria del puente Reforma, lugar que, como se ha confirmado en las diversas audiencias contra funcionarios del INM, operaba como una prisión para migrantes.
“Me quitaron mis cosas antes de entrar a Migración. Yo no tenía nada que pudiera dañar a nadie. Si hubiera hecho algo me voy de paso y no sigo en su país. Estuve en coma 21 días”, dice Carlos Eduardo a los agentes federales, se escucha entre frases desordenadas en los videos que su hermano grabó al momento de su arresto.
De acuerdo con Yordan, su hermano estaba en el baño de la celda del INM en el momento en el que inició el incendio, “él cae desmayado, hasta se quiebra un diente que no le han atendido, y no despierta hasta que está en el hospital todo entubado”.
A Yordan le dijeron amigos y conocidos que su hermano había muerto en el incendio, no fue hasta que pudo comunicarse con autoridades del Gobierno de México que le comentaron que se encontraba hospitalizado en estado grave, por lo que era necesario que se trasladará a Ciudad Juárez para acompañarlo.
Cuando Yordan llegó, dos semanas después del incendio, Carlos Eduardo estaba todavía en terapia intensiva. Una semana después despertó. Lo dieron de alta del Hospital General y los instalaron en el Hotel Colonial en donde continuó recibiendo atención médica.
“Todavía tiene problemas con la presión, con la visión de un ojo, le dan dolores de cabeza muy fuertes, además del trauma”, dice Yordan sobre su hermano.
“Él es inocente hermano, es muy religioso, él no podría atentar contra su vida ni contra la de otras personas, además a él le quitaron todas sus cosas antes de entrar, su dinero, lo que llevaba para vender, todo, ya no tenía nada”, dice el hombre entrevistado en el exterior de la delegación estatal de la FGR a donde acudió en busca de su hermano.
Yordan cuenta que tienen casi dos meses en ese hotel, junto con otros migrantes que también sobrevivieron al incendio, resguardados por el grupo Beta, sin que puedan salir a trabajar ni a entregarse a las autoridades de Estados Unidos.
Además, comenta que en ningún momento les tomaron declaración como parte de la investigación y no se les había mencionado que Carlos Eduardo fuera sospechoso en la misma.
De acuerdo con Yordan la meta de su hermano es llegar a Estados Unidos para trabajar y enviar dinero a su familia en Venezuela.
“Él se vino por la selva del Darién, estaba en Perú, pasó Colombia, Ecuador, Panamá, todos esos países cruzó caminando. Él quiere seguir su meta de cruzar a Estados Unidos y trabajar, eso es todo y ahora resulta que de ser víctima lo acusan de matar 40 personas, eso no es justo”, dijo Yordan.
Carlos Eduardo es el segundo migrante detenido y acusado del homicidio de 40 personas. El pasado 30 de marzo agentes de la Policía Federal Ministerial detuvieron a Jeison D. C. R., un venezolano de 28 años. También por este delito otras 9 personas están vinculadas a proceso, ocho de ellas son funcionarios del INM y otra, es un guardia de seguridad de la empresa privada, de los cuales sólo seis enfrentan el proceso en prisión.
El 4 de abril fueron vinculados a proceso Daniel G.Y., representante local Noroeste del INM (subdirector); así como los agentes federales de migración, Rodolfo C. de la T. y Gloria Liliana R. G. por los delitos de homicidio y lesiones.
Ese mismo día también quedaron vinculados a proceso por los mismos hechos un guardia de seguridad privada que daba servicio en la estación migratoria, identificado como Alan Omar P.V., y Jeison.
El 19 de abril fueron vinculados a proceso penal Eduardo A.M. y Juan Carlos M.C., el primero de ellos se desempeñaba como jefe del Departamento de Recursos Materiales y Servicios Generales y el segundo como coordinador de Grupo de Protección a Migrantes Beta del INM en Ciudad Juárez y era parte de la Unidad Interna de Protección Civil.
Unos días después, el 22 de abril, el contraalmirante Salvador G.G, extitular de la Oficina de Representación del INM en Chihuahua, también fue vinculado a proceso por la posible comisión de los delitos de ejercicio ilícito de la función pública, homicidio y lesiones.
Además Francisco Garduño y Antonio M.D., los funcionarios con el rango más altos del INM, fueron vinculados aunque a ambos no se les impuso la prisión como medida cautelar, es decir, enfrentan en libertad la investigación en su contra y aún en funciones.